Capítulo 19

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Nora se despertó esa mañana dando un salto y golpeándose bruscamente contra el suelo. Abrió los ojos de golpe y miró a su alrededor. La cabeza era como una bomba a punto de explotar, como si tuviera algo que hacía presión encima de ésta. Se frotó los ojos y se dio cuenta de que tenía los músculos entumecidos.

Examinó la habitación con ojos perezosos, que todavía se estaban adaptando a la luz de la madrugada. No estaba en ningún lugar desconocido, no, estaba en casa de Landon. Bien, eso la tranquilizó. Escuchó el sonido de un zumbido apagado de voces procedentes del salón. James debía estar viendo la televisión. También olía bien. Helen estaría cocinando. Y Landon... ¿Dónde estaba Landon?

Se incorporó mirando a su alrededor y descubrió un bulto en la cama que demostraba que Landon se había dormido abrazándola. Tenía el mismo aspecto descuidado que ella, después de una noche loca. Tenía los brazos extendidos, como si estuviera buscando algo de dormido.

-Ah... -se llevó una mano a la cabeza de nuevo cuando sintió que le palpitaba.

Divisó su pequeño teléfono en un rincón de la habitación y decidió que ya lo miraría en otro momento. Prefería meterse en el cuarto de baño.

Mojó las manos en el agua fría y se la puso por la nuca y por la cara, ayudándola a desperezarse un poco. Solo llevaba puestas unas bragas y un sujetador. Por lo menos no había hecho nada malo de lo que no se acordara en ese momento. Solo tenía un moretón en el codo, seguramente de una caída. Se dio la vuelta para examinar el resto de su cuerpo cuando...

Horror.

Su mandíbula rozó el suelo.

En su espalda había algo negro. Algo oscuro que no dejaba ver la mitad inferior de esta. Era un dibujo de una moto, y la reconoció al instante como la de Landon. No había nadie encima, pero por su manera de inclinarse parecía estar en movimiento. Pasó las manos por encima en un intento de quitarse la tinta, pero como supuso era un tatuaje.

Llevaba un tatuaje en la espalda.

Un.

Tatuaje.

-¿Nora? -escuchó la voz adormilada de Landon al otro lado de la puerta.

-Pasa.

Landon entró sólo con los bóxers puestos y cogió el cepillo de dientes mirándola de reojo. Ahora ella estaba mirando el espejo de frente, de modo que no se veía su tatuaje. Aunque su cara dejaba claro que algo había ocurrido.

-¿Qué pasa? -preguntó Landon con la boca llena de pasta de dientes.

Nora se dio con la mano en la frente y le indicó que primero terminara. Así lo hizo.

-¿Recuerdas algo de lo que ocurrió anoche? -preguntó ella finalmente.

-Poca cosa, ¿Por qué?

En respuesta, se dio la vuelta.

La cara de Landonse transformó lentamente desde la confusión hasta la sorpresa. Ella vio como se le abría la boca, aunque no llegó a decir nada. Simplemente estaba... Alucinando.

-¿Esa es mi moto?

-¡Llevo un tatuaje y tú te fijas en si es tu moto!

-Hombre, ya que me la pones delante...

-¡Landon, esto es grave!

-Sí, ya, ya...

Él se frotó la barbilla y hubo un breve silencio.

-¿Qué quieres que haga yo? -preguntó finalmente.

-Yo... ¡No lo sé!

Ella bufó y se sentó sobre la taza del váter, hundiendo la cabeza en las manos. No podía creer que se hubiera hecho un tatuaje. Su madre la mataría, por no hablar de su padre. Oh, Dios, su padre... Él nunca había permitido algo así en la familia, solo de pensarlo se estremecía.

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