|| ¿Tú Otra Vez? || Zabdiel De Jesús y Tú || TERMINADA ||

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Maratón 6 de 6.

Días Después

Narra _______ :

Después de haber visto mi rostro en cada puesto de periódicos, por fin me siento un poco tranquila al estar dentro de la empresa, en donde algunos compañeros y compañeras de trabajo, me felicitan de forma rápida por la dichosa portada de la revista.

Yo solamente les respondo un "gracias" para continuar con mi camino a la oficina. Han pasado pocas cosas durante todo este tiempo, pero la que más me alegra es saber que Cristian, ya no ha tenido intenciones de aparecer.

Es más, desde aquella noche ni siquiera lo he visto y no estoy segura de si asustarme o sentirme bien por ello... Pero de todas maneras, no he bajado la guardia, tan solo por si acaso.

Froto mis manos entre sí ya que al estar cerca de entrar a invierno cada día hace más frío y no quiero ni imaginarme lo helados que serán los amaneceres y lo heladas que estarán las noches cuando comience a nevar.

Seguramente y tendré que dormir con ocho cobijas de esas gigantes y pesadas que hay para no morir de frío.

Antes de entrar a la oficina mi celular suena, así que suponiendo que puede ser Zabdiel no tardo en sacarlo, esbozando una sonrisa al confirmar que es así.

—Buenos días —le digo entrando a la oficina en la que Andrew aún no esta.

—¿Desde cuando acá tanta cortesía? —bromea y yo reviro los ojos de forma divertida, dejando mis cosas sobre el escritorio y sacandome aquel saco con algo de dificultad.

—Seguramente y es el frío de la mañana —suelto una risita —¿Cómo estas?, ¿cómo ha estado April?.

—Yo ahora estoy mucho mejor que puedo escucharte y April cada día esta mejor. De hecho la psicóloga dijo que esta semana ha tenido un gran avance.

—Me alegro mucho por ella, sabía que lograría salir de esta. Pero, sabes si podría ir a verla o algo.

—No quisiera decepcionarte, pero April esta muy negada a que vengas —suspiro —Pero no te preocupes, ya se le debe pasar.

Eso es lo que he estado esperando desde la última vez en la que quise ir a visitarla en su apartamento.

Si bien no me mando echando en cuanto me vio —porque ganas no le faltaron —, la poca comunicación e indiferente que tuvo conmigo solamente me hizo creer que quizás y sabía mi pequeño gran secreto, pero como sigo viva claramente aquello no es o no era.

Además cada vez que me miraba, en sus ojos denotaba cierta culpa hacia mí. Como si cada vez que me viera me culpara de lo que le estaba pasando y de lo que había pasado con el tema de su bebé, así que desde ese momento decidí no ir más y preguntarle a Zabdiel cómo estaba ella y cómo iba en la superación de su embarazo psicológico.

Así que desde ese entonces no la vi más.

—Han pasado demasiados días y ella sigue igual de distante conmigo, Zabdiel. Yo no puedo estar tranquila sabiendo que secretamente ella puede estar odiandome porque tal vez y ya sabe lo que pasa entre nosotros.

—Te he dicho millones de veces que no te dañes la cabeza pensando en eso. Si April supiera algo creo que no se quedaría callada aguantandose, lo sabes.

Vacilo —Bueno si, a lo mejor y ya hubiera estado muerta de ser así.

Andrew entra a la oficina y me saluda, así que yo correspondo a su saludo antes de de decidir cortar la llamada.