Capítulo IV

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El Pilar del Viento ignoró los reclamos y suplicas de su casi hermana y subió a donde estaba el patrón, dispuesto a demostrar que no había ningún demonio que se resistiera a sus impulsos.

Grande fue la sorpresa de todos cuando Nezuko apartó la cara. Tanjiro suspiró aliviado -quien ya hace tiempo se había soltado del agarre del Pilar al ver a su hermana en tal estado-  y Fuji sonrió con aires de grandeza hacía Sanemi, quien le gruño.

No veía la hora en la que esa estúpida junta se acabara para alejarse de la mirada asesina de una de las chicas que reconocía únicamente del Bosque; Tenía cabello castaño lacio, ojos cafés, piel morena y rasgos fuertes. Era ella la que estaba junto a la Tsuyuri. Ni poco ni mucho le importaba que la odiara, pero le incomodaba el no saber el por qué.

-Fuji-Chan-. La voz calmada del patrón pronunciando su nombre la sacó de su ensoñación. Shinobu la había vuelto a tomar, al igual que Iguro a Tanjiro. Igual que antes, Shinobu se enargaba de hacer, en ese momento, miserable a la Hara, presionando las heridas de la forma más dolorosa posible, al menos, para tranquilidad de la de cabellos negros, Iguro ya no sostenía tan fuerte al Kamado-. En los informes dice que completaste la Prueba Final exitosamente, Haganezuka forjó tu espada y has realizado varias misiones, dos de ellas son las más destacables ya que en una acabaste con un nido y salvaste a más de 20 niños, ¿Qué me puedes decir hacerca de esa misión?-. Preguntaba el hombre mientras hacía una seña para que los dos Pilares soltaran a los más jovenes.

-Pues, supongo que ya sabe la gran mayoría, Oyakata-Sama, por lo que le diré mi punto de vista-. Le dijo una vez libre del agarre de la menor de la familia Kōcho-. Mmm, veamos, la misión comenzó fácil, pues el nido no fue realmente difícil de encontrar, el Bosque no era espeso, por lo que el enjambre tenía que estar en algún lugar escondido del sol. Active mi... Emm... Sexto sentido, y cubrí toda el área del bosque, encontré un rastro en una cueva tras una cascada a poca distancia de mi, por lo que no dude en ir. Antes de entrar sentí un aproximado de 16 demonios esparcidos, con eso ya tenía una idea de cuantas cabezas debía cortar y no me tomarían por sorpresa. Venían en grupos de a dos cada cierto tramo que recorría, eran bastante débiles, pude acabarlos con la Primera Postura del Aliento de las Flores.-. Seguía la de menor estatura mientras fruncía el ceño y hacia muecas exageradas cada cierto tiempo, tratando de recordar tal cual los detalles-. Poco antes de lo que parecía el final de la cueva, apareció un demonio considerablemente más fuerte que los demás, pero era un ególatra, dijo... Mmm... Creo que dijo algo como: "Por eso prefiero a los niños" dando a entender que los prefería por que eran temerosos y suplicaban por sus vidas. En fin, acabe con el con una postura original y una modificada, por lo que tampoco era tan fuerte. Por alguna razón, negaba tener prisioneros con mucha insistencia, por lo que era bastante obvio que los tenía, además, ya los había sentido.-. Suspiro mientras apretaba su puño, ese fue el demonio más deplorable que pudo haber conocido-. Había una celda de tamaño mediano, bastante pequeña considerando la cantidad de niños; 22, más exactamente. Estaban bastante bien, nutritivamente hablando, supongo que querían engordarlos para comerlos-. Le resto importancia al asunto, después de todo, ese demonio asqueroso ya no tocaría a sus niños. Aún así, su rostro estaba enojado-. Takeo, Jun, Rei, Yuu, Kou, Asari, Nana, Kiyoko, Kei, Kenshin, Kōsuke, Kimi, Yuki, Sora, Hanako, Shigeru, Lei, Rokuta, Ueno, Hani, Watari y un pequeño bebé de ya 8 meses del que aún desconozco el nombre.-. Recitó como si de un buenos días se tratara, en toda su explicación, no miró nada más que el cielo-. El Bosque Hasakari está entre dos pueblos, el camino más corto de un pueblo a otro es recorrer el Bosque, por lo que lo primero que hice fue ir al pueblo más cercano a nuestra localización para probar suerte por si encontraba a los familiares de los niños, llegamos en 1 hora y media, 3 niños encontraron a sus familias, nos quedamos a descansar y fuimos al otro pueblo, llegamos para el mediodía, 5 niños encontraron a sus familias. Me quedaban 14 niños que lloraban por sus padres, lamentablemente, algunos no los recuerdan siquiera, y el resto me dijo que sus padres habían sido asesinados, nadie sabía acerca del bebé, por lo que era mucho más difícil-. Les siguió relatando-. No podía simplemente llevarlos conmigo y ponerlos en peligro, la casa de la vieja... Ya no era una opción. Por lo que recurrí a mi as bajo la manga.

-Te mataré-. Escuchó decir a Sanemi, por lo que río.

-Los niños están en la Finca del Pilar del Viento, 'Nemi los cuida, y espero que bien, ¿Cierto, Pi-lar?-. La mirada de la chica era aterradora, por lo que no dudo en asentir.-. Los 14 que quedaron fueron Takeo, Yuu, Kou, Asari, Kei, Kenshin, Yuki, Hanako, Shigeru, Lei, Rokuta, Ueno, Watari y el bebé.-. Terminó, girándose por fin a ver al mayor de los Kamado.

-Takeo, Hanako, Shigeru y Rokuta-. Musitó en un susurro, aún sin terminar de creerlo. La mirada de la Hara lo hizo girar su cabeza hasta ella de forma automática.

-Creí haber dicho aquel día que haría lo posible por ayudarte ¿No?-. Sin poder evitarlo, el cabellos burdeos apoyó su cabeza en el hombro de la chica, permitiéndose derramar algunas lágrimas mientras su cuerpo temblaba de la emoción. Pequeños gruñiditos salieron de la caja cerca del Patrón, la cual se movía levemente. Fuji soltó una risa ante la aparente emoción de los Kamado mayor.

-¡Eres la mejor de todas, Fuji-Chan! ¡Dios! ¡Muchas gracias, Fuji-Chan!-. El joven comenzó a dar pequeños besos por toda la cara de la chica, quien no podía hacer más que reír, permitiéndose ignorar el dolor punzante en su torso y brazos. Estaba segura que si estuvieran desatados el Kamado estuviera lanzandola al aire para luego atraparla.

-Es grandioso lo que hiciste, Fuji-Chan, pero quiero saber otra cosa-. Tanjiro se separo de la joven ante la orden muda y disimulada del patrón.-. ¿Qué sucedió con la Luna Menguante Seis?

-Mmm, pues, cuando yo llegue, Kamado-San estaba haciendo esa cosa genial con sus respiraciones, cortando la cabeza de la Luna, pero me di cuenta que no olía a ceniza, por lo que me prepare para atacar, al final la Luna Demoníaca murió.-. Contó el corto relato.

-Entonces, acabaste intacta de la misión-. Afirmó el patrón. Incomodidad era todo lo que había en el ambiente, la chica que perforaba su cabeza se removió en su lugar-. ¿Verdad?-. Preguntó preocupado ante la falta de respuesta.

-Eh, se puede decir que la misión fue completada sin ningún rasguño, pero cuando me disponía a ayudar a Kamado-San y Nezuko-Chan, apareció Kōcho-San. Tomioka-San me dijo: "Niña, llévate al demonio"-. Comento mientras hacia una voz "grave"-. Así que tomé a Nezuko-Chan y me la llevé, en el camino fui interceptada por Tsuyuri Kanao y emm... La pilar de haori azul. Cumplieron con su trabajo al tratar de acabar con el demonio, pero Nezuko-Chan no es cualquier demonio, también es mi amiga e hice una promesa con Kamado-San, así que paré todos los tajos con... M-mi cue-rpo.-. El aura se volvió pesada, pocas veces se veía al patrón tan... Decepcionado.

-¿No atacaste, Fuji-Chan?

-Están prohibidas las peleas entre cazadores, Oyakata-Sama, ya había incumplido suficientes reglas.

-Ya veo... Fu, te quedarás sin misiones por 1 mes y sin recibir el pago.

Vaya... Oyakata-Sama puede dar miedo.

-¡Pero--. La mirada amenazante de los Pilares restantes la callaron, nadie debía refutar las órdenes del Patrón. Dirigió su mirar castaño hasta la pelinegra que pasaba de su presencia.

-Dos últimas cosas antes de que se vayan a atender sus heridas, Fuji-Chan, ¿Dónde esta Yagi-Chan?

Y sintió su mundo derrumbarse.

Murasaki [Kimetsu no Yaiba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora