Secundaria ⚽️ | Dealor |

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Tema: Soccer

Ship: Dealor

Etiquetas: ANGST; Hurt/Comfort

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A veces deseaba estar en el equipo.

Miraba el balón recorrer cada rincón de la cancha, aunque se mantenía oculto tras un libro en un costado del estadio. No quería llamar la atención. Claro, el universo parecía tener algo en su contra pues la pelota fue lanzada directamente hacia él estrellándose en su cara.

Se le nubló la vista por un momento y creyó estarse desmayando, pero no tuvo la suerte. Escuchó por debajo del zumbido en su oído las carcajadas de los demás y algunas voces iracundas que le exigían a gritos que buscara el balón. Todos sus movimientos eran torpes y se quedó mirando el césped aún aturdido.

"Ni siquiera hace un esfuerzo por levantarse."

"Déjalo. Es su estado natural estar de rodillas como la buena puta que es."

"Vamos, Deacon. ¿Quieres moverte?"

"Ya que perdiste nuestro balón vas a entretenernos. Levántate."

Y eso fue quizás lo último que procesó antes de ser arrastrado por la horda de matones que conformaban el equipo de soccer del instituto. Los aborrecía, aunque no podía decir que el sentimiento era recíproco. Parecían obsesionados con él de lo mucho que lo molestaban, y era el único motivo para no asistir a los tryouts.

Su cabeza chocó contra una pared y cerró sus ojos. Lo golpeaban cada que intentaba zafarse así que cedió. Quiso gritar pero su garganta no respondía; y aún si hubiese podido cada que abría la boca alguien introducía en ella sus mugres dedos haciendo movimientos obscenos. A eso prefería no decir nada tampoco.

Ni siquiera lo dejaban llorar en paz: se burlaban. Lo llamaban bebé y sacaban a colación que su mami no lo quería y que su papi prefirió largarse a la otra vida antes de tener que soportarlo. Eso le dolía más que los golpes, así que siempre se aguantaba el llanto, y ya le fue costumbre.

Empezaba a sentirse moribundo y maldecía al percatarse que era sólo un espejismo, y que seguía allí, en ese chiste de existencia que llamaba vida.

Un nuevo agarre, mucho más suave que los demás, lo sacó de su trance.

Abrió sus ojos despacio, aún asustado, pero se topó con una sonrisa tan amable y honesta que se permitió tranquilizarse un poco. Los ojos ajenos eran de un azul tan peculiar que le hizo acuerdo al larimar, una piedra preciosa difícil de encontrar; y su cabello era de un rubio cenizo, desaliñado. Definitivamente no lo había visto antes, se creía incapaz de olvidar un rostro así.

"Creí que no despertarías." El desconocido le ofreció un termo de agua, y este lo tomó agradeciendo a lo bajo. El chico sonrió arqueando una ceja. "Hiciste enojar a alguien..."

"Yo no les hice nada" espetó.

El rubio bufó sarcástico.

"Entiendo, en mi colegio unos neandertales me rompieron el brazo porque parezco niña. Si así tratan a las chicas no me sorprende que no tengan novias." Eso le sacó una risita, y el rubio sonrió contento por obtener esa reacción de su parte. "Soy Roger."

"John" tosió tratando de incorporarse, le dolía todo el cuerpo.

"John" repitió curioso. Era la primera vez que alguien decía su nombre de forma tan melodiosa. "Vivo cerca de aquí por si quieres reposar, mi mamá es enfermera."

Quiso negarse pero su paradero le era desconocido, y Roger continuó hablando en lo que lo ayudaba a pararse. "Tienes suerte que te encontré. Y es curioso, mi amigo Freddie dijo que nos caería alguien del cielo, nos hace falta un arquero. ¿Sabes jugar soccer? Intentamos que Brian tape pero es un roble y siempre se golpea la frente con el arco..."

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Palabras: 600

Tengo algo en contra de hacer sufrir a John porque es muy puro y merece cariño :3
Pero fue lo que se me vino a la cabeza al escribir, me odié.

Qᴜᴇᴇɴ ᴡᴇᴇᴋ 2020 | ᴍᴜʟᴛɪꜱʜɪᴘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora