Seis: Es algo complicado.

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Me la había pasado una buena parte de la tarde de hoy y ayer creando diferentes bocetos para la portada de Cheaps, pero justo ahora tenía un bloqueo mental sobre qué tipo de colores usar. No me gusta tener bloqueos de creatividad, son de lo peor porque no me dejan dormir pensando en qué debería de hacer para mejorar el proyecto que esté haciendo.

La verdad es que justo ahora me siento muy inquieta y solo estoy buscando excusas para mandarle un mensaje a Oliver. No he sabido nada de él desde el jueves y no tendría por qué saber algo, no debería de meterme en su vida así. Pero quiero hablar con él y no necesariamente de nuestro casi beso si no que extraño nuestras conversaciones.

Y eso suena muy estúpido porque prácticamente hablo muy poco con él y solo no lo he visto en dos días así que odio como mi cabeza está jugando conmigo ahora mismo. De hecho suelo hablar más con Bruno en este poco tiempo que llevo conociéndolo, es un amigo muy divertido.

Hay veces en las que mi mente solo viaja en diferentes direcciones y mundos llenos de posibilidades, y la mayoría de esas veces son ocasiones en las que tengo que hacer un trabajo en vez de pensar tonterías, mi mente es mi peor saboteador.

Aunque no es una mala excusa el mandarle un mensaje a Oliver si es que llegara a necesitar algunos datos extras de la banda para destruir mi bloqueo mental, ¿verdad?

Tomé mi celular y rápidamente escribí un mensaje, ni siquiera lo leí dos veces y lo envié.



Hola, perdón por molestar pero estaba trabajando en unas ideas para la portada y me surgieron algunas dudas de los chicos.

Solo eso me faltaba. La timidez que nunca he tenido con él de la nada decidió salir a flote. Yo no soy impulsiva, de hecho me toma demasiado tiempo tomar decisiones y en menos de cinco segundos decidí mandarle un mensaje. A veces sí soy muy tonta.

Aventé mi celular a la cama y salí a la cocina, necesito carbohidratos y entretenerme en otra cosa hasta que el golpe de creatividad llegue a mí, con suficiente suerte Oliver me ignorará y así se me quitarán las ganas de hablar con él y mi mente eliminará todas las posibilidades que relacionó con él.

Estaba husmeando en el refrigerador a ver que podía encontrar y fue una misión fallida. Darien apenas había ido a hacer las compras hace diez minutos así que se tardaría en volver, realmente no tendríamos nada en esta casa si Darien no se acordara de cumplir con las responsabilidades.

Voy a morir de hambre.

Escuché la puerta del departamento abrirse y fui a ver quién era. Darien acababa de llegar con bolsas llenas de artículos, ¿fue tan rápido a comprar?

— ¿No acababas de salir?—dije yendo a ayudarle con las bolsas.

— ¿De qué hablas? Me fui hace dos horas.

— ¡¿Dos horas?!—miré la hora en el reloj de la pared y efectivamente, ya eran las siete y no las cinco como pensé—. ¿Me estás diciendo que perdí dos horas de mi vida haciendo prácticamente nada?

No puede ser que gaste mi tiempo si solo estuve mirando al vacío tratando de tener otra idea para la portada, medio escombré mi habitación y estuve en una batalla mental sobre hablarle a Oliver, no puede ser que en eso me llevé toda la tarde. En dos semanas tengo que llevar ideas finalizadas y solo tengo propuestas a medias que de seguro me tomarán algo de tiempo realizar.

Eso y que tampoco he leído muy detenidamente mi contrato, creo que eso es más urgente ya que es para el lunes.

—No, tú lo dijiste—me contestó irónicamente mientras acomodaba cosas en la alacena.

Adela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora