Clase De Dulces

Capítulo 5

Ese sábado por la mañana tomé un viaje de un amigo a un restaurante cercano a la casa de Kelsey para A. Para mantenerlo discreto y B. Para conseguir comida que la llene durante todo el fin de semana. Había ahorrado hasta 168 dólares solo para el evento; Entré en el McDonald's y prácticamente pedí todo, mi mochila estaba llena y donde estaban mis manos. Luego caminé hacia su casa, en el camino me comí unas papas fritas. Yo mismo estaba un poco agotado por la caminata, pero no permití que mi emoción se callara. Al sonar el timbre de la puerta, escuché pasos pesados, pesados ​​(posiblemente desde arriba) hacia la puerta. Cuando se abrió, se detuvo en su barriga expuesta, haciendo que se ondulara, eructó en silencio y dio un paso atrás para dejarme entrar. Dijo que podía poner la comida sobre la mesa en la otra habitación mientras se vestía con algo más apropiado. Vi su enorme trasero temblar mientras subía las escaleras lentamente. ¡Lo que vi en el comedor me dejó alucinado! ¡Literalmente cubrió la mesa con montones de comida! Lo que sea, estaba allí en alguna parte. Los minutos deben haber pasado ya que no la había escuchado bajar las escaleras. Sus gemidos sin aliento me hicieron mirarla. Kelsey llevaba una camisa de botones ajustada con jeans ajustados que abrazaban sus curvas, y se detuvo en sus rodillas, también estaba descalza. Ella se acercó, agarró mi trasero un segundo y se dirigió hacia la última silla de la mesa. Ella dijo que iba a ayudarla a terminar toda la comida el fin de semana hasta que su ropa se hiciera pedazos. Felizmente comencé a alimentarla, comenzamos con pastel. Puso sus manos regordetas sobre sus muslos curvos y pacientemente comió lo que le di. Pasaron las horas antes de que ella necesitara su primer descanso, pero le rogué que fuera por un par de minutos más. Ahora tenía ambas manos sobre su vientre y se recostó desesperada por aire, dijo que estaba bien. Ella comenzó a disfrutar un poco de chocolate. Mientras gruñía, sofocando un eructo, moviendo su mano hacia sus labios regordetes. ¡Su cinturón y su botón explotaron! El sonido suave habría pasado desapercibido si no fuera por la liberación de tensión que sentía. Luego cerró los ojos y sonrió, sus mejillas regordetas se alzaron mientras se inclinaba y me besaba.