La vida había sido muy injusta para las hermanas Blossom, su hermano Jason había muerto, su único fuerte en esa espeluznante familia.
Debido a serios traumas que dejó su padre, Charlotte se va a un internado fuera de Riverdale, deja...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
“You kill him”
🍒♦🍒
Lo observaba atentamente por la puerta entre abierta, se estaba arreglando una de sus raras y retorcidas pelucas pelirrojas.
Él misterio del porqué desapareció él rojizo cabello que caracterizaba a Clifford Blossom, diría su hermana.
A su vez que notaba cómo guardaba él anillo de compromiso de Polly que le dio Jason, en un cajón cerrado a llave.
Estaba más que claro para ella. Ya sabia la verdad, la verdad de los Blossom, y era repugnante, hasta un punto en querer escapar como su hermano mayor lo había hecho.
O bueno, intentado.
Ella sabia perfectamente qué le había pasado a su hermano, lamentablemente. No cabía dudas, Charlotte sabia que no era Maple lo que los había vuelto millonarios, sino la nueva droga, Jingle Jangle.
Podía acudir al Sherrif Keller, podría huir a decircelo a los Cooper, quienes resultaron ser sus parientes. Podría ir con Cheryl. Pero no.
Charlotte temía, no de Thornhill, no de la rara costumbre de tener un cementerio en su propia casa. No de enterrar a su hermano en su jardín. No de tener a una madre desamorada y psicópata que planta veneno. No de una abuela con pérdida de memoria y que lleva alma de diablo.
De su padre.
Si Penelope era parte del negocio de drogas y no había dicho nada ante la policía ni pedido ayuda, y su padre había matado a su hijo. ¿Qué le haria pensar que se sentiría a salvo? Si su padre tenia a la policía bajo su mano con sólo unos billetes, y había manipulado a FP Jones a ir a la cárcel por él.
Era obvia la respuesta: escapar.
Debía dormir todas las noches al lado de su hermana, con la puerta cerrada con llave para no morir quizá siendo asesinadas por la noche. Revisar más de una vez si su comida o bebida no contenía alguna sustancia rara. Y tratar de sacarle a su Nana la mayor información que se le escapara.
Debía huir de ese infierno, antes de que su padre la matara.
Y ese pensamiento se salió de sus labios en voz alta.
—Lo mataste.– susurró.
Clifford se volteó,
—Estás muerta, hija.
Sólo Nana Rose escuchó sus gritos, sin embargo no pudo hacer nada más que escuchar y esperar a que su nieta llegara para contarle lo malévolo que era su padre.