5.

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-¡Agh! -se quejó Eleven por cuarta vez mientras iba de un lado a otro de la habitación- ¡Lo odio! ¡No entiendo como lo quise, como lo amé!

-Yo tampoco lo entiendo -dijo Max para sí misma pasando la página del libro-te dije que era mala idea ir a su casa

Suena como si tratara de ser su padre! "¿quién eres?" -imitó a al señor Wheeler haciendo voz grave-cuándo llegué a su casa me hablaba como si fuera su padre, trataba de sonar duro y super intimidante ¡pero no! ¡solo quedó como un... como un... tonto! - y sin más se tiró a la cama boca abajo con fastidio. Max le dió una suave palmada en la espalda pero sin sacar la vista del libro -Pero confío en él, dijo que cambiaría.

-¿Cambiar? ¿y que piensas que cambiara? ¿su forma de vestirse? -se burló por un momento hasta que vió la cara de la chica y se dió cuenta que lo dijo en serio -oh demonios de verdad te dijo que cambiaría ¿verdad? -Eleven asintió con la cabeza (aún hundida en el colchón) -Ay chica, ni se te ocurra volver con él. Aunque si puedo dar mi humilde opinión como tu mejor amiga, digo que hay gente que te valora mejor.

-¿Cómo quién?

-No lo sé, yo por ejemplo, soy tu mejor amiga y te trato mejor que él -mientras que Max seguía mirando el libro con un leve sonrojo, Eleven la miraba confundida.

-Sí, pero eso no tiene nada que ver con amar, eres mi mejor amiga -sonrió amablemente hasta que ató cabos -Espera ¿quieres que esté contigo? - y al instante, Max se sonrojó más de lo pensado.

-¡N-no! ¡no quiero llegar a eso! Me refiero a que... -pero se trabó en sus propias palabras. Eso era exactamente a lo que se refería -Olvidalo, seguiré leyendo

-No, Max, ahora me dices

-El, olvidalo

-Y tú olvida que yo olvidaré eso -se subió por completo a la cama, quedando frente a frente con la chica - ¿A qué te referías? -De repente la distancia entre las dos estaba siendo más corta de lo que pensaban, casi que podían besarse si querían, sí querían, claro.
Pero Max quería. Pero no estaba segura de si Jane quería.

-¿Quieres saber si Mike te engaña con Will? -dijo cambiando de tema queriendo lograr que la distancia sea más grande.

-Sí

-Entonces déjame a mí, mañana en la escuela te lo averiguo ¿trato?

-Trato - seguía sin entender el repentino cambio de tema, sin embargo aceptó el plan.



(...)


-¡Cariño, Mike está aquí!-gritó Joyce Byers desde el otro lado de la casa. Will abrió los ojos y de un segundo a otro había casi tira la radio al lado suyo, el lapiz que tenía en la mano y el cuaderno en el escritorio.
Cuándo por fin acómodo todo, con delicadeza y sobretodo paciencia, fue hasta la puerta de entrada.
Mike sonrió nervioso.

-Hola

-Hola -contestó casi seco. No quería responderle cortante, pero luego de lo que pasó, resultaba casi imposible.

-¿Estás enojado?

-No ¿por qué debería estarlo?

-No lo sé, por lo de Eleven

-Eleven no tiene la culpa de nada -se cruzó de brazos y se recargó en el marco de la puerta. Se dió cuenta que entre medio de los arbustos estaban escondidos Dustin y Lucas mirandolos -¿Por qué se esconden?-Mike miró detrás de él.

-Ellos vinieron porque estaban en mi casa y...

-¿Para que viniste tú? -lo interrumpió y se dió cuenta que el chico se acercaba cada vez más a él. Por un momento creyó que lo besaría, pero solo fue para tomarle la mano -Mike estan los demás ahí.

-No importa y deja de repetir mi nombre en ese tono molesto

-Es el unico tono que tengo para ti -ya no podía estar fingiendo más el enojo si la distancia era casi inexistente y el agarre de manos era cada vez más fuerte -Si viniste aquí solo para decirme nada puedes darte la media vuelta e irte-.
Mike miró dentro de la casa y luego en los arbustos de detrás suya, Joyce no estaba cerca y los chicos no estaban mirandolos. Aprovechó para darle un corto beso en los labios. Un pequeño pero tierno beso.

-Q-que buena disculpa fue esa

-¿La fue?

-Un poco- sonrió divertido -oye no, se supone que estoy enojado contigo

-No puedes estarlo. Ahora escucha, Eleven rompió conmigo y yo le dejé en claro que no quiero estar con ella ¿sí? O sea que no hay problema con eso -Por algún motivo hablaba casi en susurro, como si fuera un secreto el romper con la chica.

-Wheeler, ofendete, pero no te creo

-¡Oh por favor! ¿qué debo hacer para que me creas?

-¡Nada! Simplemente no creo que le hayas dicho tan fácilmente "no quiero verte más", es casi imposible viniendo de ti -un  pequeño silencio se apoderó del lugar -¿ves?

-Bueno, perdón, prometo que ya lo haré

-Confío en ti -Se despidió con un rápido beso en la mejilla y cerró la puerta. Escuchando risas y burlas que se alejaban cada vez más.
Una tonta sonrísa apareció en su rostro, mientras sus mejillas se ponían rosas. De verdad confíaba en él, confíaba ciegamente en que por fin podían estar juntos y tranquilos. Confíaba ciegamente.

-Will, hijo, tienes las mejillas rojas -apareció Joyce con un secandose las manos en el pantalon para ponerle una de ellas en la frente de su hijo -¿tienes fiebre?

-Mamá estoy bien -dijo sacando la mano -tengo calor con este sueter, nada más

-Está bien, llama a Jonathan que el ¡famoso almuerzo de Joyce! Está listo

-¿Desde cuándo hay un almuerzo famoso tuyo?

-Desde ahora -Y luego de un guiño, se fue hasta la cocina otra vez.











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Cortisimo, pero no se dan una idea de lo que disfruté escribirlo jsj
Algo es algo 👌

ᴍʏ ʙᴏʏ  •  ʙʏʟᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora