𝟎 𝟎 𝟒.

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Mordió su labio inferior con fuerza y soltó un gemido lastimero

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Mordió su labio inferior con fuerza y soltó un gemido lastimero. Sus orejas cayeron a los costados de su cabeza y su colita dejó de moverse.

Entre sus manos temblorosas sostenía una fotografía hermosa. En ella aparecía San, sonriendo dulcemente a la camara y abrazandolo timidamente por la espalda. Fue tomada el día en que San lo adoptó.

Recordó con felicidad ese día. Llevaba varias semanas en el centro de adopción, jugueteaba con un peluche y sus orejas se pusieron alertas al escuchar a alguien entrar en la sala. Levantó la mirada y olfateó, en busca de nuevos olores. Entonces lo vió, un humano con ojos brillantes caminaba por los pasillos, observando con curiosidad a todos los hibridos y deslumbrando con su inocencia.

El corazón de WooYoung comenzó a latir emocionado y se movió impaciente, hoy podría ser el gran día, obtener un dueño, una familia que lo amara con toda su alma y acariciara sus orejitas. San se detuvo varias veces, una en el área de felinos y otra en la de roedores. Desesperado y con el pánico apoderándose de su cuerpo al ver al chico acariciar con ternura una linda híbrida, WooYoung ladró con fuerza y llamo su atención.

Sus miradas se encontraron y el castaño movió su colita frenéticamente. San se acercó dudoso y le regaló la sonrisa más hermosa del universo entero.

—Hola, soy San.

Dejó el marcó en su lugar y cerró los ojos con fuerza.

Dejó el marcó en su lugar y cerró los ojos con fuerza

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[Corregido.]

¡Regresa a casa, tonto dueño! ♡ (WooSan, Ateez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora