Ya habían pasado nueve años desde el nacimiento del Joven YoonGi y sus padres lo presionaban para que entrara a la iglesia y cumpliera sus obligaciones pero al pequeño Min no le agradaba la idea ya que su hermano mayor le había contado que a veces se podían escuchar llantos dolorosos de una mujer pero sus padres le decían que solo eran historia para asustarlo.
YoonGi iba estudiando todo lo necesario para no tener problemas cuando se uniera, tenía pilas de libros y se la pasaba la mayor parte de su día en su alcoba leyendo cada párrafo de esos libros de más de quinientas páginas el era feliz llenándose de conocimiento. Cuando cumplió los diez años sus padres le regalaron un libro especial donde venían rezos para deshacerse de los demonios que se colaban en la Iglesia para acabar con el rebaño de Dios, el chico quedó sin palabras y comenzó a leerlo de inmediato
I
Un demonio
Es un no humano del cual se debe tener cuidado, podría acabar contigo solo con mirarte a los ojos jamás debes acercarte a uno no importa que suceda si en caso de que alguno se cruce en tu camino tienes que llevar contigo un crucifijo, agua bendita y decir los rezos en latín:
*Salmos 3 –Dómine, quam multi sunt qui tribúlant me
*Salmos 139 —Erípe me, domine, ad hómine malo
*Salmos 140 —Dómine, clamo ad te: cito succurre mihi
I
El pequeño joven Min no durmió hasta llegar a la mitad de su nuevo libro, el día de mañana sería su primer día en la iglesia, eso le llenaba de emoción pero a la vez le aterraba el echo de encontrarse con alguno de esas criaturas como había dicho el libro y su hermano...
YoonGi
–YoonGi hijo...llegarás tarde...-mi madre tocaba mis mejillas dando pequeños golpecitos en ellas.
–Mmm ya voy.-abrí los ojos con algo de pesadez y me levante a darme un baño, me puse una santa túnica color negra que me llegaba a la cadera y unos pantalones del mismo color, cepille mi cabello y fui con mi familia a desayunar, los comentarios de mi hermano solo hacían que me pusiera mas nervioso "ten cuidado con los demonios" "recuerda si escuchas el llanto solo corre" mi madre y padre lo callaron cuando me vieron arrepentido de ir.
Al fin estaba fuera de las grandes puertas castañas de la iglesia, uno de los sacerdotes me recibió con cariño y me enseñó las catacumbas que al parecer es donde solo yo iba a tener acceso, me pidieron ir por el vino y agua bendita cerca de la Fuente del jardín, solo ayude con eso los primeros dos meses y limpiaba las catacumbas, hasta que subí de puesto convirtiéndome en monaguillo, portaba la misma túnica pero tenía unos lazos en el cuello color morados, mis padres estaban orgullosos de mi pero mi hermano... Cada día estaba distante conmigo y yo no comprendía, mis padres me comentaron que él no era así, todo paso después de que iba a convertirse en un sacerdote, estuvo tan cerca pero a la vez lejos, jamás le contaron la razón. Llegue a casa a las cinco y media de la tarde, me moría de hambre porque ayunaban la comida y almuerzo, mi madre preparo una ensalada con frutos del huerto pues toda mi familia era vegana excepto mi hermano yo jamás comí carne o algo relacionado con el orígen animal, mis padres decían que al no comer carne Dios nos daría un lugar especial en el cielo. Fui a vestirme y acomodar mi ropa para el día siguiente...
La tarde fue normal, hablamos del como me había ido en el día pues siempre desde el primer momento que asistí se llenaron de emoción.
–Hijo escuchamos que la hija de la familia Jung vendría, ¿quisieras conocerla? También tiene un hermano -mi madre me miraba expectante pero me puse nervioso, nunca había convivido con alguna niña o niño de mi misma edad, solo con mi hermano y un monaguillo que era un año mayor que yo.
–No lo sé madre... Lo voy a pensar, tengo muchas cosas que hacer en las catacumbas y ayudar a los sacerdotes, no creo que tenga tiempo para hacer amistad. – Dije comiendo del arroz que había hecho mi padre.
–Hijo, te hará bien convivir con ellos, son buenas personas. –Esta vez dijo mi padre pero solo me encogí de hombros. La noche fue algo incómoda porque mis padres hablaban de los Jung, cuando termine mi cena lave mi plato y me fui a mi alcoba, mi hermano estaba ahí lo que se me hacia raro pues siempre estaba de malas y encerrándose en su propia alcoba.
–Geum-Jae, ¿qué haces aquí? –Le di una leve sonrisa acercándome a mi armario– nunca estás en mi alcoba.
–¿Quieres saber el porqué cambie tanto y no me convertí en sacerdote, verdad? –Aunque yo estaba de espaldas sentía su mirada– Te lo contaré pero vamos al ático. – Me vestí rápido y fui con él, encendió unas velas y nos sentamos en el suelo. Mi mirada viajaba por todo en el ático, antes veníamos aquí tan seguido hasta que se distanció.— bien...
Flashback
(Geum-Jae)
Yo era un chico igual que tú de aficionado, amaba toda la historia de la iglesia, sabía Latín a la perfección e igual mis padres estaban orgullosos de mi, me ponían las mismas cosas que a ti...
–Hola pequeño Geum...sígueme necesito que me ayudes con el agua bendita que está en las catacumbas– Yo, como idiota, acepte y lo acompañe...ese día perdí todo lo que me quedaba de inocencia, exacto, fui abusado por alguien quien yo había puesto mi confianza...
Fin del Flashback
–YoonGi... no quiero que te pase lo mismo que a mi, ten cuidado en quien pones tu confianza que nadie te arrebate la inocencia que tienes, eres mi hermanito– sus ojos estaban llenos de lágrimas y su voz algo quebrada, me dolía ver a mi hermano así...
–Tranquilo hermano... Recuerda que yo no pongo mi confianza tan rápido en la personas.– Sonreí y le di un abrazo, esa noche nos quedamos platicando una buena parte de la noche, extrañaba a mi hermano mayor pero tuve que volver a mi alcoba, pues mi madre iba a regañarnos. Me acosté en mi cama...algo me impedía dormir...
–B-basta padre Simón...me está a-asustando...–
Todo era obscuro solo se podían apreciar dos siluetas una en el suelo y la otra frente a él
–Tranquilo YoonGi... no pasará nada y tampoco se lo dirás a tus padres–
Su túnica cayó al suelo... Comenzaba a sentir presión en el pecho...
–¡Aléjate de él!—una tercera silueta apareció empujando con fuerza a la que estaba de pie, su cuerpo era algo extraño como si portara algo en la espalda, algo grande y color negro... Me desperté de golpe y sentía que moria, estaba sudando de la frente y mi pecho no dejaba de subir y bajar... ¿qué fue eso?
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Si notan un error ortográfico háganmelo saber ❤️
Aquí los asteriscos del principio:
Salmos 3 —Señor, cuán numerosos son los que me atribulan
Salmos 139 —Líbrame, Señor, del hombre malvado
Salmos 140 —Señor, a Ti clamo: socórreme prontamente
Espero que les guste.
¿2024?
