Ya pasó una semana desde el primer día de colegio y se podría decir que mi relación con Timothée está casi igual que al inicio. Diría que peor, hasta me atrevería a decir que ha intentado evitarme, ya ni siquiera lo veo por las mañanas. Ni en matemáticas, la clase que nos tocaba juntos. Jamás me imaginé que le pude haber disgustado tanto.
El día era soleado, perfecto para ir a la playa. —Olivia, ¿vendrás con nosotros? —me pregunta Henry, ya que los del equipo de fútbol tendrán una fiesta. Cada ciclo, los de último año hacen una para darle una bienvenida a los últimos días. —Sí, solo iré a cambiarme. —agarro mi bikini y unos shorts. Me dirijo hacia el comedor y veo a un amigo de Henry viéndome. —Wow. Dime hermosa, ¿cómo hiciste para escapar del cielo sin que Dios se diera cuenta? —yo ruedo los ojos y río al mismo tiempo. Ander, desde que me conoció, siempre es así conmigo. Lo hará por bromear, de eso estoy segura. Porque si fuera de verdad, Henry lo mata al instante. —¿Ya llegaron los demás? Estoy en necesidad de playa ya. —Ander asiente. —Sí, solo están llenando las hieleras con juguitos. —levanta las cejas y ya sé a qué se refiere. Bueno, será un buen día al menos.
De lo que sé es que todos los de último año están invitados. ¿Irá Timothée? —río al siquiera pensar esto. Timothée es la última persona que iría. Peor ahora que está evitándome.
Al cabo de 15 minutos ya estábamos en Coney Island Beach y todos bajamos, yo corriendo. Los del equipo se quedaron preparando todo. Poniendo el anafre, las sombrillas y toallas.
Ya casi todos están acá. Incluso Thiago, el mejor amigo de Timothée. Ganas de preguntarle si Timothée vendrá no me faltan, pero sería una pregunta estúpida sabiendo cómo es Tim.
Veo a Justine venir y salgo a abrazarla. Inmediatamente le digo que debemos tomarnos una fotografía.
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Perfecta.
Después de jugar volley con los chicos, me siento y agarro un juguito, como le dicen. Precisamente hoy el atardecer está tan hermoso que me deja sin palabras. —No sabía que estarías aquí. —volteó y lo veo a él. Wow. —¿Viniste? —estoy perpleja. Jamás me imaginaría que Timothée vendría. Ese traje amarillo le queda tan bien. No puedo dejar de verlo. —Sí, bueno estaba aburrido. —oh, vino porque está aburrido no más. —Eso veo. Siéntate, ¿quieres? —le apunto a la hielera. —No, gracias. —toca su bolsillo y enciende un cigarro. No sabía que fumaba, pero verlo fumando se me hace extrañamente sexy. Él es tan extrañamente sexy.
Timothée's POV
Me levanto por el contaste ruido de mi celular. ¿Thiago llamando? —¿Qué pasó? —¿Vendrás o qué? Me dijiste que te llamara y te regañara si no venías. —Lo sé. Porque sé que sino me arrepentiría. —Bueno entonces te quiero aquí ya. —río. —Estoy en camino. —por alguna extraña razón, quiero ir desde el momento que el equipo de fútbol anunció la fiesta. Creo que es porque sabía que ella estaría ahí. Todo se ha vuelto tan extraño desde que la conocí, y no quiero, no quiero cambiar mi forma de ser. Toda ella me recuerda tanto a Pauline. Es por eso que la he evitado a toda costa, hasta cambié mi clase de matemáticas a otra hora. No puedo seguir hechizándome de una fantasía que jamás podrá ser. Debe sonar extraño que una persona te recuerde a tu hermana difunta, pero es lo que es. A pesar de ello, decidí hacer esta idea tan estúpida.
Agarro unos shorts de baño amarillos y una camiseta de LeBron James. Era mi jugador favorito. Extraño jugar a decir verdad, tal vez ya sea momento de volver al equipo. Pero qué tonterías estás diciendo, Timmy.
—Timothée, ¿a dónde vas? —mi madre está sonriendo de par en par. ¿Tan asombroso es? —Iré a la fiesta de la playa. —ella me abraza fuertemente. —No es la gran cosa. —digo tratando de no darle tanta importancia. —Quiero llorar, no salías a fiestas desde lo de... —mi madre quiere soltar unas lágrimas, odio que esto pase. —No lo tienes que decir. Lo sé. Tal vez este sea un nuevo año. —le digo sin más. —Bueno, me iré ya. Te amo, mamá.
Enciendo el carro y me dirijo hacia Corney Island. Al estacionarme veo el carro de Olivia aparcado y veo a un chico sacando cosas de él. Su novio, supongo porque es el mismo chico de la semana pasada y además siempre la veo junto a él. Tengo que aclararlo aún así. —Oye, ¿qué mierda haces sacando cosas de ese auto? —esto es lo único que se me ocurre. —Pues que es mi puto auto, idiota. —me dice el sinvergüenza. A ver. —Que seas el novio de Olivia no hace que ese sea tu auto. —el chico comienza a reír a carcajadas. Tiene el mismo humor insoportable de Olivia, ya veo que sí quedan bien juntos. —Soy su hermano. —continúa riendo. —Oh. —No sería su novio ni soñando, por favor, no me insultes así. —Lo siento, yo pensaba. —comienzo a reír para olvidar esta humillación. ¿Para qué me ando metiendo en cosas que no me incumben? No me reconozco. —Ayúdame con estas cervezas. —me dice y le ayudo, pues no me queda opción.
Descubrí que el chico se llama Henry y que es el hermano gemelo de Olivia, soy un verdadero tonto. ¿Cómo no lo pude ver antes? Hasta se parecen. A diferencia que Olivia es rubia, teñida, lo más seguro.
Cuando llegamos, veo a Olivia sentada en la arena, se ve tan preciosa. —No sabía que estarías aquí. —pues claro que sabía, fue por ti que vine. —¿Viniste? —Sí, bueno estaba aburrido. —en realidad no, podría estar haciendo algo mucho más productivo, pero quería verte a ti. —Eso veo. Siéntate. —me señala a su lado y yo gustoso me siento. —¿Quieres? —la cerveza por alguna razón me da asco, sabe horrible y amarga. —No, gracias. —busco en mi bolsa unos cigarrillos y enciendo uno. Ella me queda viendo como ida, ¿seré tan horrible? La verdad no sé por qué quiero cambiar algo por ella. No creo que valga la pena. Ella es tan, no sé, inalcanzable pero yo solo soy el raro Tim, al que nadie se acerca, solo ella. Creo que es eso lo que me cautivó. Su insistencia. —¡Faltan dos para completar el equipo! —grita Ander. —Olivia, tú vienes conmigo. —le dice. Bueno, ahora tenemos competencia. —Vamos, Timothée. —ni en sueños. —Ni lo pienses, Olivia. —Por favor, no te matará jugar una vez. —me hace puchero. Debo estar tan oxidado que ni me acuerdo cómo hacer un saque. Pero bueno, solo porque no me le puedo negar. —Bien. —¡Yay! Chicos, Timothée viene con nosotros también. —veo que todos me ven asombrados. Sí, sí, estoy jugando por primera vez en mucho tiempo. —Okay, hazlo bien Tim. —me dice el fastidioso de Ander.
El partida termina y nuestro equipo gana. No es por presumir, pero gracias a mí. Mis salvadas siempre serán las mejores. Veo que aún no he perdido el toque. —Buen juego. —me dicen los del equipo. Recuerdo cuando todos ellos solían ser mis amigos. Éramos inseparables. —Te extrañábamos, bro. —me dicen. —Tal vez vuelva a jugar. —río de la loca idea que acabo de decir. Eso jamás volverá a pasar.
—Eso estuvo increíble, Timothée. No sabía que jugaras así. —Fui capitán de volley. —ella me ve asombrada. Que hermosa es. —Eres como una caja de sorpresas. Y cada vez me doy cuenta que no sé nada de ti. —me dice sin quitarme la mirada de encima. Tiene los ojos cafés más lindos que he visto. —Es mejor así. No quieres conocerme. —¿Por qué no? Me pareces interesante. —tú también, como no te imaginas. —No lo soy, créeme. Creo que ya debería irme. —¿Tan temprano? Tienes que esperar los fuegos artificiales de bienvenida. —ni pensarlo. —Nah, es lo mismo todos los años. —me hago el indiferente que los ha visto cada año, cuando en realidad hace dos años que ni salía de esta forma. —Bueno entonces te acompaño a ti. —ya viene con su insistencia de nuevo, me había olvidado de lo molesta que era a veces. —No creo. —Bueno. —¿eso es todo? ¿No insistirá más? —Bromeaba. —¿pero qué dices Tim? Ya te habías safado. —¡Yay! —me abraza y de nuevo me inunda ese sentimiento, de pertenecer.
Lo nuestro jamás podrá ser. Es imposible para mí.
Me sentía tan nervioso, no es por estar con Olivia, claro que no, a lo mejor es porque esta es la primera vez que llevo una chica en mi auto, eso debe ser.
Por mucho que me desagrade esta idea, la espero para poder irnos juntos. No tengo ni idea a dónde la llevaré. El último lugar sería mi casa, para empezar, no quiero que mi madre haga un gran escándalo y monte un show, le contara a mi padre y a mi hermano que tengo "novia" y se hará todo un revoltijo de preguntas. Ni pensarlo. ¿Estará abierto Six Flags? Recuerdo cuando todos los fines de semana íbamos con Pauline, buenos tiempos.
