Silencio

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Cuando no podemos hablar sin rompernos, cuando las palabras no destruyen más, cuando no podemos decir ni un hola por que nuestra alma se desborda, es ahi cuando mas debemos hablar.

Cuantas veces no hemos sentido que si hablamos todo se ira a la mierda, que al abrir la boca no habrá vuelta atrás. Lo sentimientos son tantos que no podemos entenderlos y al intentar profundizar en ellos no hacemos más que hundirnos. 

Las lágrimas corren por nuestras mejillas cuando intentamos hablar con alguien, un mensaje de texto se vuelve un calvario, un tema sencillo se convierte en un problema, cada palabra adquiere un significado mayor, cada tecla que oprimimos nos cala en el alma, ya que no queremos hablar de cosas triviales, queremos poder contar como nos sentimos, todo lo que pasa en nuestro interior, pero el miedo... El miedo nunca lo permite.

Miedo a que no nos comprendan, a que no digan las palabras que necesitamos escuchar para poder salir de esa obscuridad que amenaza con consumirnos, terminar con nosotros y no dejarnos salir a la superficie. 

Las palabras cortan en lo mas profundo del alma, el no poder ser capaces de expresar lo que sentimos, el no poder darnos cuenta que hay muchas personas que se preocupan por nosotros, es lo mas peligroso. Sentirnos solo e incomprendidos es mas amenazante que un arma de fuego, ya que nos mata lentamente y de una forma dolorosa, creando desesperación y ansiedad, haciendo todo peor de lo que es.

Nos encontramos ahi, en una cuerda floja, en el que nuestra mente es la única que puede salvarnos, aceptar que hay personas que se preocupan por nosotros, nos quieren y están ahí para ayudarnos es lo que necesitamos para recobrar el equilibrio, ese deseado momento de paz en el que podemos florecer y seguir adelante, pero no es tan facil, es como tener que mantenerte de pie sobre la punta de una aguja, duele. Es algo extremadamente difícil, ya que los comentarios pueden hacernos caer de nuevo y quizá, ya no poder subir jamás.

Los problemas, la mayor parte del tiempo son menores a los que nuestra mente nos presenta y al hablarlos, podemos notar, que no eran tan malos como las voces de nuestra mente nos hacian creer.

Cuando te sientas derrotado y creas que ya no puedes mas, respira y busca en las pequeñas cosas, esos recuerdos que te sacan una sonrisa, tu libro favorito o la cancion que logra limpiarte el alma, tu mascota o tu pintura favorita, tu mejor amigo o algún familiar, y es que aunque las personas no siempre lo demuestran, somos importantes para ellos.

Relatos de una nocheWhere stories live. Discover now