𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐑𝐄𝐂𝐎𝐑𝐃𝐀𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐋𝐀𝐒 𝐑𝐄𝐆𝐋𝐀𝐒 𝐐𝐔𝐄 𝐑𝐎𝐌𝐏𝐄𝐒
La última vez que el Departamento para la Seguridad Mágica del MACUSA envió un mensaje de emergencia fue en 1926, cuando un aviso fue mandado reclamando que el nivel del Esta...
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Si dependiese de Duffy, a la mañana siguiente de que la propuesta de matrimonio saliese mal, ella habría pasado todo el día en su cama escondiéndose en la oscuridad de su habitación. Sin embargo, había olvidado apagar su teléfono y terminó despertando para colgar a quien fuera que la estaba llamando, pero entonces vio la fotografía de Andrew parpadeando en su pantalla. Para cuando estuvo completamente despierta, pudo ver que él había dejado un par de mensajes en su buzón de voz y Duffy sabía perfectamente lo que venía después de eso. En aproximadamente una hora, Andrew llegaría a la puerta de su apartamento para asegurarse de que estaba bien antes de comenzar a preguntar qué había pasado exactamente. Normalmente comenzaba culpándose a sí mismo, pensando que estaba presionando a Duffy o que ella no creía en la idea del matrimonio.
Pero cuando ella le dijera que no era ninguna de esas cosas, él se confundiría y pensaría que Duffy simplemente no quería casarse con él y lo estaba evitando. Por supuesto que él en realidad no creía eso, pero cuando más tiempo Duffy ocultaba la verdad, honestamente no podía culparlo cada vez que él se molestaba o sospechaba. La mayoría de las personas no se habrían quedado en su situación, pero ese hecho solo demostraba que Andrew realmente no contemplaba su vida con nadie más que con Duffy.
Al ver el tercer mensaje de voz, Duffy comenzó el proceso de arrastrarse para salir de la cama, sabiendo que tenía un tiempo limitado para huir de su apartamento. Sinceramente, no quería pelear con Andrew, no quería volver a ver la expresión de dolor que tenía en su cara cuando lo rechazó. Todo lo que Duffy quería hacer era confesar que era una bruja, que Andrew lo aceptara, y que ambos viviesen felices para siempre. Sin embargo, no creía que fuera a ser así de simple. Tomando algo de ropa de su armario, se dirigió al baño para darse una ducha antes de irse a pasar el día fuera.
Echando un vistazo a su apartamento, era la combinación perfecta de magia y tecnología No-Maj. A diferencia de algunos de sus amigos magos, Duffy pensó que era increíblemente estúpido limitarse solo a las facilidades de la magia. A ella le gustaba su TV de pantalla plana que a menudo usaba para revisar las noticias No-Majs, amaba las maravillas de Internet, pensaba que era mucho mas útil comunicarse con un teléfono que con una lechuza, por no mencionar que era mucho más discreto, a ella le encantaba la idea de usar un bolígrafo en lugar de una pluma. Merlín bendiga a los No-Majs.
La Comunidad Mágica todavía estaba demasiado acostumbrada a la idea de vivir en tiempos pasados y, sobre todo, de mantener sus vidas separadas de las de los No-Majs, pero Duffy tenía que admitir que, aunque la gente no-mágica parecía estar atrasada en algunos aspectos sin magia, habían avanzado a grandes zancadas por su propia cuenta. Era una tontería no aprovechar ciertas cosas, habría matado por haber podido usar bolígrafos en lugar de plumas cuando asistía al Colegio Ilvermorny de Magia y Hechicería.
Uno pensaría que, debido a que su colegio fue co-fundado por un No-Maj, incorporarían más de sus enseñanzas u objetos, pero no fue así.
Después de la ducha más rápida que pudo darse, Duffy se vistió con la típica ropa No-Maj, verificando dos veces para asegurarse de que tenía la dirección correcta antes de coger su varita de la mesita de noche. Con su teléfono en el bolsillo trasero de sus vaqueros, su bolso colgado al hombro y su varita escondida en su manda, Duffy salió de su casa antes siquiera de que Andrew pudiese llegar.
