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Rose estaba en su casa, hoy no había ido a la escuela ya que su flojera la carcomío apenas y se levanto por la mañana, ya era noche y ella solo estaba tomando un café mientras fumaba un cigarrillo.

Ella no era mucho de fumar cigarros, pero últimamente se había vuelto un vicio, desde que los encontró en el cajón de ropa de su padre no dejaba de consumirlos.

Hasta ahora, ya era su quinto cigarrillo del día, y aunque sus padres no estuvieran casi todos los días en su casa, era necesario que no se dieran cuenta de que ella fumaba.

Y aunque ella supiera que no debía de fumar tanto, lo hacia, porque aquella falta paternal y maternal que le hacían falta todos los días hacia que se sintiera vacía, triste. Como un bosque desolado al que nadie quiere entrar por miedo, pero en realidad no hay nada de extraño en el.

Rose se exaltó al oír un ruido bastante fuerte en la carretera afuera de su casa, se había escuchado como si alguien hubiera roto un vidrio contra el cemento.

Rose tenia miedo, ella no vivía en un barrio tranquilo, y aunque no hubieran muchos delincuentes, si que había gente que sin duda podía asaltar su casa.

Rose, con miedo, se puso su abrigo negro y salio en pijama hacia la carretera.

Rose vio confundida a un chico tirado en el suelo, parecía de su edad, tenia el cabello rizado, botas militares y un abrigo negro que le quedaba unas tallas mas grande.

Rose solo se fijo en la botella de Vodka, o lo que quedaba de ella, que estaba en la mano izquierda del chico, la cual era delgada y pálida.

Rose se inco de rodillas al lado del chico, sus rodillas se mojaron por el alcohol que ya estaba derramado por el piso.

Rose retiro un poco el cabello del chico de su rostro, logrando así ver a un chico con la cara muy pálida, un moretón en el ojo izquierdo y con los labios morados.

El chico parecía estar muerto, Rose lo volteo, logrando ver su rostro completo, rápidamente puso su mano por donde estaba su corazón, para sentir si este estaba latiendo.

Afortunadamente, el corazón de aquel chico estaba latiendo, pero no muy sanamente, parecía que su corazón en algún momento podría dejar de latir, y eso asustaba a Rose.

- mierda, que hago...

Rose pensaba en muchas opciones para no dejar a aquel chico tirado en la carretera.

Rose hizo un gesto cansado y opto por la opción de levantar al chico y llevarlo a su casa.

Rose tomo los hombros de el chico y lo levanto con sus pocas fuerzas, el chico no era pesado, mas bien, era muy liviano.

Pero aun así, a Rose le costaba ponerlo de pie, ya que aquel chico literalmente estaba desmayado.

- joder, chico, haz un esfuerzo en tu cuerpo, wstanie nie jest takie łatwe.

(levantarte no es tan fácil.)

Dijo Rose, finalizando sus palabras en polaco.

Rose logro levantar al chico, poniéndolo de pie, haciendo que el chico se despertara un poco de su borrachera.

Rose se fijo que el chico tenia un pequeño raspón en la frente, quizás hecho por la caída que se había dado hace unos minutos.

- ok, ya casi llegamos a la entrada chico, no dejes de respirar.

Rose solo estaba preocupada por que el chico no muriera, ya que su corazón se sentía tan débil como para dejar de latir en ese instante.

Rose abrió la puerta como pudo y entro a la casa, cerrando la puerta detrás suya con el pie.

cigarretes ; boris pavlikovski (Suspendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora