Capítulo Once

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Heechul durmió hasta tarde. Era más de media mañana cuando saco su culo de la cama. Pero se sentía fantástico. Sus primeros pensamientos fueron para Siwon. Tal vez se podrían tomar una taza de café antes de irse a trabajar. Cruzando la habitación, miró por la ventana. -Mierda. - El coche de Siwon no estaba aparcado en su sitio habitual. Recordar su noche con el capitán Choi le trajo una sonrisa a sus labios. Se sentía como Mary Poppins mientras dejaba caer su ropa interior y se dirigió a la ducha.

Dado que la crema que quería para su café ya se había ido, Heechul también podría parar en un Starbucks de camino a la universidad. Seguramente volvería a ver esta noche a Siwon y esperaba repetir su actuación.

Una hora más tarde, estaba en el trabajo repasando un guión para una de sus clases.

Hyuna apareció en su habitación. -¿Quieres tomar el almuerzo?

Heechul se recostó en su silla y sonrió.
—No puedo. No llevo aquí mucho tiempo y quiero salir temprano.

—Holgazán -dijo y se río. Entró en el aula y se sentó en el borde del escritorio—A menos que, ¿hay otra razón por la que quieres regresar a casa? —Ella entrecerró los ojos—
Te ves... contento.

Heechul no podía parar el calor que calentaba su cara.

—Oh, quiero detalles. Calientes y jugosos detalles. ¡Dime!

Heechul se rió. —Fue increíble.

—Pero pensaba que era hetero.

—Hasta que me inclinó sobre la mesa y me folló, estoy bastante seguro de que él también pensaba que lo era. Ayer por la noche no parecía importarle. —Su estómago se precipitó sólo con nombrar a Siwon.
—Realmente me gusta.

—¿Así que esto podría ser serio?

Heechul esperaba que así fuera. —No lo vi esta mañana, pero estoy seguro de que esta noche lo haré.

Hyuna se levantó del escritorio. —Te mereces alguien grande. Me alegro mucho por ti... incluso si le quería para mí.

—Tú tienes ya tienes novio.

Ella movió las cejas. —Si, acepto.—Se dirigió hasta la puerta— Nos vemos más tarde. Me muero de hambre. ¿Seguro que no quieres que te traiga algo cuando vuelva?

—Estoy seguro. -Prefería terminar su trabajo, llegar a casa y pasar tiempo con Siwon. Habían follado, habían conectado, pero ellos nunca habían hablado casualmente por teléfono. Durante dos años, compartían un porche y un patio, pero Heechul no podía decir que habían sido algo más que amigos ocasionales. Después de anoche, esperaba que fueran mucho más cercanos.

Heechul quería algo más que un polvo. ¿Pero Siwon?

Al caer la tarde, Heechul estaba en casa. Siwon no. Y cuando se hizo tarde, se encontró escuchando puertas de coche, acechando por la ventana y mirando el reloj. Dios, estaba consumiéndose. Siguió dándole vueltas a la noche anterior en su mente. Todo se había sentido tan bien, tan bien. La puerta de un coche se cerró. Heechul apartó su mirada de la oscura ventana. Tal vez era Siwon... tenia que ser el. Cruzó la habitación y abrió la puerta.

MASK ›𝙨𝙞𝙘𝙝𝙪𝙡‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora