Capitulo 1

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Narra Vegetta

Me encontraba caminando por los senderos del pueblo, me aseguraba de que los aldeanos se estuvieran refugiando, la noche se sentía algo fría por lo que decidí empezar a caminar a mi mansión. Iba por él ultimo sendero antes de salir del pueblo, pero pare repentinamente al sentir un dulce olor en él ambiente, un olor que jamas había olido en este pueblo.

-que raro...-inhale ese delicioso aroma, venia de un omega -...nadie en él pueblo tiene aroma a fresas...

Su aroma se sentía un poco decaído, al parecer estaba preocupado y nervioso, sin pensarlo mucho segui ese aroma. Después de unos minutos vi que había un chico espiando en una de las tiendas, estará robando?!

-EY! -rápidamente vi como giro su cabeza en mi dirección. -que haces espiando esa tienda?

-ehh... Lo siento, solo pensé que era un lugar donde dormir...-al verlo me sorprendí, era un poco mas bajo que yo, unas orejitas de oso apenas se asomaban por su cabello castaño, este apenas se podía notar por una hermosa tintura de un rubio cenizo, además que por la tenue luz de la luna, se podía notar su piel blanca y delicada, pero lo que más me llamo la atención fue su aroma, fresas...-solo iré a buscar otro lado...

-no...puedes quedarte en mi casa, tengo una habitación aparte -hablé rápido, la noche era peligrosa.

-no se, eres un desconocido, no creo que me pueda fiar de ti -dijo mirándome, aunque no lo culpo, tomaría su misma decisión si fuera omega, pero a pesar de todo, no lo voy a dejar aquí solo.

-si, se que no nos conocemos, y te entiendo al desconfiar en mi, pero no puedo dejar que los mods de la noche te hagan daño -estaba dudando, pero unas gotas que caían del cielo ayudo a que él tomara una decisión rápida.

-esta bien, vamos ya a tu casa -sonreí, le hice una seña para que me siguiera y los dos comenzamos a correr en dirección a mi casa.

Al estar ya en la isla, nos refugiamos a dentro, le pedí que me esperara un momento, fui rápido a mi habitación y me cambie, también tome la pijama más pequeña que tenia y se la lleve, a pesar de que corrimos nuestras ropas si llegaron a empaparse.

-ten, es ropa seca, cambiate o te enfermaras -le dije mientras le ofrecía la ropa, él solo asintió y las tomo -preparare una cena, aquí te espero -y sin decir más le señale donde quedaba él baño...

Narra Rubius

-ten, es ropa seca, cambiate o te enfermaras -dijo acercándome unas prendas moradas, yo asentí y las tome -preparare una cena, aquí te espero -él me señalo él baño así que fui a este.

La llegada a este pueblo si que fue extraño, simplemente buscaba un lugar donde pasar la noche y resulte en él gran baño de un alfa desconocido, aunque se ve que es de mucho dinero, no cualquiera puede tener una casa, no, mejor, una mansión así de grande...

Deje de pensar y me quite mi ropa mojada, esta decidí empacarla en una mochila que llevaba conmigo, tome la ropa que me dio ese alfa y me la puse, me quedaba un poco grande pero por lo menos era cómoda, tome prestada una toalla del baño y seque un poco mi cabello. Al estar listo baje a donde estaba antes, en la mesa se encontraba sentado ese alfa con una gran comida servida en la mesa, con un poco de timidez me senté lo más separado de él. Ambos comenzamos a comer en silencio y no cabe de mal decir que cocinaba delicioso!.

-oye, aún no nos conocemos, me puedes decir como te llamas? -pregunto interrumpiendo el silencio, yo lo mire y tenia una suave sonrisa en su rostro.

-me llamo Ruben Doblas, pero todos mis amigos me dicen Rubius -respondí, él sonrió un poco y volvió a comer, tal vez no sea alguien malo -y tu como te llamas?

-me llamo Samuel de Luque, pero tu dime Vegetta -respondió a los segundos, Samuel de Luque, nunca había oído un apellido tan elegante y lindo.

-es un gusto conocerte...-le di una pequeña sonrisa, ambos continuamos comiendo, pero tenia una duda. -...porque me ayudas? -al instante vi como él paro de comer y me miro.

-solo no te podía dejar solo en la noche, por si no sabes a ciertas horas todo se vuelve muy peligroso -respondió y siguió comiendo tranquilo, pero y si me esta mintiendo?, que me asegura que no me hará nada esta noche? -Rubius, si me dejas llamarte así, no te preocupes, no te haré nada lo prometo, solo me sentiría intranquilo si no te ayudaba, solo disfruta la comida, cuando acabes te enseñare tu habitación.

-Esta bien, gracias, por cierto, cocinas delicioso -él río un poco, solo por esta vez confiare en él, ya mañana por la mañana buscare un lugar y me iré de aquí...

Al acabar de comer, nos levantamos y él recogió los platos vacíos de la mesa, ambos caminamos escaleras arriba pasamos por unas habitaciones y abrió la puerta de una de estas.

-puedes descansar aquí, cualquier cosa que necesites estaré al frente y si tienes hambre o sed, sientete libre de tomar cualquier cosa que desees -yo asentí con una pequeña sonrisa, él me sonrió y se fue entrando a la habitación del frente.

Ingrese a mi habitación y cerré la puerta, esta era bastante grande, camine a la cama y de un salto me acosté en esta, él colchón era blando y cómodo, me relaje y me moví un poco en esta, a los segundos sentí como la cama desprendía él olor de ese alfa, él aroma no era tan fuerte así que no lograría hacer que entre en celo.

Él aroma no me incomodaba por lo cual me metí por debajo de las sabanas, estaba muy cansado por él viaje así que decidí cerrar mis ojos, todo mi cuerpo se relajo así que me deje llevar...

El Color De Mi Vida [Rubegetta] Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora