Prohibido ·C.R.O·

10

·Selene·

Estabamos todos desayunando, y cuando digo todos me refiero a: Mauro, Alejo, Sebas y Tomas. Creo que fue el desayuno más incómodo de mi vida. Después de comer fui a la habitación de Tomas. Él había terminado antes y se fue.
Antes de entrar toqué la puerta.

-¿Qué querés Selene?-Me preguntó frío.

-Hablar con vos.

-Creo que ya quedó bien claro lo de "nosotros"-Hizo comillas con sus dedos-Aparte vos estás hasta las manos con Joaquin, no soy tan pelotudo.

-Te juro que trato de intentar arreglar las cosas con vos y estar como antes, pero sos complicado Tomas-Él bufo y vino hacía mí.

-No soy complicado, soy realista-A ése punto ya estábamos muy cerca, su mirada iba de mis ojos a mis labios repetidas veces-Ahora mismo voy a dejar de lado mi ego y te voy a dar un beso-Y así fue, él me besó.

Fue un beso tierno, mis manos recorrían su espalda. Mientras que las suyas se posicionaban en mi cadera. Cuando me iba a separar me acercó más a él.

-Boe, para nesecitado-Dije en chiste.

-Vos también sos una nesecitada, porque no me cortaste el beso-Punto para Tomas.

-Cállate un toque-Le pegué despacito en el hombro.

-Ahhhh, la nena es agresiva-Me agarró a upa y me tiró a la cama, para luego empezar a hacerme cosquillas.

-Pa-ra, To-mi-Dije entre risas.

-Dame un beso y te suelto-Dejó de hacerme cosquillas y me escapé de abajo de él-Nooo, daleeeee.

-No confíes nunca en mí pichichi-Cuando pensaba irme de la habitación sus manos en mi cadera me lo impidieron.

-Quédate conmigo, porfa-Pidió como un nene chiquito.

-Yo viene acá para hablar, no para hacerte compañía.

-Bien que casi cojemos.

-Ahre.

Tomas iba a hablar pero me llegó un mensaje de Joaquin diciendo si nos podiamos ver. Me cago en la puta.

-Me tengo que ir-Le avisé.

-¿Te alcanzo a donde tengas que ir?-Preguntó y yo negué.

-No, me voy caminando-Respondí-Nos vemos.

Mis nervios aumentaros cuando iba a la casa de Joaquin. Pero pensé no hacerme la cabeza, no sabía de que me iba a hablar.
Llegué a su departamento.

-Hola Joa-Saludé mientras entraba.

-Hola, creo que ya sabes de que quiero hablar-Asenti y nos sentamos en el sillón-Vos sabes que te amo de todas las formas posibles y que me encantas. Pero no sé si esto da para más. Me encantaría poder estar junto a vos, pero tengo miedo, miedo a que me vuelvas a hacer cornudo...

-¡Ay me siento una pelotuda!-Exclame-Te entendió tanto Joaco y si ésa es tu decisión, está todo bien. Te mereces a alguien muchísimo mejor que yo, que te sepa dar todo lo que yo no pude darte.