ENDEHAWKS WEEK 2020

6. Declaración Endehawks

Declaración de amor

¿Qué diablos estaba haciendo ahí en ese momento? Podría estar en un patrullaje con Endeavor o quizá hasta lo hubiera invitado a comer algo, pero no fue así. 

La liga de villanos estaba creando un Nomu, uno muy diferente a todos los que habían visto antes, pero algo salió mal en el laboratorio y los otros  Nomus que estaban ahí también salieron a generar caos en la ciudad. Este tipo de cosas sólo lograban recordarle lo difícil que era ser un héroe algunas veces. 

Con su velocidad y agilidad pudo cortar la carne de varios Nomus antes de que lastimaran a los civiles. Usaba una de sus plumas como un arma filosa y las demás iban de un lado a otro para alejar a la gente. 

No era tan difícil, pero siempre se distraía mirando de reojo al héroe número 1, quien sin temor alguno dejó calcinadas a varias de esas criaturas con un certero ataque de llamas azules. Ver eso en primera fila era todo un espectáculo, sin saberlo ese hombre lo enamoraba cada día más. 

—Endeavor-San, eso es… ¡Cásate conmigo! 

Un enemigo más grande estuvo a punto de atacarlos a ambos, quizá fue cuestión de suerte y buenos reflejos. 

—¿¡Ahora qué estupideces dices!? 

—Piénselo un momento. Ambos somos personas, con sentimientos y esas cosas. 

—No es momento para bromas Hawks ¡Concentrate!

Cierto, no era la mejor situación para hablar pero algo le hizo sentir la necesidad de hacerlo y su boca comenzó a hablar por sí sola.

—¡De verdad le quiero mucho! Y hablo de algo más que como su fan de toda la una vida. 

Volvió a reunir sus plumas y terminó de una vez por todas con uno de los Nomus más pequeños pero molestamente escurridizos. Los civiles ya habían sido evacuados y algunos otros héroes profesionales ya habían llegado para encargarse de las criaturas restantes. 

—¡Endeavor! Necesito hablar con usted de todo esto. 

—No podemos hablar aquí 

—Es importante, y ya hay otros héroes cerca —insistió, pero Todoroki prácticamente lo ignoró y siguió caminando. 

Hawks podría ser muchas cosas, pero alguien que se rinde fácil ante lo que quiere jamás. 

Llegó hasta él lo más rápido que pudo y lo obligó a agacharse un poco con sólo tirar de su traje de héroe. 

—Enji Todoroki, no pienso obligarte a hacer o aceptar nada, solo quiero que me escuches. 

Extendió sus alas y con ellas los cubrió a ambos, no necesitaba que nadie viera lo cerca que estaban sus rostros o supiera de lo que estaban hablando. 

—Entendí un par de cosas hace poco. Para empezar que ser héroe no es trabajo fácil, estar en el top 10 no es una garantía de que seguiremos vivos mañana, no somos inmortales. 

Fue un momento muy amargo, tuvo que abrir los ojos desde que intentó acercarse a Dabi por primera vez. Quemó casi todas sus plumas y podría haberlo matado antes de empezar esa misión que de por sí ya era bastante peligrosa. 

—Tal vez muera mañana, o en un par de años, la verdad no lo sé. Lo que sí sé, es que no quiero irme con el arrepentimiento de no decirte antes los sentimientos que tengo hacia tí, y no se trata de ninguna broma.

No se había percatado de que el pelirrojo apagó poco a poco gran parte de sus llamas para no quemar sus plumas. Su corazón se aceleró, era la primera vez que veía su rostro tan de cerca y el color de sus ojos terminó por quitarle el aliento. 

—Enji...

Una explosión cercana los obligó a alejarse del otro. Esperaban cualquier cosa, menos el extraño Nomu que se acercaba a ellos sin miedo alguno. 

—¿Quién es el más fuerte? 

Horas después de la batalla y él seguía esperando dentro del hospital. Estaba bastante preocupado y no podía ocultarlo tan bien como le gustaría. Ya luego le iría a pedir explicaciones a Dabi sobre los cambios tan drásticos al plan. 

Finalmente lo dejaron entrar a la habitación luego de que saliera una ancianita muy agradable a simple vista. No pudo evitar sonreír al ver a el hombre más guapo que había visto en mucho tiempo disfrazado de momia. 

Al principio ninguno de los dos dijo nada, uno porque estaba bastante aliviado de verlo fuera de peligro, el otro por ver las ligeras manchas de delineador corrido en el rostro del rubio. 

No esperaba que el mayor fuera a quitarse los vendajes sobre su boca para poder hablar sin inconvenientes. 

—No deberías hacer eso.

—Estoy bien. 

—Debí haberte ayudado más… 

—Mis heridas son mi responsabilidad. 

—Oye, esa frase es buena ¿Me dejarías usarla la próxima vez que salga herido? 

Endeavor le miraba con dureza, no sabría como describirlo ¿Lo estaba juzgado o algo así? 

—No lo he olvidado, lo que dijiste antes ¿Pero por qué? 

—No hay una razón, sentí que debía hacerlo. 

—Eso no es suficiente, Hawks ¿Estás seguro de todo eso? ¿Por qué sentirías ese tipo de cosas por un viejo héroe como yo? 

—¡No lo sé! No hay explicación. Pero no nos engañemos, ambos sabemos que eres verdaderamente genial, Endeavor-San. 

Acercó más su silla a la camilla sin dejar esa sonrisa que lo caracterizaba. 

—A veces así son los sentimientos. Aparecen sin pedir permiso, no preguntan sobre el sexo, la apariencia o incluso la edad.

—No creo que sea la mejor respuesta. 

Keigo se puso a reír mientras veía sus manos jugar entre ellas, estaba apenado. 

—Tal vez no, siento haberlo hecho sentir incómodo. 

—Mocoso —murmuró mirando a otro lado, no habló hasta luego de una pausa que usó para organizar sus ideas —. No pienso casarme contigo, idiota. Pero tal vez salir a cenar sea un buen inicio. 

Volteó a verlo incrédulo. Quizá nunca sonrió con tanta felicidad en su vida como esta vez. 

—Con usted y sin más Nomde por medio cualquier cosa me encantaría.