Stupid Demon | Joenry Book shit - BATIM [Finalizado]

D - 6

(Como dije en una parte, no tiene tanta....ya saben, aH)
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Ambos se encontraban en la oficina, se llegaba a ver como el peli-café llegaba a besar en las mejillas al de lentes, quien estaba con sus mejillas ruborizadas.
Ninguno parecía importarle lo demás, la pareja simplemente estaba en sus asuntos.

El peli-negro solo agarró de la camisa del contrario para así acercarlo más a él, para así unir sus labios en un beso amoroso, ambos se deseaban el uno al otro.

En otro lado, el pequeño demonio buscaba con quién jugar ya que Boris estaba practicando al igual que Alice; The Butcher Gang estaba ayudando con ciertas cosas en el estudio, cosa que dejaba a Bendy sin nadie con quién jugar.
De ahí pensó en que a lo mejor la señorita Rodríguez quería jugar con él, ella era como una niñera, así que decidió preguntar a los que conocía como “ padres ” si sabía dónde estaba la chica.

Los otros dos pues...
Estaban en sus mismos asuntos.
Se veía al de ojos grises desabrochar un poco la camisa del contrario, quien aún besaba los labios del contrario.
Cuando el demonio llegó a la oficina, abrió la puerta y se asomó para verlos, aunque solamente veía.

— ¿Que hacen? —se escuchó decir eso del pequeño demonio, quién alertó a los dos adultos.

— ¡¿Y tú qué chingados haces aquí?! —se quejó Henry, solamente se veía algo nervioso debido a la situación.

— Tampoco me hables así —respondió, fingiendo estar dolido—. Quería saber dónde estaba la señorita Rodríguez.

— Debe estar en otro lado, ¿Bien? —habló Joey, con cierta vergüenza.

Justo en eso, la secretaria llegaba con un documento y vio la escena, cosa que hizo que todo esté más con el ambiente incómodo.
« Vaya, ¿Terminaron sus asuntos o...? » hablaba aquella chica, sonriendo nerviosamente.

— ... ¿Tú que crees? —preguntó el peli-negro, con ironía.

La chica solamente tomó de la mano a Bendy—. Exijo un aumento después de esto —habló—. Verás Bendy, solamente estaban con cosas de parejas.

— ¿Es lo que hacen? ¿Por qué?

— Solo en pocos casos, para demostrar cariño y así será cariñoso.

— Ah... Bien —dijo, feliz.

La chica hizo una seña de que se iba, se marchó junto al demonio y cerrando la puerta.

Los otros dos aún seguían con la vergüenza después de esto.
« Sigamos con el trabajo... Ya sabes » respondió Henry, algo aún incómodo.
El peli-negro asintió, digo... Vaya, que raro, ¿No?

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