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-¡Juguemos!-. No recibió respuesta-. ¡No me importa que me ignores, por que yo nunca me rindo!-. Decía con una sonrisa orgullosa una niña pelinegra, cuyo cabello estaba atado en dos coletas, dejando dos mechones rizados sueltos en su rostro, su piel era clara y sus ojos morados, parecidos al color de las flores que abundaban en ese lugar.
-...
-¡Genial! ¡Un reto!-. Kanao se preguntaba si la chica estaba loca ¿Tomaba su silencio como un reto? Su sonrisa rara se transformó en una cálida, una que le dio tranquilidad por primera vez-. Seamos amigas, Tsuyuri-Chan
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-¡Ven a comer, mocosa de mierda!-. Gritó una chica de lacios cabellos morados y ojos grises. Una risa aniñada se escuchó por todo el lugar.-. ¿¡De qué te ríes, niña asquerosa!?
-Pfffft JAJAJAJAJA es que... Tu... JAJAJAJA... Tu me dices cosas feas pero siempre me haces peinados, me compras ropa y me cuidas-. Le relataba la pelinegra a la joven, la mayor no pudo evitar darle un buen golpe en la cabeza.
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-Oye, vieja, ¿Qué es esto?-. Preguntaba la misma niña apuntando a un racimo de flores moradas.
-Son glicinas-. Unos grandes ojos curiosos la miraron, suspiró, pero siguió explicando.-. Su olor es asqueroso para los demonios, también les hace daño y hasta los mata.
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-Vieja... Tuve una pesadilla.
-Ven aquí, mocosa llorona.
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-Vi-Vieja, me-me due-le la ca-cabe-za
-Tranquila, no me iré de aquí hasta que te mejores-. Depositó un beso en la frente caliente de la niña, luego cambió el paño húmedo.
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-¡Vieja! ¡Me gusta Kyō!-. El vaso de té rodo por el suelo.
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-¡Vieja, tengo novio!
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-¡Vieja!
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-Vieja
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-¡Vieja!
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¿Por qué recordaba eso? ¿Acaso estaba en sus últimos momentos y recordaba toda su vida? No... Aún sentía el dolor de las heridas.
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Murasaki [Kimetsu no Yaiba]
FanfictionFuji, ese era su nombre. Era una chica sencilla, acostumbrada a menos de lo que le daban. Había comprobado muchas veces que, las manos que la salvaban también la apuñalaban, a pesar de todo, siempre estsba dispuesta a formar nuevos lazos. Era cálid...