Lo que no Conocemos [Editando] ©

☄️ Capítulo 2 ☄️

CAPÍTULO 2: "Un incendio y Zephyr nos dan la bienvenida"

Shaun.

La vista era impresionante, detrás de todo ese frondoso bosque puedo ver lo que es un lago. Mi cuerpo inconscientemente se mueve hacia allá. No logro detallar todo con claridad, pero siento que algo me llamaba. Parece que es otoño, porque las hojas de los árboles caen al suelo, cuando me fijo bien me doy cuenta que llevo zapatillas distintas.

No sería la primera vez.

Al estar cerca del lago escucho mi nombre, pero no es un susurro, es un grito de auxilio. Corro como puedo, por alguna razón mi cuerpo se siente pesado. Siguen llamándome. Puedo reconocer la voz pero de un recuerdo muy lejano, tal vez lo estaba imaginando. Miro en la dirección de donde vienen los gritos pero mi vista se torna borrosa, sé que aquella persona estaba en peligro y quiero gritar su nombre, pero no puedo, no lo sabía.

Lo único que atino por hacer es lanzarme al lago sin pensarlo un segundo más.

Cuando saco mi cabeza y abro los ojos ya no me encuentro ni en el lago, ni en el bosque.

—Shaun— vuelven a llamarme.

—¡Shaun!— esta vez mucho más fuerte.

—¡Shaun!

Cuando me doy cuenta que no era la misma voz, veo unos ojos de un verde intenso mirarme como si me hubiese salido un tercer ojo en la frente. Con la manga de mi polera limpio un rastro de saliva que seguramente dejé al quedarme dormido, al mismo tiempo me acomodo en el asiento del auto, logrando que Seth regrese a su posición.

—Estabas hablando dormido— comenta, apoyando la cabeza en la ventana del auto— Murmurabas un nombre.

¿Entonces si conocía el nombre? Genial. No soy capaz de recordar ni lo que pasa en mis propios sueños.

—¿Cuál era el nombre?— pregunto soltando un bostezo. A mi otro lado Jacob leía muy concentrado un libro, no se entera de nuestra conversación gracias a sus audífonos.

—Yo que sé, ni que te prestara tanta atención—escupe.

—Bueno, gracias. Este año tú te llevarás el premio al mejor hermano—digo de forma irónica.

—¿Volverán a hacer eso?— pregunta papá desde el volante— Era divertido.

Lo era. Ojalá los demás también tengas tantas ganas como yo para regresar a nuestras viejas tradiciones cuando ella aún estaba acá.

—Papá— llama Reese desde el asiento de copiloto— Necesito volver a cambiar de asiento con Seth— un rastro de incomodidad se siente en su voz.

—¿Estás seguro? Falta muy poco para llegar.

—Sí. No creo que pueda seguir.

—Está bien. Seth, voy a estacionarme y cambias de lugar con tu hermano.