I: Más de dos indirectas

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Porque, de todas maneras y en diferente situaciones, ellos se aman.

| Universo Ninja | NejiTen | 

Disclaimer: Naruto no me pertenece. La historia sí es de mi autoría y está publicada también en mi cuenta homónima de Fanfiction.

Advertencia: En mis historias de universo ninja, Neji está vivo como debió ser.

¡Espero que sea de su agrado!

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Tenten tomó el cheongsam que le llamó más la atención de toda la tienda: era de color guinda con algunos dibujos de flores, largo y con una sola abertura en el lado izquierdo, desde la cadera hasta su tobillo. Sonriendo de oreja a oreja, se lo mostró a Temari en búsqueda de su aprobación. La rubia, quien tenía una bolsa de compras colgando de su antebrazo, le correspondió con una sonrisa ladeada, asintiendo y diciéndole que era un buen traje para la boda de Naruto y Hinata.

Sin necesidad de probárselo, la castaña se dirigió a la tendera para pagar el vestido.

—¿Crees que Hyuga sea tan feliz con Naruto, tal y como alardea? —comentó su amiga de Suna, cuando estaba esperando su vuelto.

—¿Acaso lo dudas?

—Se casa muy rápido. No pasaron ni dos años del rescate de su hermana por parte de Otsutsuki, y ya le pidió matrimonio el Uzumaki.

—Pues tú estás esperando a que Shikamaru te dé el anillo. La envidia no es buena.

—Ese vago me lo debe, es lo menos que puede hacer. Lo nuestro fue desde antes —Tenten rio estruendosa, tomando la bolsa y agradeciendo a la mujer del negocio—. Es más, está tardándose. Así como tu Hyuga. Supuestos genios tenían que ser.

—Yo no estoy desesperada por casarme —rebatió, sonriendo orgullosa, una vez que ambas salieran de la tienda. Temari sonrió burlona.

—Eso es ahora. Espérate a que pasen los meses.

Prefirió no contestarle, pues sabía que la rubia seguiría con el tema si lo hacía.

La boda de Uzumaki Naruto y Hyuga Hinata, fue a los pocos días; precisamente, un sábado en que Konoha estaba de fiesta, pues el héroe de La Gran Alianza Shinobi contraía nupcias con la mujer que siempre lo amó. No solo los invitados eran de la Hoja, pues de las demás aldeas vecinas también habían llegado los amigos más cercanos del rubio, al lugar donde estaban celebrándose la fiesta posterior al matrimonio: en los territorios del Clan Hyuga.

Los recién casados bailaban, riéndose de cualquier broma que solo ellos entendían; Hinata le susurraba algo en el oído a Naruto, y este sonreía feliz escuchando atento, antes de contestarle lo que sea que le haya dicho, pero no murmurándoselo. Parecía que estuviesen solos y no rodeados de tanta gente, pensó Tenten, mirándolos desde la esquina del lugar y tomando un sorbo de su sake.

—Se nota que están en su burbuja de felicidad, ¿no lo crees? —le preguntó la castaña a Neji. Él, cruzado de brazos a su lado, ataviado en su yukata ceremonial de color plomo con el símbolo del clan en su espalda y su cabello sin sujetar por un cinto, dejó de mirar al frente para dirigir su atención a su novia.

—Hinata-sama anhelaba su boda.

—Es obvio. Lee me contó que Naruto, en la misión que tuvieron juntos, contaba los días por casarse —Neji asintió, pues también Lee se lo dijo—. Se dice que uno de los sueños de la mayoría de mujeres, es casarse algún día... no sabía que también lo era de los hombres, ¿tú qué opinas?

𝓓𝓮 𝓽𝓸𝓭𝓪𝓼 𝓶𝓪𝓷𝓮𝓻𝓪𝓼 (𝓝𝓮𝓳𝓲𝓣𝓮𝓷)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora