Heaven and Peonies

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—Estoy buscando a alguien—Respondió Namjoon en seguida con la esperanza de que aquel tipo lo llevase con el chico de pelo negro.

—¿A alguien?

—Si, es un chico de pelo negro, siempre tiene capa color vino, tez blanquecina, delgado, labios rojos y gruesos—Informo tratando de no sonreír al describirlo.

—Mmh no chico, no creo haber visto a alguien así en el pueblo—Dijo el panadero mientras tomaba las canastas. El estómago del moreno dio un vuelco y su corazón parecía haberse hecho trizas, el chico pelinegro tal vez no era de ese pueblo y es por eso que no había ido a cortar flores, "quizás se fue", dijo Namjoon para sí mismo.

—Chico me gustaría seguir hablando contigo pero tengo órdenes que entregar—Dijo el panadero mientras tomaba las canastas en sus fuertes manos y salía de la panadería.

—Está bien, déjeme ayudarle—Dijo Namjoon mientras tomaba dos canastas, una en cada mano y salían del local.

Caminaron por el pueblo entero Namjoon estaba completamente sumergido en sus pensamientos, le dolía demasiado y creía que iba a desmayarse del dolor en su pecho, sintió como las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, en el centro del pueblo había una fuente con un querubín, los niños jugaban alrededor de ella mientras sus madres se dedicaban a andar en chismes, criticándose entre ellas, los niños se peleaban entre ellos por juguetes o dulces, la gente era ignorante, poco amable, egoísta y de vista ciega para el apoyo de los más necesitados.

Namjoon tiro la canasta de pan, su vista se nublo de lágrimas, su corazón latió rápidamente, su pecho dolía y sus manos temblaban, el chico pelinegro se encontraba tirado a los pies de aquella fuente, nadie parecía darse cuenta que su cuerpo inerte estaba ahí, corrió hacia él, con lágrimas en pecho importándole poco la vista de los presentes, se echó a llorar en el pecho del chico pálido quien conservaba una flor de peonia en su pecho, la flor estaba entrelazada en sus manos, nadie parecía verlo, sus lágrimas cayeron en las mejillas de aquel chico que a pesar de ya no tener sangre recorriendo sus venas ahí seguían sus labios rojos y bellos que tenían una ligera presencia de felicidad en ellos. Su llanto se hizo cada vez más fuerte al pegar su oído al pecho del chico y confirmar que ya no había pulso en él. Lo tomo en brazos y lo estrujo ahogándose más en el horrible sentimiento.

—Namjoon déjalo, ¡él es Seok Jin, es el loco del pueblo por Dios! — Recriminó el panadero mientras tomaba el hombro del moreno.

—Déjame por favor —Dijo Namjoon mientras se incorporaba con el cuerpo de Jin en brazos, con los ojos nublados por las lágrimas y el pecho doliéndole se fue en dirección a la casona dejando atónitos a todos los presentes.

—¿Es por eso que estabas tan delgado mi amor? —Dijo Namjoon con el cuerpo de Jin sentado entre sus piernas mientras lo mecía como un niño pequeño—¿Por qué no me dijiste nada? —Cuestionó empezando a reír mientras en su pecho crecía un odio hacia sí mismo—. No, perdóname Jin, es culpa mía, si no hubiera tenido miedo no estarías de este modo, perdóname mi amor.

Llorando y gritando desesperadamente mientras se aferraba al cuerpo sin vida del pelinegro.

—Perdóname mi amor —Gritó desconsoladamente mientras peinaba con sus manos el cabello de Jin que parecía que seguía vivo, su expresión facial cambio al contacto del moreno con su piel, su expresión se tranquilizó al igual que su cuerpo y se adornó de una leve sonrisa.

Namjoon no tenía nada más en la vida, abrazó el cuerpo de Jin y tomo sus manos entre las de él y las beso con cariño y con el pecho lleno de dolor que se veía reflejado en cada una de las saladas lagrimas que salían de sus ojos y recorrían su mejilla.

Encendió la chimenea, coloco cojines suaves, trajo peonias y las coloco en las manos de Jin, tomo un cuchillo, tomo a Seok Jin y lo acomodo entre sus brazos, le dio continuos besos en su cabeza, en su cuello y deposito un último beso en sus labios carmesí, tomo el cuchillo y con todo el valor que contenía dentro de sí, se lo clavo justo en el corazón, dio un gruñido de dolor, se acomodó y abrazo el cuerpo de Jin, al abrir una de sus manos se percató de que había una foto antigua de el con su familia, su madre y su padre, volteo la foto y venia una nota detrás de ella.

"Hijo mío, cuida a mi niño Namjoon en mi ausencia, él te amara así como tú lo amarás a él, no lo dejes por favor y perdóname por no haber estado a tu lado, te amo Seok Jin"

-Ahn Hwangbo

Ese fue el último golpe que termino por destrozarlo, su fiel sirviente lo cuido aun después de su muerte, mandándole un bello ángel del cual no pudo cuidar.

A pesar de eso se abrazó más del cuerpo frio del pelinegro y dejo que la muerte lo llevase con la última y mejor sensación de su vida, morir junto a su amor, su llanto circulo un poco más mientras besaba la cabeza de Jin, entrelazo sus manos con las de él, comenzó a ver estrellas difuminadas de diversos colores, se estaba desangrando, en su mente apareció cada uno de los bellos movimientos de Seok Jin, su sonrisa de impresión y su despida de mano hacia la casona, sus labios hermosos y sus ojos que parecían luceros... Y sin más murió con una sonrisa en su rostro al morir junto a su chico de labios preciosos cual peonia.

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