Capítulo II

75 0 0
                                    

Cuando llegué a las instalaciones del equipo de fútbol americano, mejor llamados "Halcones", hable con el entrenador y mi única tarea era limpiar los casilleros que tenían bastante tiempo sin ocupar ¡tarea fácil! O al menos eso pensaba pero cuando los abrí me lleve la sorpresa de comida echada a perder ¡APESTABA! Me tuve que alejar para no cometer el ridículo de vomitar al frente de todos y entonces empecé a limpiar con los utensilios que me brindó el entrenador Connor, me lleve un largo tiempo para terminar y ya empezaba a irritarme ver tanto metal gris, creo que a nadie le gustaría quedarse a servicio después de su primer día de clases pero en fin, solo éramos mi música y yo, mientras limpiaba repasaba las cosas que me habían ocurrido en el día, como cuando en el salón una chica llamada Keyla decidió hablarme y me presento a todos sus amigos, a mi nunca me ha gustado estar rodeada de tanta gente, ni mucho menos hablar mucho, no soy muy buena iniciando una conversación sin embargo ella y sus amigos me hicieron pasar un buen rato, tuve que salir de mis pensamientos porque sentí que alguien tocaba mi hombro entonces quite un auricular de mi oreja y al voltear lo encontré a el, al chico del pasillo que había llamado mi atención y me estaba hablando a mi, obviamente sentí vibrar todo mi cuerpo y mi corazón empezaba a latir muy rápido ¡Que efecto tan raro!
-Hola, oye ¿me podrías decir el nombre de la canción que estás escuchando?-.
Me quede mirándolo fijamente mientras pronunciaba esas palabras, llevaba una camiseta blanca, pantalones de mezclilla y se veía guapísimo.
-Emm.- no pude evitar el tartamudear, no se porque produjo ese efecto en mi.- si, claro, emm... ¡MIND! La toca Willamette Stone.-
-Gracias
Le sonreí y continue limpiando los casilleros no sin antes reproducir mi música.

(...)

Al llegar a mi casa empece a mensajear con Oliver porque quería todos los detalles de mi primer día y así se fue mi tiempo.
Después de unas horas mi mamá llego y decidió que era un buen día para llevarme de compras.
Cuando llegue a mi casa eran las 8 p.m. así que tome una baño y para terminar mi día hablé con mi papá, que por cuestiones de trabajo, tuvo que salir con un vuelo hacia Londres y regresaría en un mes, mientras estaba sola con mi mamá.

Esta es la cuestiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora