𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐑𝐄𝐂𝐎𝐑𝐃𝐀𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐋𝐀𝐒 𝐑𝐄𝐆𝐋𝐀𝐒 𝐐𝐔𝐄 𝐑𝐎𝐌𝐏𝐄𝐒
La última vez que el Departamento para la Seguridad Mágica del MACUSA envió un mensaje de emergencia fue en 1926, cuando un aviso fue mandado reclamando que el nivel del Esta...
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"HE HECHO COSAS QUE NO TIENEN PERDÓN, PERO SERÁ MEJOR QUE TE ACOSTUMBRES. SOY UNA MALA NOVIA." Duffy Dagny probablemente quede en la historia como una bruja extraordinaria, pero mientras ella salía del restaurante Per Se el sábado por la noche, estaba segura de que podía añadir el título de peor novia del mundo a su historial.
Vestida como en los noventas mientras esperaba en la acera, ella había sabido desde el principio de la noche que no iba a acabar bien. Todo empezó cuando su inestable novio desde hacia 5 años, Andrew Dempsey, la había llamado con la idea de tener una cita nocturna. Él le contó que por fin había conseguido una reserva en el exclusivo restaurante Per Se, y quería que ella se pusiese su mejor vestido negro para la ocasión.
Casi instantáneamente, Duffy podía sentir cómo su estómago se revolvía con el recuerdo de los eventos que habían sucedido antes. Había una razón por la que su pareja era inestable y era porque Duffy había rechazado dos veces la propuesta de matrimonio de Andrew, contando esa noche como la tercera vez.
Ella sabía lo que venía incluso antes de llegar al restaurante, mientras Andrew la llenaba de cumplidos sobre toda su apariencia, algo que cualquier otra persona hubiese visto como halagador. Andrew le había dicho que la quería tanto que no había otra mujer en el mundo destinada para él. Esa noche, después de intentar calmar sus nervios, los dos se sentaron en una esquina del restaurante, buscando intimidad, mientras Andrew le susurraba todo tipo de cumplidos al oído que la hicieron sonreír y sonrojarse. Demasiado pronto para su gusto, ella había olvidado que estaban en el restaurante, ya que toda su atención se enfocaba en el hombre que tenía delante.
Las cosas que él le había dicho, en un estado mental correcto, le hubiesen hecho darse cuenta de a dónde iba todo, pero Duffy estaba tan perdida en sus palabras que estaba cayendo de lleno. Andrew quería estar con ella el resto de su vida, y con ese pensamiento, vestido en un pequeño y elegante traje negro, se colocó sobre su rodilla para proponerle matrimonio una vez más. Su mirada verdosa estaba rogando para que Duffy diese un sí quiero, y realmente había una gran parte de ella que quería hacerlo, sin embargo, mientras el resto del restaurante habían girado sus cabezas para poder mirar la romántica escena, se llevaron la sorpresa de sus vidas cuando vieron que Duffy negó con su cabeza.
No.
– No – Ella le había susurrado, viendo como su expresión de esperanza desaparecía cuando fue rechazado por tercera vez, – Lo siento mucho, Andy. –
Era como si de repente se hubiese convertido en la villana mientras se levantaba de la silla y salía del restaurante, el resto de los clientes la miraban mientras ella pasaba junto a sus mesas. Desde luego ella no los culpaba, la situación no se veía nada bien para ella, especialmente porque se lo había estado pasando bien durante la cena. Incluso con sus inquietos pensamientos sobre lo que vendría, Duffy no podía negar que su novio era la mejor compañía para estar. Ella amaba la forma en la que la hacía reír, adoraba su sonrisa y sus atractivas facciones, las cuales se envolvían perfectamente con su personalidad.
