Briona es una chica que ha pasado por mucho, ha tenido una vida difícil acompañada únicamente de su madre.
Con el paso de los años, se ha convertido en una chica muy retraída ya que no se siente cómoda con la gran mayoría de las personas.
Luego de...
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Lunes 15 de junio 2020.
Briona.
Todo tiene que terminar, y así como todo, ese abrazo terminó.
Nos miramos un momento el uno al otro, sin saber que decir, amantes en silencio.
-¿Qué puedo hacer para qué todo vuelva a ser como antes? Antes de... el incidente.-
Me molesté un poco, sabia que es un tema sensible para mi y aún así decidió tocarlo, no le importó en absoluto como pude haberme sentido. No le importé.
-¿Porqué mierda tenías que mencionarlo? Todo iba bien, dejé que te acercaras a mi y me hablaras, incluso te dejé abrazarme, ¿Porqué tienes que arruinarlo todo siempre- grité enojada.
Su rostro cambió de uno de tranquilidad a uno de enfado. -¿Y porqué tú tienes qué ponerte siempre como una puta loca? creí que habías cambiado.-
Me dolió que me hablase así, se que solo lo dice porqué está enfadado, pero de cualquier forma no debió haberme hablado así.
-¿No puedes entenderme solo un poco? ponte en mi lugar, pasa por todo lo que yo pasé, Tú no tienes una puta idea de como se siente perder a alguien que amas.
-Intento entenderte Briona, he intentado ayudarte durante un año entero, pero tú no me dejas, no pones una mierda de tu parte, no puedo ayudarte si tú no quieres.-
-Solo déjame tranquila, yo nunca pedí tu ayuda.- grité
Su rostro enrojeció por completo, estaba rojo de furia. -Ha pasado un año ya, !supéralo de una puta vez¡-
Tarde menos de un segundo en reaccionar ante sus palabras y abofetearlo con todas mis fuerzas, la bofetada resonó muy fuerte. Inmediatamente después de eso, llevo su mano a su mejilla y rió. -¿Ahora me golpeas? cada día me sorprendes más.-
-Te lo merecías, nunca vuelvas a hablarme así... o mejor, ya no vuelvas a hablarme nunca, no quiero que te me vuelvas a acercar, para ti estoy muerta Shane Pieterse.- Dicho esto, me di la vuelta y comencé a caminar lo mas rápido que mis pies me lo permitieron, estaba realmente decepcionada, mi pecho ardía ante el recuerdo de sus palabras, el simplemente se burló de una de las experiencias más dolorosas de mi vida. Eso no se lo podré perdonar jamás.
No me sentía con ánimos de asistir a la siguiente clase, por lo tanto, decidí irme a casa. Durante el camino pensé en muchas cosas, Shane, la montaña rusa que ha significado este último año en mi vida, Shane, los amigos que perdí gracias a mi aislamiento, Shane, todo lo que ha tenido que pasar mi madre durante mis largos meses de depresión, en los que simplemente no podía levantarme de la cama, no encontraba la fuerza, no tenía vida. Siendo sincera, sigo sin sentirme viva... pero no puedo darle a mi madre el dolor de perder otra hija, no me lo perdonaría jamas, ella se ha desvivido por mi.
Cuando quise darme cuenta, ya me encontraba frente a la puerta de mi casa.
Observé el jardín, ese lugar que recordaba verde y repleto de flores, donde corrí, jugué y bailé incontables tardes junto a Lili, recuerdo como nos dolía la tripa de tanto reír.
Ahora eso solo es un recuerdo lejano y el jardín solo se ve triste, tan triste y gris como yo.
Entré en casa, oí a mi madre en la cocina, seguramente preparando la cena, así que me asomé a la puerta de la cocina.
-Hola mamá, ya he llegado- Me senté en un taburete.
Apenas me vio, limpió rapidamente las lagrimas de sus mejillas . -Oh cariño, no te oí llegar- Me dijo fingiendo una sonrisa.
-¿Te pasa algo mamá?- se lo pregunté a pesar de que ya sabía perfectamente que le pasaba.
-Nada cariño, solo las cebollas- Dijo aún sonriendo.
-No tienes que fingir conmigo, se que la extrañas-
Suspiró -Aveces no puedo evitar extrañarla, me hace mucha falta.- Nuevas lagrimas brotaron de sus ojos, cosa que hizo que yo me sintiese inevitablemente triste, no hay peor dolor que ver a tu madre llorar completamente destrozada, rota.
-Yo también la extraño mucho, aunque eso ya lo saben todos.- Ella se acercó a mi y me rodeo con sus brazos.
-Debemos salir adelante, a ella no le gustaría nada vernos así.- Acarició mi cabello.
Las lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. -Debí haber sido yo- dije entre sollozos.
-Ya cariño, tranquila.- ella intentaba calmarme -Las cosas son como son, debes aceptarlo.-
-No puedo mamá, no puedo... debieron haberme asesinado a mi-
_Nota de autora_ Voten y díganme que les pareció este capitulo.
