III

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H A L E Y

No tenía ni idea de que hacer, ella no estaba en ningún lado.

Estaba sentada en el piso de su habitación con mi espalda recostada el costado de la cama mientras sentía como las lágrimas recorrían mi rostro y pensé en que lugares buscarla o más bien, quien podría tenerla.

¿Jessie? No, recién despierta

¿Andrea? Tampoco, ella estaba de viaje fuera de la ciudad.

Piensa Haley, piensa…

“¡Melanie!” –grité de golpe mientras me levantaba rápidamente del piso para poder ir por mi teléfono y llamarla.

Dios, ¿Cómo no se me había ocurrido antes? Creo que estaba muy preocupada pensando en que condiciones estaba o si había sufrió algún ataque de asma. Estaba rogando para que esa no hubiera pasado ya que su inhalador sigue aquí y sin el era muy difícil hacer que alguno de sus ataques  cesaran.

Tomé el teléfono y marqué rápidamente el número de mi mejor amiga. Sonó tres veces antes oír su alegre voz.

“¡Hola! –río- ¿Qué ocurre? Tu nunca llamas a esta hora ¿todo esta bien?”

Estaba respirando pesadamente, ella se oía muy distraída como para saber que algo malo le pasó a mi hija. Apreté mis labios a la misma vez que cerraba mis ojos e intentaba regularizar mi respiración, suspiré-

“¿Tu-tu tienes a Annie?” –dije en voz baja, estaba temblando y sentía como mi corazón latía. En algún momento va a salir, lo sé.

“¿Annie?” –preguntó confundida-

“Sí, Annie, mi hija” –coloqué una mano en la mesa de la cocina. Me estaba desesperando.

“¿No te dije que ella estaba conmigo?” –dijo-

Solté el aire que estaba conteniendo y sentí como una oleada de alivio me recorría. Annie estaba sana y salva pero todavía no entiendo porque no estaba en su habitación a las 3:15 de la mañana y que estaba haciendo Melanie con ella.

“¿Por qué mierda no me habías dicho que Annie estaba contigo? ¿Por qué no me avisaste? ¿Entraste a mi casa a media noche y solo te la llevaste? Joder Kristina, ¿Sabes el puto susto que me diste? –hablé tan rápido que creo que ella no entendió nada, pero no me importa, estaba demasiado molesta como para estar hablando despacio. Pase una mano por mi cabello tratando de tranquilizarme.

“¡No me llames por mi segundo nombre, sabes que lo odio! –Bufó y yo rodé los ojos- si, si tengo a tu hija. No, no entré a media noche a tu casa –hizo una breve pausa-  entré a las 2:30 y no te avisé nada ni te dije lo que íbamos a hacer porque sabía que ibas a negarte. Pero tranquila Hale, ella está bien, yo tengo un inhalador por si lo llega a necesitar y te la voy a entregar mañana por la mañana” –dijo-

“¿Por qué mañana? ¿Por qué no puede ser hoy?” –pregunté-

“No creo que tenga mucha energía como para volver a tu casa y abrazarte después del concierto” –calló rápidamente y oí como golpeaba su frente varias veces y se llamaba “tonta”-

Beautiful mistake - J.B #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora