Después de la batalla contra Pain efectuada en Konoha, una misteriosa mujer aparece en las puertas principales de la aldea con un niño acompañándola. Ese niño es el legítimo hijo del fallecido Sanin legendario.
No tenían reloj pero en sus cabezas escuchaban el ticktack que les indicaba que el tiempo seguía corriendo y no se detendría por nada del mundo, así que comenzaron con el lanzamiento de kunais en varios arboles hasta dejar agujeros que serian rellenados con el paso del tiempo por la misma corteza o el musgo del lugar. Se practicaron varios jutsus que rozaban la clase E pero que demostraban el gran manejo de chakra que tenia un joven aun habiendo crecido lejos de su destino como ninja.
-Vaya que se nota que eres el hijo de Jiraiya- Siempre que decía algo parecido a Nozomi, este se animaba mas y sus energías volvían a él con más poder.
En cierto punto de la noche, justo cuando los grillos comenzaron sus sinfonías incesantes Naruto saco un pequeño cascabel dorado de su bolsillo derecho y se lo mostró al niño.
-Es momento de probar de que estas echo- A su memoria habían regresado esos recuerdos de cuando le hicieron la misma prueba y cuando la perdió contra su maestro. Sabia que era casi imposible que Nozomi lo lograra a la primera pero era un ejercicio muy útil para saber si había aprendido lo suficiente como para ser un rival competente contra el ninja que logro derrotar a Pain y salvar a la aldea.
-Tienes que quitarme el cascabel usando todas tus habilidades, si te detengo antes de que lo logres habrás perdido, ¿Entendido?, te doy tiempo para que te ocultes y empezaremos.
Nozomi asintió con la cabeza y se fue corriendo entre los arboles hasta perderse de vista. Naruto se amarro el cascabel a la cintura y se subió a una de las ramas del primer árbol que vio, se puso en cuclillas a esperar el menor rasgo de movimiento de su casi hermano.
No hubo ataques directos, solo vio pasar a varios clones que de un kunai desaparecían rápidamente. Se hacia algo repetitivo, tal vez esperaba cansar a Naruto para atacarlo por sorpresa pero no hubo señales de ese plan. Ya estaba amaneciendo en el horizonte y se podían escuchar algunos gallos de una granja vecina, el tiempo de agotaba y Nozomi estaba lejos de conseguir el cascabel.
"Es demasiado precavido, no quiere cometer ni un solo error", empezaba a evaluarlo, era claro sus diferencias entre padre e hijo pero se entendía por la vida anterior que llevo el niño dentro de burdeles y lugares de mala muerte. Fueron infancias muy distintas.
Sumergido en sus pensamientos sintió como el suelo comenzó a temblar de manera salvaje pero no era el suelo, sino el árbol donde estaba subido. Sin previo aviso este se empezó a precipitar hacia abajo, rápidamente salto hacia otro mientras veía como se desplomaba el tronco al piso. Se escucho estrepitosamente por el lugar, Naruto temía que alguien viniera a regañarles por el ruido y los destrozos así que se dispuso a encontrarlo de una vez por todas y ponerle fin a la practica.
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Salto de rama en rama aprovechando la vista para encontrarlo mas rápido hasta que escucho a lo lejos un grito de desesperación que pertenecían a Nozomi que había quedado atrapado bajo el árbol que tiro y que ahora le aplastaba las piernas de tal forma que con el peso y el dolor era incapaz de escapar y solo podía clavar sus uñas de desesperación en la dura madera que le estaba dejando astillas en toda la mano.
-¡¡¡NARUTO AYÚDAME!!!- Fue lo que alcanzo a decir hasta que le broto sangre de la boca.
Naruto no podía creerlo, en su intento de conseguir el cascabel había ocasionado un accidente, no recuerda en que momento sonaba una brillante idea poner a prueba a un niño nuevo en las artes ninjas, seria muy hábil con los jutsus pero aun carecía de habilidad motriz que se va consiguiendo con los años en la academia. Ahora la vida de Nozomi pendía de un hilo.
El árbol era lo demasiado grueso y grande como para quitarlo el solo, tendría que optar por usar el modo sabio para aumentar su fuerza pero los gritos de Nozomi no lo dejaban concentrarse, su nivel de estrés estaba llegando a un punto en que la bestia de las 9 colas empezaba aparecer sin que Naruto pudiera hacer algo. Todo iba de mal en peor hasta que sintió un gran golpe en la nuca que lo dejo noqueado en el suelo siendo la ultima imagen que vio fue al pobre niño que ya no se movía.
