cap 3

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Un misterio. Me gusta.

Olivia's POV

—Tenemos que ir por nuestros horarios. —me dice Henry y yo solo lo sigo. Espero tener alguna clase con este chico. —Acá tienen Mr. y Ms. Rivera. —nos dice la consejera. Luego, nos vamos a nuestras respectivas clases. Matemáticas, genial. —¿Nos vemos en el recreo? —yo asiento. Nunca me he sentado con Henry en el recreo, pero ahora que somos nuevos, tendré que.

—Bueno chicos creo que ya todos nos conocemos, pero yo veo un rostro nuevo. Olivia, ¿cierto? —asiento. —Necesitaré que te presentes ante todos. —excelente. Cuando empiezo a hablar siento una mirada fijada en mí, volteo y ahí está él, el chico de la mañana. —Me llamo Olivia Rivera. Vengo de Michigan y bueno espero hacer nuevos amigos acá. —me siento rápido. Usualmente soy buena hablando en público, pero con esa mirada me siento insegura y eso es lo único que logro decir. —Bien Olivia. Continuamos con la clase... —ni siquiera puedo prestarle atención. Este chico me tiene cautivada. La campana suena y todos salimos de clase. Soy de las últimas junto a una chica, que pronto se acerca a mí. —Hola. —me sonríe y yo le sonrió devuelta. —Me llamo Justine. Sé que eres nueva y a lo mejor no conoces mucho el lugar, pues es obvio —reímos. Se ve una buena persona —Yo te puedo ayudar en lo que necesites. —Claro. Ahorita me toca clase de historia ¿y a ti? —Igual. Parece que tenemos horarios similares. —Por suerte.

Al momento del recreo, Justine y yo nos sentamos juntas. Henry hizo muchos amigos, lo esperado, es muy bueno socializando. Así que nos sentamos separados. Tengo que preguntarle sobre el chico a Justine. —Así que Justine, tengo algo en mi cabeza que te juro no puedo sacar. —¿Oh sí? Dime entonces. —Es sobre un chico. —ella me pega en el hombro y ríe. —Umm ¿un chico? —Sí bueno, a lo mejor tendrá novia ya, es muy lindo. —¿De quién hablas exactamente? —yo lo señalo. —No. —me dice en seco. —Mira no es por desanimarte, pero Timothée, Timothée Chalamet, él no quiere nada, con nadie. No le habla a nadie, solo a Thiago. Su hermana murió hace dos años. Es la chica del casillero decorado, Pauline, era una estudiante de primer año apenas. Murió en un accidente, se ahogó. —frunzo el rostro. No puedo ni imaginar por lo que Timothée tuvo que pasar. —Desde entonces, Timothée cambió demasiado, terminó con su novia de la primaria, renunció a todos los deportes, a su popularidad, a todo. Nadie sabe lo que hace en realidad. Es todo un misterio desde entonces. Ni entiendo cómo Thiago sigue a su lado. Sal de ahí antes que te pierdas, amiga. —un misterio. Me gusta. No puedo dejar de verlo. Se ve tan lindo. Siento que es todo un mundo, nada ordinario.

El día pasa y espero el momento perfecto para acercarme a Timothée. Hasta su nombre es hermoso. Cuando veo que se acerca al estacionamiento, salgo de mi carro y lo saludo. Se ve triste, ¿que le pasará?

—Hey, tú. —le digo con entusiasmo. Preguntarle por la cancha de basket se me hace la excusa más fiable. Hago lo posible para que él me acompañe. ¿Tan desesperada ibas a estar, Olivia? Cuando le pregunto si él me puede llevar, veo que quiere sonreír, pero se detiene. Es como si no se permitiera ser feliz. —Ven. —agarra mi brazo. ¡AGARRÓ MI BRAZO! Quiero saltar, gritar, no sé, un sueño que duró cinco segundos a lo más. ¿Por qué se puso incómodo? Les juro que es tan raro. Y raro de verdad. —Lo siento. —no te disculpes, amor. —Está bien. —se me acaba de ocurrir la idea más loca y arriesgada de todas, y obviamente la tendré que hacer. Rápidamente entrelazo nuestras manos. Cuando veo a Timothée su cara está roja, azul, morada, un arcoíris este chico. Sus palabras son muy hirientes. ¿Que no confunda las cosas? Wow. Ya veo que con él no llegare a ningún lado. Estoy perdiendo mi tiempo absolutamente. ¿Le daré asco? Lo suelto de inmediato y busco la excusa más tonta. Porque para esto sí que soy una reina. Comienzo a reír como si no hubiese un mañana, por los nervios más que todo, pero sé que estoy empezando a molestarle. Todo con tal de no perder mi dignidad el primer día, aunque creo que no me queda ni una pizca. —Eres tan gracioso Timmy. —es lo único que se me ocurre decirle, aunque por dentro quiera acurrucarme y llorar mares de vergüenza. —No vuelvas a llamarme Timmy. —esto se está poniendo cada vez peor. Justine tenía razón, no debí acercarme a él. Quiero salir corriendo y no hablarle nunca más. Pero mi orgullo no me deja. Solo se me ocurre pedirle perdón. Ya quiero que esto acabe. Al fin decide llevarme a la cancha y quiero que la tierra me trague ahí mismo. —¿Tú juegas? —me pregunta. Dios, que me deje en paz ya. Ya me avergonzó demasiado. Solo le respondo con un simple "sí", juro que me quiero ir ya. Pero no. Él tiene que seguir hablándome. —Oh. Lo harás increíble, mucha suerte. Por cierto, te quería preguntar, ¿tu nombre? —wow. Es un bipolar, definitivamente no es el chico al que quiero cerca. Al terminar de hablar me siento incompleta. Y no por el hecho que me haga falta, tampoco es el amor de mi vida. Sino por el hecho que siento que él quería continuar hablándome. Como si a la conversación le hubiese faltado algo. Pero avergonzarme, eso no faltó. No sé si seguir intentando llamar la atención de Timothée sea bueno, siento que jamás funcionará.

Cuando la práctica termina, intento buscar a Justine y contarle lo sucedido. Aunque la acabo de conocer, me transmitió confianza al instante. —Justine. —grito al verla al final del pasillo. —No sabes lo que me pasó, debí hacerte caso. —¿De qué hablas? —De Timothée. Estuvimos hablando y salió mal, sin duda. —ella abre sus ojos de par en par, ¿qué pasa ahora? —¿Me estás diciendo que Timothée te dirigió la palabra y entabló una conversación contigo? —¿esto a qué viene? —No lo llamaría exactamente conversación, pero sí, supongo. —Chica, vaya que has llegado lejos. Timothée no le habla a nadie. —wow, de repente me siento especial, aunque haya salido todo un desastre. —Tal vez al fin y al cabo Tim sí tiene un corazón oculto por ahí. —río. Eso espero. —Esperemos que sí. Pero bueno, no sé si seguir tratando. Él es muy raro. —eso es lo que lo hace tan interesante. —Lo es, créeme. Pero no sé, tú verás si vale la pena. —me despido de Justine y busco a Henry en la cancha de fútbol.

Al montarme al carro, en lo único que puedo pensar es en Timothée.

you changed me || timothée chalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora