Golpe

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-Necesito que me consigas más personas con corazones destrozados.

Kevin me miró con cara rara. Le dio un sorbo a su café mientras me daba el mío.

Los dos somos amantes del café. Solemos turnarnos todos los días para comprar el café del otro y tiene que ser del café de Elena. Ella es dueña de una pequeña cafetería a dos cuadras de la escuela, tiene los mejores roles de canela del mundo.

-Ahmm, ¿hola? No seas maleducada -dijo en modo de broma.

-Perdón. Hola -saludé mientras agarraba mi café y le daba un pequeño sorbo. -Necesito otros... 5.

-¿Sabes? Eres cruel

Se metió la mano a un bolsillo de la sudadera. Me hizo un movimiento de cabeza para indicar que debemos avanzar.

-¿Por?

-Te aprovechas del sufrir de los demás para poder ganar algo. Eso no es muy lindo -terminó con una pequeña sonrisa y las cejas levantadas.

-Que sirva de algo su sufrimiento.

-Malvada...

Le di un pequeño empujoncito y él se rió.

Entramos a la escuela y ahí nos esperaban los demás. Ahora que nos veo juntos, somos un grupo de amigos con muy diferentes gustos. Kevin es más un nerd oculto, Michael básicamente un fuck boy, Alma y Fred... ¿un comodín?; Bueno, nunca hay que subestimar el poder de unión de los trabajos de equipo.

-¡Emily! Ya te tengo otro corazón roto -comentó Michael pasándome el brazo por los hombros. -La chica de la fiesta acaba de terminar con su pareja, se la pasó contándome toda la noche los detalles de su relación.

Lo último lo dijo rodando los ojos. Se ve que no lo disfrutó.

-Las cosas que aguantas solo por un acostón -dijo Fred a lado de Kevin.

-Y eso es nada. Una vez cuidó un gato por una semana sólo por un beso -añadió Alma con una risa.

-¡Fue porque era mi vecina! El beso estuvo de más.

-Ajá.

Kevin trató de no atragantarse por la risa.

Llegamos al pasillo de los lockers y me fui directo al mío. Los demás me esperaron junto al salón.

Saqué sólo cosas esenciales y aproveché para dejar mis guantes y bufanda. Afuera hacía mucho frío, pero aquí adentro no. Incluso olía a humanidad, el típico aroma de prepa.

-Te juro que los ví. Estaban cogiendo en el tercer baño. Ni siquiera disimulaban -comentó una chica a espaldas de mi.

-Dios, pues así de desesperados estaban, no los culpo. No creo que Emily fuera muy...romántica, digo primero ha de ser difícil que tu novia tenga la estatura de un chico promedio -le siguió una voz masculina.

Me aferré a mi casillero lo más que pude. No quería voltear la mirada, estaba avergonzada.

-Yo también la hubiera engañado, ella salía más con sus amigos que con su novio. De seguro anda de puta con todos ellos -añadió el chico.

Se escuchó un golpe fuerte y después un grito ahogado.

-¡Te reto a decirlo de nuevo!

Cerré mi locker de un golpe. Michael tenía agarrado al chico del cuello de su playera, y este estaba tumbado en el suelo con la nariz sangrando y un rostro asustado.

Séptimo ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora