Mi "divina" vida. ©

¿SIDA?

Yo seguía con mi vida cotidianamente,
la prostitución era la mejor parte de
ella, disfrutaba todos los placeres de la vida y para mi agrado me pagaban por ello.

Todos los días me acostaba con
múltiples hombres, hasta tenía una
o dos orgias por dia, para mi ya era
normal, pues mi ano estaba dispuesto
a meterse hasta tres vergas a la
vez, yo era un prostituto pero uno
muy ignorante respecto a las ITS
(infecciones de transmisión sexual).
pues no había tenido padres los cuales me diesen una charla para poder evitar que me contagiara e incluso llegué a pensar que los hombres utilizaban condón por higiene, más no para prevenir alguna enfermedad; pero a mi me daba tan igual que ni siquiera me tomaba la molestia de preguntar, lo que más me importaba era el dinero.

Siempre al llegar a aquel prostíbulo
tan familiar para mis ojos , me alistaba e iba a hablar con Tatiana, todo era muy confuso, pues ella siempre estaba sentada en la habitación en la cual yo me arreglaba , pero esta vez no estaba
alli, seguro estaba ocupada con algún
hombre o habia ido al doctor, pues
últimamente estaba muy enferma
con una gripa que de hecho era muy
fastidiosa, pero no se le quitaba ni
porque tomase la pasta más fuerte para eliminar los germenes, tambien note que se le estaba cayendo el cabello, aunque creo que es normal
depronto los hombres agarraban y
agitaban muy rápido su cabello, o algo por el estilo, también le daba fiebre y dolor de cabeza constantemente, era realmente muy extraño, pero era cuestión de ir al doctor asi que no lo tome muy pecho, también me había dejado un a clase de nota «juan te dejo estas pastillas, te llevaran a otro mundo, de seguro te sentirás en el cielo en un santiamén», (tatiana no cambia, siempre saliéndose con las suyas con sus regalitos extravagantes), pensé yo con una risita en mi cara.

Fui a otras habitaciones a preguntar
para ver si tatiana estaba ocupada
con algún hombre , necesitaba que me explicara que clase de pastillas eran las que me dio pero por lo visto, ella no estaba en aquel prostibulo asi que deberia estar en el medico, guardé aquellas pastillas en mi pantalón y seguí muy normal con mi labor al finalizar la jornada fui a aquella habitación y me coloque un saco que Tatiana me había regalado.

Al cabo de media hora más o menos
fuí a un parque a tomar aire libre y a
pensar, hace mucho rato no pasaba
por un momento agradable conmigo
mismo, el parque era muy oscuro
y con el paso del tiempo oscurecía
más y más, noté que habían varias
personas paseando a sus mascotas, ví
distintos grupos de familias, pero me
llamó una en especial, en ella había
un chico de mi misma edad «o eso
aparentaba», estaba con sus padres y
se veía muy feliz... En pocos segundos
se me salieron las lágrimas de rabia
y tristeza todo había cambiado en
tan solo dos años «mirate juan te
prostituyes para sobrevivir, no tienes una dirección o una meta planeada
para tu vida, ni siquiera tienes a
alguien que te acompañe, estás solo,
absolutamente solo», dijo una voz en
mi interior que hizo que las lágrimas
recorrieran alrededor de mis mejillas
que cada vez se colocaban más
calientes por aquella rabia que tenía,
no pude resistirme y me fui corriendo a coger un taxi mientras me colocaba la caperuza de aquel saco...

Cuando llegué a casa no pude evitar
coger aquellas pastillas que tatiana me había dado y me las tome de un sólo impulso, no paso ni siquiera un minuto para sentir el efecto de drogadicción, fui rápidamente a dialogar con las cuchillas, pues mis muñecas pedian a gritos la penetracion de aquella arma de desahogo, justo cuando estaba a
centimetros de cortarme escuche una
voz femenina. NO JUAN DAVID NO LO HAGAS, MIRA TODO LI QUE HSD LOGRADO TU SOLO, LIMPIATE ESAS PUTAD LÁGRIMAS Y DEMUESTRALE AL MUNDO QUE TÚ LO ESTÁS PISANDO.

Al instante tiré las cuchillas a un rincón de la habitación y me empecé a reír locamente de la vida que tenía, empecé a ver la habitación deformada y que las paredes se derretían, realmente aquellas pastillas sacaban mi visión surrealista.