CAPÍTULO I

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𝓚𝔂𝓸𝓷𝓪.

La mancha negra había crecido, creo que apareció dos meses atrás, al principio creímos que se trataba de un problema de humedad  pero nos dimos cuenta de que eso solo sucede en las plantas bajas y esa sala estaba por lo menos a treinta metros del suelo, no había ningún baño ni ninguna cocina cerca de la sala, lo único cerca de aquel lugar era el observatorio de Liliana pero ella nunca traia ningun liquido a excepción de un té. 

A si que mientras damos teorías sobre su origen, la mancha seguía creciendo y ya había ocupado más de un cuarto del techo.

A veces tenía la sensación de que se movía arriba y abajo , como si respirara. Un escalofrío me subió por la espalda, entrecerré los ojos para verlo más de cerca como si ese gesto me ayudara a descodificar a aquella aterradora mancha.

Llamarón a la puerta.

—Adelante—dije con un suspiro.

La puerta se abrió y dejo ver a mi hermano, tenía un jubón azul oscuro, sus mallas negras se pegaban a sus musculosas piernas y de su cabellera rubia adornaba la corona real, dorada y hermosa pero simple.

Aún recordaba cuando  subió al trono seis años atrás, apenas había cumplido los dieciocho cuando nuestro padre yendo a pasear por la mañana ( como era costumbre)  fue embestido por un ciervo, según nos dijo su carabina el rey había pisado una rama que asustó al animal que corrió buscando un sitio seguro llevándose por delante a mi padre. Mi madre madre había muerto mucho antes debido a sus secuelas de su sexto parto.

Mi hermano Ramsey era el segundo de los hermanos por detrás de Jaisey que era una madre para todos nosotros.De nuestros padres habiamos heredado un reino muy pequeño compuesto por tres islas tan pequeñas que apenas se podía ver en el mapa. Nuestra tierra era poco fértil pero nunca habíamos tenido problemas de hambruna ya que eran muy pocos los habitantes que había que alimentar . Tampoco habíamos tenido problemas respecto a la guerras ya que ¿Quien iba a querer un reino que no poseía ninguna riqueza?.Vivíamos con lo justo pero felices, creo que lo más valioso que teníamos era el telescopio de Liliana , cuando nuestro padre se lo regalo saltó de alegría.

Liliana era la tercer hija de la familia, le encantaba todo lo relacionado con las estrellas y la mitología, además se la pasaba leyendo historias sobre romances trágicos.

Fue la que peor lo paso con la muerte de nuestro padre.

Deje ese pensamiento suspendido en el aire cuando Ramsey empezó a hablar.

—Necesito que estés en la sala del trono en diez minutos—dijo deprisa.

—¿ Y eso?—pregunte extrañada, solo íbamos a la sala del trono a celebrar el banquete de la gran cosecha y eso no era hasta dentro de dos meses.

—Tengo un anunció importante—dijo con una amplia sonrisa—Y yo que tú me preparaba la maleta,a lo mejor nos vamos de viaje.

Le miré sorprendida , sus ojos azules me devolvieron una respuesta burlona, asentí y mi hermano cerró la puerta sin dejar de sonreír. Volví a mirar la mancha que parecía más ennegrecida. —"Supongo que no estaría mal unas vacaciones " — pensé mientras me dirijia a la puerta.



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Era la primera vez que veía la sala del trono tan lleno, todos los nobles del país habían acudido, también veía  alguna que otra persona extranjera lo que me extraño ya que los otros reinos no nos daban tanta importancia. Enseguida dirigí la mirada hacia  mi hermano, estaba sentado en el trono con la cabeza bien alta y aunque ya no portaba la sonrisa de antes se notaba que estaba inmensamente feliz.

—Queridos súbditos, es un orgullo para mi anunciar que mis hermanas y yo visitáremos el reino de Priamos, nos han invitado personalmente el rey para que podamos comerciar con ellos.—dijo altivo, era extraño los recursos de nuestro país no eran muy preciados ¿porque iban a comerciar con nosotros?, ¿ qué beneficio sacarían?.

—Zarparemos dentro de tres días—esas palabras me golpearon fuertemente, solo tres días para prepararnos e irnos a un país desconocido.

—" Tres días, tres días, tres días"—no dejaba de pensar en ello, no se por que pero tenia un mal presentimiento sobre ese viaje.

No tardamos mucho en prepararnos, las que más tenían más equipaje eran Liliana y Ezlyn ( una por los libros y otra por sus vestidos y maquillaje). Esta última era la más joven de los hermanos, le encantaba arreglarse y coquetear con los mozos de nuestra corte. Era dulce pero le gustaba que todo saliera como ella quería, así que en muchas ocasiones utilizaba su don de manipulación para obtener lo que ella anhelaba , sus meticulosas estrategias eran dignas de una reina.

—Este viaje es alentador,en el mejor de los casos no terminaremos volviendo—dijo  Ezlyn un dia antes de partir.Todas las hermanas habíamos acordado que tomariamos el té antes de irnos y que compartiriamos ideas sobre el motivo de viaje, nuestro hermano habia puesto mucho secretismo al asunto.

—¿Por qué dices en el mejor de los casos?—pregunto Jaisey.

—Puede que terminemos casándonos con algún  buen mozo—dijo con un tono picaron muy digno de ella.

Jaisey se sonrojo , a pesar de ser la mayor no llevaba muy bien hablar de esos temas, la incomodaban seguramente prefería hablar de cualquier otro tema que no fuera relacionado con el amor.Me daba pena ya que para mi Jaisey era la viva imagen de la pasión  con su pelirroja melena ondulada, sus ojos verdes que obtenían un tono vibrante cuando se alegraba y por no hablar de sus labios carnosos casi siempre de un tono rojizo. Su figura perfecta la ocultaba bajo ropas voluptuosas de un tono sobrio y domaba su salvaje melena en un moño alto. Desde que murió nuestro padre se repartió  la carga de cuidarnos junto con Ramsay eso la había endurecido, la había hecho más fuerte.

Era la hermana de la que me sentía más orgullosa, lo había dado todo por nosotras y no se había despeinado en el acto.

Tanto su belleza como su personalidad eran inmejorables y a pesar de que obtuvo muchas ofertas de compromiso nunca aceptó, sólo para cuidar de nosotras.

A si que después de sonrojarse al escuchar  la confesión de Ezlyn , rio  con un tono risueño.

—Pero querida, si solo tienes dieciséis años , cómo vas a casarte—dijo Jaisey con una mirada divertida.

—Diecisiete—se quejó Ezlyn.

—Aunque creo—volvió a decir—que mi edad no les importara mucho cuando vean mi belleza.—era cierto Ezlyn  tenía mucha belleza, su cabello castaño me recordaba a los robles en pleno invierno, sus ojos color ámbar eran una especie de resina que te atrapaba. Tenía además unos generosos senos y posaderas donde siempre los hombres pasaban a verlas, por no hablar de su encanto ( si le interesaba en usarlo, claro), tenía una voz dulce y melodiosa. Aunque tenía el complejo de que su abdomen no era del todo plano, para mi eso eran minucias comparada con su verdadera personalidad.

—Creo—prosiguió Liliana—que no podré casarme, tanto leer libros románticos a hecho que tenga altas expectativas en los hombres—sonrió con timidez y le dio un sorbo a su té.

Nos reímos al unísono  y dimos por zanjada aquella discusión.

El dia de la partida nuestro hermano Ramsey subió nuestro equipaje y hizo todo lo necesario para que nos sintiéramos cómodas , se notaba que estaba ansioso pero no quería decirle nada para no destruir su felicidad.Cuándo empezo nuestro viaje por mar todos estamos compuestos y contentos, pero al pasar los días, Ramsey y Lilian vomitaban por la borda a causa de los mareos era gracioso ver como se cogian de la mano como a estar juntos el viaje se haría menos pesado.

Llegamos al  duodécimo día, respire ese aire de otra tierra, abrí los ojos y me sorprendí al ver tanta gente junta en un mismo lugar, sonreí al notar una brisa marina rozando mi cara.

—¡ Khyo, vamos date la vuelta y saluda a nuestros anfitriones!—grito mi hermano.

Entonces me di cuenta de que estaba embobada mirando el lugar que ni me di cuenta que el carruaje que nos conduciría a palacio estaba listo me descolgué la capucha de mi capa roja y me di la vuelta. Divisé a mis hermanos que estaban acompañados de dos nuevas figuras que me miraban con ojos de sorpresa, incluso me atrevería a decir que uno de ellos  me miraba con...¿ odio?

La cordura del príncipe locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora