Briona ✔️. (En proceso).

(2) Un nuevo despertar.

Lunes 15 de junio 2020.

Briona.

Respira Briona, respira.

Inhalo... Exhalo... Inhalo... Exhalo.

Veo la entrada, grande e imponente.
Siento que me observa y a la vez me reta, me pregunta si me atreveré a cruzarla.
Mis piernas tiemblan, no puedo dar siquiera un paso adelante.
Tengo que hacerlo.

Si, estoy parada justo frente a mi fin.
El instituto.

Estuve un año completo sin asistir a clase, el incidente me dejó consternada y sin motivación para seguir, pero mi madre me ha rogado que continuase con mis estudios, y no me ha dejado otra opción más que hacerlo, es mi futuro.

No puedo moverme, estoy paralizada.

El solo hecho de pensar en estar en un aula repleta de personas me aterra.
Me aterra no poder confiar en nadie.

Me siento minúscula entre tanta gente.
Pequeña como una hormiga que en cualquier momento podría ser aplastada.

Comencé a caminar en dirección a mi casillero, dejé mis libros dentro y me senté en el suelo frente a él esperando la primera clase.

Observe el casillero frente a mi, el de Lili.
Estaba completamente rodeado de flores, dibujos y cartas, con una gran foto suya en medio.
Ella estaría tan decepcionada de mi...

Minutos después, oí la campana que anunciaba el comienzo de la primer clase del día, filosofía.
Me dirigí al aula y me senté en mi lugar habitual.
El aula comenzó a llenarse poco a poco y yo cada vez me sentía más nerviosa.

Luego de un rato, el profesor entró en el aula y comenzó a dar su clase, pero yo aún me mantenía intranquila, podía divisar perfectamente al individuo que me veía desde lejos, justo en el otro extremo de él aula, me analizaba.

La clase se me hacía eterna, parecía que nunca acabaría.
Yo contaba los minutos para que acabara y pudiese irme corriendo a esconderme.
A esconderme de él.

Hasta que escuche el timbre que indicaba que la clase había acabado.
Metí todas mis cosas en mi mochila lo más rápido que pude, me pare y comencé a caminar hacia el patio, pero sentí pasos detrás de mi, pasos que me seguían.
Así que comencé a correr y a correr, cada vez más rápido y más desesperada,
Necesitaba huir de él.

Mientras corría, escuché como gritaba detrás de mi.
-Briona...detente!-

No me importo en lo absoluto su llamado y continúe corriendo.
Corrí y corrí hasta que por fin llegue a las gradas justo detrás de el instituto,
Creí que lo había perdido, pero un momento después apareció junto a mi demasiado agitado, se detuvo y apoyó sus manos en sus rodillas.

-Solo hablemos, tranquila-

Camine unos pasos hacia atrás lentamente para tomar distancia, y justo cuando me voltee para continuar corriendo, sentí como me sujetaba el brazo.

-Suéltame, déjame en paz!-

-Briona, mírame-

Forcejee para que me soltase pero no lo logré, es mucho más fuerte que yo.

-Briona, mírame!-

Me rendí, no podría escapar esta vez.
Así que me voltee y lo mire a la cara.
Está igual a cómo lo recordaba,
Solo que ahora tiene el pelo un poco más largo que antes, alborotado y rebelde.
Sus ojos, un café tan oscuro y profundo.
No podría mentirle mirándolo a los ojos ni aunque fuese cuestión de vida o muerte,
Va con una sudadera negra, igual que siempre, por lo tanto el gran tatuaje de su cuello está al descubierto, cualquiera que lo viese creería que es un chico malo un estupido motociclista.
Opiniones tan erradas acerca de el.

Noté cómo me examinaba de arriba a abajo, habíamos estado mucho tiempo sin vernos, me ha llamado y dejado centenas de mensajes, no he respondido ni uno.

Jamás le conteste sus llamadas, cuando iba a verme, le pedía a mi madre que dijese que yo no me encontraba en casa,
corté toda comunicación con el.

Me estaba mirando directo a los ojos,
pude notar cómo estos pedían a gritos una explicación, tenía tantas preguntas.

Así que fui yo quien dio el primer paso.

-Solo dilo Shane.-

Hubo un silencio de unos cuantos minutos, hasta que por fin se decidió a hablar.

-¿Porque?-

Intente fingir que no entendía.

-¿Porque qué?-

-Tu sabes perfectamente de que hablo, no te hagas la tonta.-

Dijo aún sujetando mi brazo.

-Y tú sabes perfectamente porque-
Aunque el no quisiese admitirlo, sabía perfectamente mis motivos.

-Yo quería estar ahí para ti, yo quería apoyarte pero tú no me lo permitiste, solo te aislaste de todo y todos-

-Tú sabes mis motivos,
¿Que pretendías que hiciera, que fingiera que nada pasó y siguiera con mi vida?
No era tan fácil, nunca será fácil-

El cerró los ojos y suspiró, está estresado.

-Yo no tuve nada que ver, no fue mi culpa.
Nosotros pasábamos todo el tiempo juntos, éramos inseparables.
Pero luego de el incidente, simplemente me hiciste a un lado como si no significara nada para ti, cómo si fuese descartable.-

Noté su mirada de decepción,
Todo esto le dolía más de lo que imaginé.
-Lo lamentó.-

-¿Solo eso? ¿Lo lamentas?
Haz desaparecido de mi vida un año entero sin darme una maldita explicación, solo te fuiste, y ahora dices "lo lamento"-

Agaché la cabeza avergonzada.
No puedo negarlo, el tiene razón.
-Se que estuvo mal, pero necesitaba distancia y tiempo para sanar.-

El respiró profundo, intentaba calmarse un poco, se que no quiere lastimarme.
-Lo entiendo, pero yo no me merecía esto-

Aún con la cabeza gacha hablé.
-Se que no te lo merecías, ya dije que lo lamento ¿que más quieres que haga?-

El levantó un poco la voz.
-¿Que quiero que hagas? ¿de verdad me estás preguntando eso?-

Solo hice silencio, no quería responder.

-Quiero una explicación Brio.-
Que me llamara Brio me hizo extrañarlo, el siempre me llamaba así de cariño, solo el.

-Aún no me encuentro lista para darte una explicación, necesito tiempo.-

El hizo silencio, trata de entenderme.
Se que intenta poner mucho de su parte.

-Está bien.-
Levanto mi mentón con su mano libre, estábamos mirándonos directo a los ojos.
-Prométeme que cuando estés lista me darás una explicación y me lo contarás todo.-

Hice silencio.

-Briona, sólo di que...-

interrumpí lo que decía.

-Lo prometo.-

El sonrió.
Esa sonrisa tan linda.

-Te he extrañado.-
Me tomó por sorpresa que dijese eso.
-¿No vas a decir nada?-

Respire profundo.
-Yo también te he extrañado, mucho-

No hizo falta decir más para que me abrazara, yo solo me quede ahí... refugiada en sus brazos.
Esos brazos que tanto extrañaba.

_Nota de autora_
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