¿Porqué no dejo de pensar en ti? Será que ya no puedo más con tu ausencia ...
—Leonardo Cárdenas.
Pensar en tí
Las diosas de hermosas túnicas blancas y decoraciones dignas de su calibre se habían reunido en el patio floral para organizar un delicioso desayuno entre hermanas. El buffet fue servido y las diosas tomaron asiento.
— De su cabeza había salido una mujer ... Era la hija que había tenido con Methis, y pues yo quise demostrarle que podía hacer lo mismo que él — Hera hablaba en un tono algo vengativo mientras sostenía una taza de té.
— ¿Demostrar? ... ¿Qué querías demostrar? — Preguntaba Hestia viendo con pena a su hermana menor.
— Qué yo también podía tener hijos por mí misma ... Es decir, sin tener la participación de un hombre de por medió.
— ¿Sólo lo hiciste por envidia? — La mencionada la vio con desinterés—
Hera éso está mal.— Entonces ... ¿Está bien qué mi marido se vaya a revolcar con otras malditas mientras me tiene a mí? — Frunció el ceño— ¡No está bien! ... Y no me vengas a reprochar por eso hermana, no cambiaré de opinión.
Hera se sirvió su desayuno en un plato de oro puro manteniendo una expresión neutral por tocar el tema, y Hestia por otro lado veía a la mujer con preocupación, en un intento de buscar apoyó para hacer reaccionar a su hermana más pequeña, busco la mirada de Deméter, quien estaba con la mirada pegada en su taza de té.
— ¿Hermana? — Puso su mano sobre el hombro de la rubia y está cruzo sus ojos avellana con los verdes de su hermana — ¿Te sientes bien? ...
— ... Claro que lo estoy, ¿Por qué?
— Estoy intentando buscar tu apoyó para hacer reaccionar a nuestra hermana menor, pero tú pareces estar en todos lados menos con nosotras.
— Lo siento — Miró a su hermana pelirroja cambiando su semblante a uno más serio —. Y tú, aún estás a tiempo de recapacitar, estás actuando como una loca posesiva.
Hera evitando la mirada de sus hermanas dijo — Esto no es asunto tuyo ni de Hestia, lo que yo haga con mi esposo es mí problema ¿Bien? Así que Por favor, cambien de tema antes de que me estrese más ... — Suspiró y con cierta pena se disculpó — No quiero ser grosera con ustedes Hermanas, pero esté tema me pone irritable.
— Bien ... Disculpa Hera — Dijo Hestia para luego poner su mano sobre el vientre de su hermana —. Por ahora sólo vamos a preocuparnos por darle la bienvenida adecuada a este lindo bebé.
— Esperó que estés aquí cuando nazca eh, que no sea como cuando nació Hebe y no te presentaste hasta hoy en día.
— ¡Eso fue porqué no me llegaron las noticias!
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El campo de nuestras memorias
RomanceEl futuro es incierto, nunca sabes que cosas tanto horribles como malas te depare el inevitable rumbo de la vida, claro al menos que seas alguna de las Moiras o brujas no puedes alterar nada, simplemente tienes que intentar manejar el rumbo de tu vi...