Lo que no Conocemos [Editando] ©

☄️ Capítulo 3 ☄️

CAPÍTULO 3: "Conociendo a Arlet y al toque de queda"

Seth

Definitivamente íbamos a morir de hambre en este lugar.

Estoy casi seguro que el trabajo que nos asignaron acá no podrá hacernos ganar el dinero que habíamos previsto antes de viajar. Este sitio no tiene nada más que... árboles.

Demasiados para mi gusto. Con colores tan intensos que hace que mi vista duela. La mayoría de lugares en los que vivimos eran ciudades. Nos encargábamos sobre todo de documentar museos, parques o monumentos. Lo complicado del trabajo, surge aquí en Fallen.

Por eso, hoy nos encontramos frente a la gran e imponente alcaldía del pueblo. Se ve bastante moderna en comparación a la temática que parecen tener todas las casas acá, pues tienen aspectos y colores muy parecidos entre sí.

Los grandes ventanales de vidrio se dejan ver cuando hago un recorrido rápido de lo que tengo al frente. El reflejo distorsionado de mi familia es lo que me devuelve. Así que en una de estas oficinas acompañaremos a Finn en su trabajo.

Todo el fin de semana nos la pasamos metidos en casa desempacando ropa y materiales para acomodarnos en las nuevas habitaciones, como esa acción ya se había vuelto ruina para nosotros era bastante aburrido repetir lo mismo, pero no teníamos más opción. Sin embargo, si ahora mismo me dicen que nuestra estadía en este lugar será menor a cuatro meses presento mi renuncia a la vida.

Después de esos dos días metidos en la nueva casa, por fin salíamos a respirar aire fresco. Finn fue el único que salió, pero solo a traernos algo de comida, volvía a casa sin ninguna novedad, pero comentó que Fallen era mucho más desolado por las noches.

Hay algo que yo no le he comentado a mi familia, algo que logra que no me quiera ir aún de este lugar hasta descubrir la verdad. Aunque ni siquiera sé qué es lo que tengo que descubrir y me preocupa saber que papá no ha comentado nada respecto a eso, por esa razón aún lo estoy reservando sólo para mí, para no alterar a mis hermanos.

El bostezo de Shaun me trae de vuelta a la realidad.

—¡Amigos! Hola— reconozco al instante esa irritante y animada voz— Estuve esperando su llamada todo el fin de semana.

—¡Zephyr!— salta Shaun a su encuentro— Perdón, fue mi culpa, de casualidad y por acabar rápido de limpiar el desastre que hice desempacando, perdí la nota.

—No hay problema— bufa— Anotaré luego mi número en tu teléfono. Los llevaré a la oficina del alcalde para que les pueda contar todos los detalles.

Existen muchas razones por las que no tolero a las personas,— con algunas excepciones familiares y recalco la palabra "algunas"— puede ser porque no son honestas con los demás, ni consigo mismos; Que se sientas superior a los demás sin ser nadie, que mientan y engañen. Y tal vez detestaba esto, porque yo soy exactamente todo lo que critico.