Ámbar pov's.
Esto es un desastre, no puede ser que Simón no sepa como hacer una maldita leche.
-¿En verdad no lo sabes?-pregunté al mexicano.
-Que sea bueno con los niños no significa que sepa como hacer un biberón-respondió.
-Tía Ámbar tenemos hambre y Lucas se hizo popo de nuevo-habló la pequeña Isabella.
-Isa cariño, ¿No prefieres comer cereales?-preguntó Simón y la pequeña negó.
-Mi mami tenía razón, ustedes son muy tontos-dijo divertida y yo fruncí mi ceño.
-¿Cómo nos dijiste?-le pregunté al punto de gritarle.
-Le pones dos curachadas al biberón y luego el agua tibia-le explicó a Simón.
-¿Cómo aprendiste hacer tu leche?-preguntó él sorprendido.
-Por YouTube idiota, ah y a mi leche le pones nesquik de chocolate-dijo llendose a la sala.
-Vaya que es inteligente-habló Simón.
Fui a la sala e Isabella estaba sacandole el pañal a su hermano.
-Eso lo hago yo, ve a ayudar a Simón con sus biberones-le dije y ella asintió.
Saqué el pañal de Lucas y el pequeño de 2 años no encontró mejor idea que mearse justo ahora.
-¡Lucas no!-grité y fue demasiado tarde.
-¡Me rindo!, quédate así cochino-lo dejé en su zona de juegos y volví con Simón.
-¿Ámbar qué pasó?-preguntó y yo le tiré un trapo.
-¡Ese mocoso me empapó de pis y ya no aguanto los insultos baratos de esta niña!-apunté a la pequeña Isa de 4 años.
-No es mi culpa que tengas 25 y no sepas ni freír un huevo, pero así te quiero tía-dijo tratando de abrazarme.
-¡Alejate demonio!-le grité y ella hizo un puchero.
Oh no.
La pequeña comenzó a llorar y Simón la tomó en sus brazos.
-No tienes que ser así con ella-me retó.
-Lo siento, pero estoy de muy mal humor-le dije y me acerqué a ambos.
-Nena perdona a tu tía y te doy otro chocolate-le dije y ella asintió.
-Yo te quiero con tu mal humor tía Ámbar-la tomé en mis brazos y besé su mejilla.
-Soy buena actriz y me caes mejor que el idiota de mi tío Simón-se rió.
-Escuché eso-dijo el mencionado y fue a cambiar a Lucas.
-Emilia debe dejar de enseñarte malas palabras y yo nunca debí darte esa clase de actuación para llorar-le dije y ella asintió llorando.
-Tienes mucha razón Perra-respondió y yo me sorprendí al oírla.
-¿Dónde escuchaste esa palabra?-pregunté.
-Mi mami le dijo a la tía Luna que era una perra por no venir a vernos-respondió sonriendo.
¡Emilia por favor cuida tus palabras!.
-No repitas esa palabra de nuevo, ahora toma tu leche y ve a ver peppa pig-le dije dándole la leche chocolatada.
-Yo no veo a la cerda, a mi me gusta ver las peleas de las tipas en los realitys-dijo y fue a sentarse a ver la televisión.
Limpié la cocina y los brazos de Simón rodearon mi cintura.
-Lucas es demasiado tierno, quiero un hijo así-habló y yo me tensé.
-Simón ya hablamos sobre eso-le respondí.
No sirvo para ser mamá, nunca tuve alguien con quien yo pueda seguir su ejemplo.
-Lo sé, pero realmente quiero formar una familia contigo, no te digo que lo tengamos ahora-susurró.
-Ni siquiera sabíamos como preparar un maldito biberón-me reí.
-Por eso practicamos con estos dos revoltosos-respondió.
-Te daré un hijo, pero si tu le cambias el pañal y que sea dentro de 4 años-le dije.
-Trato, no te puedes echar atrás-respondió y besó mi cuello.
-No lo haré-dije girandome para besar sus labios.
El tomó mis piernas y me sentó en la encimera, bajó sus besos a mi clavícula y yo solté un gemido.
Tocó uno de mis senos y yo llevé una de mis manos a su pantalón.
-¡Ninfómanos de mierda!-gritó Emilia desde la puerta de la cocina y rápidamente me bajé de la encimera.
-No grites pendeja-le dijo Simón abrazandome y pegando su erección en mi trasero.
Con cuidado llevé una de mis manos atrás de mi espalda y metí mi mano en su pantalón
-Les pagó para que cuiden a mis hijos, no para esto par de calientes-volvió a decir y Benicio se rió.
-Amore ni siquiera les pagas por cuidarlos-le dijo y yo solté una carcajada.
Benicio eres hombre muerto.
-¡Te callas y no te metas chismoso!-le gritó y él se rió llendo a ver a sus hijos.
-Ya Emilia perdón, pero sabes que con este chico no puedo aguantarme-le dije y ella rió.
-No si eso lo sé, realmente me sorprende que no hayas sido tú la preñada, Benicio solamente me tocó y pum quedé gorda por 9 meses-dijo y Simón sonrió.
-Eso les pasa por calenturientos-le respondió mi chico.
-Y porque los espermas de Benicio son más rápidos que lo tuyos guitarrista de cuarta-le atacó ella.
-Bueno ya paren, luego Isa va andar escuchando y repitiendo todo-dije y ambos asintieron.
No puedo creer que ambos actuen con tanta inmadurez.
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Siempre he pensado que un hijo de ellos sería precioso