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III

  Capítulo III

               

  Por Jinna

Al día siguiente cuando me desperté sentí un peso en mi cintura todo era obra de Nam que en toda la noche no me había soltado ni una sola vez y había dormido tan pegado a mí que parecía una sanguijuela. Acerqué un poco más la cara reduciendo todo espacio que quedaba entre él y yo y comencé a jugar con su pelo.

- Lo siento, no era mi intención despertarte - dije cuando este abrió los ojos mirándome tiernamente.

- Tranquila, me gusta mucho que acaricies mi pelo, además ya tenía que despertar - dijo aún medio dormido.

- Voy a tomar una ducha y después saldré a tomar un poco de aire - le anuncié.

- Noo déjame sentir tu calor un poco más - dijo haciendo un puchero.

- Esta bien, pero solo un rato más - Nam era un niño en el cuerpo de un adulto se miraba tan tierno haciendo puchero que daban deseos de morderle los cachetes.

Después de una hora pude al fin levantarme, tome una ducha para cuando termine ya tenía hambre así que me dirigí hacia la cocina a comer algo y de paso llevarle también un poco de desayuno a Nam.

Llegue a la habitación y esté seguía durmiendo, debía de estar muy agotado, pero aún así llevaba casi 13 horas durmiendo. No me explico cómo podía dormir tanto, ni que fuera mi primo Yoongi .

Lo desperté con mucho cuidado, al estar despierto coloque sobre sus pies la bandeja con el desayuno, no sin antes asegurar que estaba del todo despierto.

- Gracias - dijo frotándose los ojos aún medio adormecido.

- De nada - dije dejando un beso en su mejilla, el cual por esto se sonrojo y yo reí leve, se veía muy tierno sonrojado.

Al llegar la tarde la pase en el estudio con Nam, ya que soy un poco vaga y me había arrepentido completamente de salir a tomar aire. Observaba detenidamente cada detalle de lo que él hacía, era muy rápido en su trabajo.

Al llegar la noche me duché, después fui hacia la cocina por un vaso de leche ya que no tenía hambre y al terminar de beber el vaso de leche fui directo a la habitación.

No sé de qué estaba cansada porque literalmente hoy no hice nada. Desde que toqué las suaves telas de seda de la cama caí en un profundo y agradable sueño.

Al siguiente día desperté repentinamente ya que me sentía muy extraña, nunca me había sentido de esta forma. Sentía que mi cuerpo ardía como el infierno, sin saber que hacer desperté a Nam. Al este despertar abrió los ojos rápidamente, me miro de una forma extraña, nunca había visto en el esa mirada.

Me miro con los ojos llenos de brillo , recordándome aquella noche cuando nos besamos , entonces me di cuenta de que su mirada era de deseo, de lujuria.

- Joder Jinna entraste en celo y aquí no tenemos supresores - tapo su nariz rápidamente al terminar de hablar.

Yo para ese entonces estaba muy excitada, mi corazón latía rápidamente en un momento llegue a pensar que saldría de mi pecho y mi loba para más desgracia no paraba de removerse incómoda.