Capítulo 4

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No fue un beso de esos llenos de pasión, ni interminable, fue un beso casto, un pico, un roce de labios tan corto y rápido como inesperado, que acabó con mis mejillas coloradas cual tomate y él disculpandose y excusándose. La habiamos liado pero bien. Aunque, decidimos olvidarlo, en fin, ahora nos llevábamos bien, ¿para qué estropearlo?

  Una vez recuperados de nuestro momento de pánico post-cagada, miró el reloj, eran las una y media y el tenía que volver, fuí con el. Estaba mareada, con pavo, y apenas podia andar bien... borracha; y el me llevaba agarrada para ayudarme.
- Gracias, muchas gracias Santi.... - Wow, ¿esa era yo? Hablaba arrastrando las sílabas, y la lengua se me trababa un poco bastante.
-  Deja ya de dar las gracias, de verdad que no es nada.
- Ummmmmmmmm.... ¿te puedo hacer una pregunta?
- Miedo me das - soltó una breve carcajada- adelante, dispara.
- ¿ Por qué haces esto?
- ¿Esto?
- Sí...¿ por qué me sigues cuidando después de todo?
- No lo sé.
- Oh....

Tras eso no pude hablar más,y si hablé no recuerdo lo que dije, solo soy capaz de recordar que pensaba a la vez en todo y en nada, me estaba volviendo loca.

Y, de repente, estábamos en la puerta de mi casa, y él me estaba abrazando, y deseandome buenas noches, y su olor me golpeaba la cara, y se iba... a su casa.

Cuando se cerró la puerta fue como si se rompiese un embrujo, el no estaba, y yo no me iba a aburrir el resto de la noche y perderme la fiesta ( y menos borracha como estaba) así que con las mismas con las que había subido, bueno, haciendo más eses ; volví a bajar y me uní a la fiesta. Pero, por desgracia, el alcohol corría por mis venas y un móvil estaba entre mis manos, él me acababa de hablar y mi corazón latía con desenfreno.

Le contesté, no voy a entrar en detalles sobre la conversación, pero terminó con una declaración por mi parte ( penoso.) y una puerta abierta por la suya, el me dió carta blanca, me dio posibilidad y esperanza. Y mientras hablaba con el, bailaba, finalmente terminé con Lucia, Josan, Isa, Antonio, Celia y algunos mas encima de una caseta de cemento, utilizándola como tarima, y bailando... Definitivamente, salvo por  las liadas pardas, fue una noche increible. 

Cuando llegué a la cama, en mi mente seguían retumbando los detalles de todo lo qur había pasado con Santi, ahí empecé a pensar que quizá lo quisiese como algo más que amiga, pero no sabía hasta que punto eso sería finalmente cierto.

Noches De Verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora