7.

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Clara Espinoza.

-¿De que hablas Alejandro?-

-¿Vos no escuchas cuando te hablo, Clari?-

-Lo que me estás pidiendo es demasiado. Soy la abogada de Valentin, ¿como no voy a tener contacto con el? es mi cliente.-

-No se, podes hablar con la familia y no con el. El lastimo a mi hijo, clari. Si el puede quedarse en la cárcel toda la vida para mi es mejor, así que tiene cuidado con cómo trabajas.-

-Es una locura. No voy a castigarlo por algo que no hizo.-

-Clara, no te olvides que no sos la abogada de el presidente, sos la abogada de un penal y yo soy tu jefe superior, así que espero que hagas las cosas bien.-

-Estoy trabajando bien.-

-¿trabajar bien es tener un amorío con un preso?-

-¿De que hablas, Alejandro?-

-Clara por favor, te la pasas en su celda y todo el tiempo llevándole comida, ¿te pensas que no hay cámaras en las celdas?-

-Usted malinterpreto todo, permiso, tengo que trabajar.- dije mientras caminaba hacia la puerta.

-Suerte, Clara algo más, cuidado porque que yo sepa tu mamá anda muy mal de salud y no puede recibir sustos.-

-¿De que hablas? ¿Vos te escuchas?-

-Cuando tengas hijos me vas a entender, ándate, dale.-

Salí con un nudo en la garganta, me encerré en mi despacho y minutos después entro Gabriel.

-Yo te dije que algo así podía pasar.-

-¿Como sabes?-

-Es obvio, se escucha todo, tenes que dejar el caso.-

-No puedo, no quiero.-

-¿Porqué te interesa tanto, Clara?-

-Porque es buena persona y no merece estar ahí dentro.-

-Clara, me preocupas, con ningún caso te paso esto.-

-Me dieron casos de violacion a menores y femicidios, ¿como pensas que puedo preocuparme por gente que cometió esos delitos?-

-Quizás si, pero es algo jodido esto..-

-Me lo dijiste veinte veces, ahora en un rato vuelvo.-

salí ignorando los llamados de Gabriel, a veces me molesta que la gente quiera decidir sobre mi.
Si a alguien le pasa algo, va a ser a mi.

Entre al sector siete y fui en busca de la última celda, cuando llegue Valentín estaba acostado.

-Hola Valentin, ¿dormís?- pregunté sonriendo, sabía que estaba despierto por la manera en que movía sus piecitos.

Mi sonrisa desapareció automáticamente en cuanto Valentin se levantó de su "cama" y vi lo golpeado que estaba.

-Valen, ¿que te paso? ¿que te hicieron?-

Valentin río.

-Me pegaron Clari, ¿no es obvio?-

-¿Porque Valen? ¿te duele?- dije mientras acariciaba con dificultad su mejilla, tenía los brazos entre las rejas.

-No pasa nada, estoy acostumbrado.-

-No es justo, ¿porque te hicieron esto?-

-Yo que se, dormía y me despertaron a las piñas. ¿cómo estás?-

-mal valentin, ¿como voy a estar? mira lo que te hicieron. No lo puedo creer, que angustia.-

Valentin me miraba divertido.

-¿Que me miras así?-

-Es que me vuela el bocho que te preocupes tanto por mi.-

-Valentín, es..-

-No, Clari. No es tu trabajo preocuparte tanto por un preso. ¿sabes? me gusta que vengas a verme, siento que con vos todo es más simple. Mira, te vi un ratito y se me fue lo triste.-

Sonreí al ver cómo con dificultad, Valentin pasaba los brazos entre las rejas para acariciarme el pelo.
Guardaba cada una de sus palabras en mi mente y mi corazón, su manera de expresarme me volaba la mente, antes de dormir siempre recordaba cada cosa que Valentin Oliva me decía.

Mi sonrisa se borro al ver por el pequeño vidrio de la puerta del sector ocho, a mi mamá junto a mi jefe.
Su rostro formaba una sonrisa victoriosa, vigiladora, una mirada calculadora que me helaba.

-¿Que paso, Clari?-

-Valentín, no te voy a ver mas, perdón.- dije antes de salir de ese sector del penal.

Perdón Valentin, ya no voy a poder estar con vos todos los días por las noches. 

rejas; wos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora