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El vestido era estrecho y llevaba tacones altos, pero no tenía nada que ver con el mareo de Heechul tenía calor, dolor y estaba listo para saltar sobre Siwon. Este le estaba besando. el itinerario de sus manos era su espalda, caderas y culo. Y gloriosamente su duro miembro estaba clavándose en él. La suya estaba palpitando, podía sentir los fluidos que escapaban por su ranura, sus pelotas estaban calientes y latiendo. Ah, pero deseaba a Siwon, lo deseaba mucho pero el era hetero. Y mientras Heechul se hacia pasar por una atractiva mujer, con tacones y un vestido que sólo acentuaba sus distintas cualidades masculinas. Esta noche, a causa de los tacones, era casi de la altura de Siwon al menos cinco centímetros.
¿Cuántas mujeres conocía Siwon que midieran un metro ochenta?
Dios, ¿por qué se preocupaba de lo que motivaba a Siwon?
Heechul siempre se había sentido caliente por su vecino, pero el no había insinuado que querría otra cosa que no fuera una casual amistad, estrictamente platónica. El no tenía costumbre de ir tras hombres heterosexuales, simplemente los deseaba desde la distancia.
Heechul deslizó la palma de su mano por el frente abierto de la camisa de Siwom. Las puntas de sus dedos encontraron caliente y suave carne rozando con su pulgar a través de la punta.
—Perdón, si pudieras devolverle un momento su boca para hablar. —Sonriendo Kyu se metió entre ellos—. Rella, alguno de tus amigos se van y los que no, están encendidos. Y no tengo condones suficientes para todos. —Mirando por encima del hombro le dijo a Siwon—. ¿Podrías dejarnos un momento a solas?
—Claro, yo, eh, iré a tomar una copa. —Su mirada pasó de Kyu a Hee. Un aleteo se arremolinó en su intestino.
—¿Puedo ayudarte en algo?
—Estoy bien.
Hee y Kyu lo vieron alejarse.
—No diría que estás bien —espetó Kyu—. No a menos que seas estúpido. ¿Qué mierda estas haciendo?
—Aprovechando lo que se llama oportunidad.
—¿Y cuando él cierre la puerta de golpe sobre Heechul porque su pene está duro por Rella?
Heechul dejó esos pensamientos a un lado. —No es como si no supiera quien soy. Me he corrido moliendo mi polla contra la suya. —Hee se estremeció con el recuerdo—. Joder, es grande y duro. Kyu, quiero su polla.
—Nunca vas a aprender. —Kyu abrió su vestido por la ranura—. Te lo juro, no protegerás tu corazón, pero puedes proteger tu culo, porque está claro que vas a ser jodido esta noche. Espero que él sepa lo que está haciendo, pero si no, son extra lubricados. — Sacó un condón del elástico de sus medias de muslo alto—. Espero que tú sepas lo que estas haciendo. —El sacudió el condón entre los dedos.
—Gracias, Kyu. — Dijo Hee tomando la goma de su mano.
—Al menos uno de nosotros va a tener sexo. —Kyu se alisó el pelo mientras miraba alrededor de la habitación—. Bueno, después de tu pequeña exhibición con Siwon, sospecho que aquí todo el mundo va a tener sexo, menos yo. —Resopló y Heechul se echó a reír.
Echó un vistazo a la mesa del buffet. Los fiesteros habían arrasado con los alimentos y el ponche. Botellas de cerveza y platos de papel llenaban los botes de la basura—. Te ayudaré a limpiar este lugar.
—No te preocupes por el desorden. He pagado el depósito, así no tenía que hacer la limpieza.
—Hey —dijo Hyuna apresurándose hasta donde ellos estaban—. Nos vamos. —Ella se lanzó a los brazos de Hee—. Nos vemos mañana.
El la abrazó con fuerza, levantando sus pies del suelo. —Sí. Pero no estaré hasta última hora de la mañana, tal vez, incluso después del mediodía. Tengo que dormir. —Y no estaba seguro de lo que el resto de su noche incluía, pero si tenía a su vecino en su cama, de ninguna manera iría corriendo a la universidad al despuntar el amanecer.
Después Hyuna abrazó a Kyu. —Estuviste fabuloso —dijo con una sonrisa.
—Por supuesto. —El besó el aire junto a su mejilla—. Ahora dile a Hyojong que tenga cuidado con el látigo.
—Fue un placer conocerte —le dijo a Siwon—. Espero que nos veamos de nuevo.
—El placer fue mío.
—Adiós. —Saludó con la mano y enlazó su brazo con el de Hyojong
—Supongo que yo también debería irme. —Kyu cambió su mirada de Siwon a Hee—. A menos que me necesites.
—No, estoy bien —dijo Heechul. Pero no podía apartar la mirada de Siwon—. Hablaré contigo mañana.
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