C.O21

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CAPÍTULO VEINTIUNO

Deceso.

—Obtuve el poder y el odio, y ahora estoy aquí —prosiguió Sasuke—

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—Obtuve el poder y el odio, y ahora estoy aquí —prosiguió Sasuke—. ¡Itachi! ¡Aquí es donde morirás! ¡Por nuestras manos! Ahora... Como lo deseaste, vamos a recrear... ¡tu muerte!

Por encima de sus cabezas, el cielo encapotado comenzó a crispar constantemente. Aquellas nubes de tormenta que se habían creado luego de los ataques de Sasuke estaban provocando una cantidad masiva de rayos.

Mei supo rápidamente lo que su hermano planeaba hacer en ese momento. Si él ya no tenía más chakra, lo único que debía hacer era conseguir los rayos de una fuente externa. Y eso era lo que estaba haciendo. Sasuke había fabricado su propia tormenta eléctrica.

Observó como su mellizo saltaba fuera del edificio, colocándose sobre el pilar más alto del escondite. Viéndolo desde esa perspectiva Sasuke debería estarse sintiendo superior, como si pudiera ver a Itachi desde arriba. En ese momento, Mei reparó por primera vez en lo cerca que ella misma se encontraba del Akatsuki, y que evidentemente se encontraba dentro del rango de la inminente técnica.

—Esta técnica atrae rayos desde el cielo. Yo simplemente guío este poder hacia ti. El nombre de esta técnica es "Kirin". —Un rugido resonó en el cielo—. ¡Ven!

Sobre Sasuke se materializó entonces una bestia hecha de rayos. Tenía la forma de un dragón.

—Desaparece con el rugido del relámpago...

Sasuke, quien mantenía su brazo extendido, lo movió rápidamente hacia abajo, marcando la dirección a la ubicación de Itachi. Mei se encontraba a unos pocos metros del Uchiha mayor, por lo que cuando vio el relámpago caer en su dirección, un pálpito de terror la envolvió de repente, haciéndola reaccionar de forma inconsciente.

Probablemente fuese su instinto de supervivencia el que logró controlar su cuerpo por una milésima de segundo, no estaba del todo segura. Lo único que podía pensar en ese momento fue que había activado una técnica que no conocía, o más bien, que nunca había utilizado.

Su cuerpo se vio cubierto por una armadura de chakra impenetrable, una capa de protección que la había protegido del ataque. Pero a la misma velocidad que aquel manto verde la envolvió, este desapareció. Sin darle tiempo a terminar de procesar lo que había ocurrido.

Cuando volvió a observar a su alrededor, ella se encontraba de espaldas sobre los escombros y, a unos cuantos metros, Itachi se encontraba inmóvil boca abajo. No pudo ver a Sasuke, pero supuso que se encontraba bien. Vivo, al menos.

Cerró sus ojos por un segundo, para terminar de asimilar lo que había ocurrido. Itachi estaba muerto, por fin. Se había acabado.

O al menos, eso es lo que habían creído.

𝗠𝗜𝗥𝗔𝗜 𝗡𝗢 𝗬𝗨𝗠𝗘 | GaaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora