VI: Muchos gatitos

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Disclaimer: Naruto no me pertenece, tampoco la portada.

Aclaraciones: | Universo Ninja | Post-Guerra | NejiTenten | 

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Tenía que reconocer que estaba de lo más cansada después de regresar de esa misión. No precisamente porque haya sido demandante o de un rango superior, sino porque la aldea a la que fue quedaba bastante lejos y el viaje terminó por agotarla, aunque estaba segura de que no era la única fatigada por los días de viaje. Además, el paquete de aproximadamente siete kilos que llevaba entre sus brazos le pesaba más de lo que en verdad podía sostener.

Tenten exhaló profundamente por segunda vez. Ya habían llegado a las puertas de Konoha.

—¿Estás bien?

La joven mostró más aplomo al escuchar la voz de su compañero de misión al lado. Le sonrió a Neji, asintiendo levemente, pues no quería aparentar lucir más mallugada que él. Sin embargo, estaba convencida de que el pelilargo no le creyó, no por nada se conocen más de ocho años. Asimismo, después de la Cuarta Guerra Ninja, la amistad que llevaban logró afianzarse mucho más de lo que por sí era. Si es que podía seguir llamando amistad a la relación que tenían, puesto que, si bien no eran pareja debido a que ninguno de los dos mencionó algo al respecto, no consideraba tan "de amigos" irse a todos lados juntos, visitarse a menudo en sus casas, entrenar casi siempre en el Complejo Hyuga, almorzar y cenar juntos, coincidir en las misiones, así como la exclusividad de salidas a otros lugares, precisamente no a entrenar.

Todo desde que lo vio despertar en la cama del hospital después de terminar herido de muerte. Sí, quizá no debió ser tan impulsiva de abrazarlo fuertemente en esa ocasión, como tampoco debió haberlo besado la semana siguiente. Y la siguiente de esa, y la siguiente, y los seis meses siguientes hasta el día de hoy, algo que se volvió inevitable. En fin, tal vez todos en la aldea los consideraban pareja y ellos no se habían encargado precisamente de negarlo. Para qué, si ella estaba más que feliz con el Hyuga y no necesitaba de un nombre a su relación.

—Al fin llegamos, creo que sería bueno caminar más rápido, ya casi no siento los brazos —admitió la castaña, al ver que estaban cerca de la torre del Hokage. Neji, a su lado y con un paquete todavía más pesado que el suyo, enarcó una ceja.

—Te dije que podía llevar tu carga sin problemas.

—Oh, vamos, no soy tan débil.

—Estás cansada.

—Tú también, genio.

—Tenten-san, no sea así con Neji-san. Él solo está preocupado por usted.

La pareja giró ligeramente hacia el muchacho que los seguía, con una carga todavía menos pesada que la de la fémina. Eso último era razonable, puesto que era un niño todavía, un chūnin que les acompañó a la misión y hasta estaba más emocionado que ellos dos juntos. "Casi olvidaba que estaba con nosotros" pensó la chica, divertida.

—Silencio, Katsuo.

—Sí, señor Neji, mil disculpas.

Tenten soltó una risa, volviendo su vista al frente. Aquel chiquillo le tenía un respeto casi impresionante al pelilargo. Negó con la cabeza, mientras siguió con el camino y reconoció que estaba por llegar a la zona donde tenía su departamento. Además, justo pasaba por la tienda de abarrotes que quedaba bastante cerca, aquel toldo amarillo era fácilmente identificable. Lo miró sin buscar algo en especial, pero detuvo su mirada al notar un ser sobre ese toldo.

Se detuvo sin pensarlo mucho, mirando tiernamente el gatito bebé (calculaba unos cuatro meses), el cual no dejaba de ver a un par de gatos visiblemente mayores y experimentados que hurgaban en la basura y sacaban restos de ahí. La castaña reconoció de inmediato que era el mismo gatito que vio antes de ir a la misión.

𝓓𝓮 𝓽𝓸𝓭𝓪𝓼 𝓶𝓪𝓷𝓮𝓻𝓪𝓼 (𝓝𝓮𝓳𝓲𝓣𝓮𝓷)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora