La cordura del príncipe loco

CAPÍTULO IV

𝓙𝓪𝓲𝓬𝓮𝓲𝔂.

Un silencio desolador se había instaurado en la mesa,mis hermanas se quedaron mudas, aunque escondían su nerviosismo con una sonrisa forzada.Tome la copa de vino y di un sorbo, cerré los ojos,por un instante solo quería centrarme en el sabor que brindaba el líquido,era agradable con un gusto a ciruela y pasas,también tenía un toque a menta que hacía cosquillear mi lengua.

Respire hondo,conte hasta tres latidos de mi corazón y solté todo el aire que había acumulado.

-Espero que no os haya importunado, mi hermana sufre un poco de agobio al conocer personas nuevas-dije mientras volvía a abrir los ojos.

-Claro que no-aseguro el rey-Su hermana es dulce y amable, supongo que es como mi hijo Xanth,el tambien es bastante introvertido.

-Me tranquiliza saber que comprenden la situación,creo que lo que menos le gusta a Khyona es ser el foco de atención.Sigamos disfrutando de esta maravillosa cena.

Todos estuvieron de acuerdo, la cena siguió transcurriendo con normalidad,cuando llegamos al postre Ramay había vuelto y el asunto había sido olvidado.

Ya de vuelta en la habitación me puse el camisón y empecé a cepillarme el pelo.No me gustaba que las criadas lo hicieran por mí,resultaba absurdo que tres doncellas me metieran en un vaporoso vestido mientras otras dos me toqueteaban el pelo,me resultaba...incomodo. 

Me gustaba hacer mis cosas sola, y, en si, me gustaba estar sola. Puede que con la excepción de mis hermanos, al ser la mayor, siempre supe que yo era la encargada de protegerlos.

Pero desde que habíamos llegado aquí todo se escapaba de mi control,primero con Khyona, y luego con su hermano Ramsey, ya que con este último nunca se había guardado secretos,hasta ahora. Seguía sin comprender qué beneficios podría traer la relación de los dos reinos.

No sentí tanta tristeza desde la muerte de mi hermano no nato, al minuto de salir al nuevo mundo murió a axfisiado, cuando le hicieron la autopsia supimos que sus pulmones no se habían desarrollado correctamente y eso había conllevado a la falta de oxígeno que lo llevó a la muerte.Mi madre murió pocos días después del parto,los médicos dicen que del esfuerzo que puso a dar a luz a un sexto hijo hizo que sus defensas bajarán,en mi opinión,creo que murio de pena.

Todavía recuerdo el olor de pan recién  hecho que desprendía, era como estar en el cielo.

Pero al morir,el olor que la caracterizaba tanto desapareció.En su lugar desprendía un hedor de fuego y cenizas.

Por suerte o por desgracia Ramsay y yo somos los únicos que recuerdan aquel malnacido dia.Ese fue el momento en el que nuestro vínculo se volvió más estrecho que el que teníamos con nuestras demás hermanas o incluso con nuestro padre.

-"La conexión que tenemos nunca será quebrantada"-fue mi última reflexión antes de meterme en el camastro y ser engullida por la oscuridad.
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𝓚𝔂𝓸𝓷𝓪.

Me salte el desayuno,no quería incomodar a nadie ni pasar por un escrutinio de miradas embarazosas.

"Sois más interesante de lo que pensais";es lo que dijo el segundo príncipe anoche, esa afirmación hizo que volviera recuerdos que alguna vez había guardado bajo llave.

Aunque evidentemente,no me podía enfadar con él, ya que no sabía nada respecto a mi o a mi pasado. No me gusta destacar, no quiero que sepan demasiado sobre lo que soy,no quiero que se asusten,no quiero que les resulte repugnante,simplemente no quiero.

Por eso me alejaba de la corte para pasar mis días con los aldeanos;no preguntan más de lo necesario,empezaba a echar de menos mi hogar.

Cuando me quise dar cuenta el príncipe heredero estaba frente a mí  mirándome con una intensidad que hizo que se me cortara la respiración.

-Buenos días primer príncipe.-dije con una leve inclinación de cabeza.

-Conmigo puedes quitarte la máscara,tu personaje de princesa tímida no es más que una de tus artimañas para quebrantar aún más a esta familia.¿Por qué habéis venido aquí y  como habéis convencido a mi padre?.

Mi cabeza volvió a su posición normal mientras abría los ojos por la sorpresa.Por la cara furiosa del príncipe supe que hablaba muy en serio.

-Creo que ha habido un error.-dije echando un paso hacia atrás.

-El único error que hay a sido que llegaras aquí,ni se te ocurra tocar ni un solo pelo a Xanth o te arrepentirás toda la vida eso te lo puedo jurar.

-Estais siendo un irrespetuoso, os ruego que pareis de decir tantas locuras.

-¿Acaso creéis que os debo respeto solo por ser de la misma cuna?

Ese fue el momento en el que estalle.

-No, no creo que merezca el mismo respeto por ser de la misma cuna sino por ser persona.Os lo pediría siendo emperatriz del mundo como siendo una sucia vagabunda.

Vi que su piel palideció,entonces supe que era mi momento de contraatacar.

-No se de que me habláis o quien es el tal Xanth,lo único que sé es que no voy a soportar que me amenacen a primera hora de la mañana, os recuerdo que soy vuestra invitada.No dire nada a vuestro padre ni a mi hermano, por que al contrario de vos,yo,mantengo la compostura.

Dicho eso di media vuelta y me dirigí al comedor real.

Mientras caminaba pensé que el apodo del "príncipe loco"  le vendría mejor a él que a su hermano menor.

Entonces lo pese:¿Sería el tercer príncipe ese tal Xanth?.Es decir, seria lo mas logico ¿no?.

Era una locura, ni siquiera lo había conocido en persona.

Este viaje se volvía cada vez mas incomodo.

En el desayuno  no apareció el primer príncipe a si que fue agradable.

-Parece que espantamos a vuestros hermanos, ninguno a querido acompañarnos hoy, no comemos a nadie si es lo que les preocupa-dijo Liliana con una sonrisa picarona al segundo príncipe.

-Más bien creo que se atemorizan de vuestra belleza y les preocupa ser ellos los que os coman.

Liliana enrojeció acompañada de la risilla de  Ezlyn.

-Parece que a vos no-replicó Ezlyn apoyando perezosamente una de sus manos a la mejilla. Esa era una clara señal de que la cacería había comenzado y supe que el segundo príncipe había caído cuando se relamió los labios y recorrió con la mirada a mi hermana menor.

-Creedme cuando digo que es muy difícil reprimirse.

-Si,suelo causar ese efecto.

Ezlyn siempre tenía la artimaña perfecta para conseguir lo que quería,daba igual lo que fuera;si lo deseaba era suyo.

Me enorgullece su ambición pero también me aterra, ya que no conoce límites.Ramsay acercó su cabeza junto a mi.

-Esto resulta bastante inquietante,espero que en este viaje salgamos cinco y no seis de la familia.-susurro en mi oído.

-No te preocupes Jaiciey mataría a los dos o a todo el reino.

Mi hermano asintió con una falsa preocupación.

-Arrasaría con todo y luego se echaria la siesta.

No pude contener mi risa,todos los comensales me miraban pero me daba igual solo podía pensar en lo afortunada que era de estar con mi familia.