03.

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No sabía ni que estaba haciendo ni en qué estaba pensando.

Cuando me terminé la primera botella, seguí con más hasta llegar  a la tercera. En ese momento mi mente no pensaba bien. Sentía mis brazos y piernas como gelatina y todo me daba vueltas. Me fui apenas caminando afuera de la cabaña, y me senté en la arena. Oía los gritos de la gente y la música, pero no quería ir. Me había ordenado salir de ese lugar y no beber por un buen rato.

— Hey, Carter...

Di un suspiro cansado y miré al lado mío.

Al principio no pude reconocer quién era. Era una chica. Llevaba una remera azul claro y una falda negra.

— Hey, blusa... —Contesté.

— Susan. —Corrigió.

Solté una pequeña risa.

—Cómo sea...

— ¿Qué haces acá afuera, amor? —Dijo, dulce—. Hace frío.

— Esperaaaaa... —Entrecerré los ojos— ¿Amor?

Comencé a arrastrarme por la arena lejos de ella, pero me detuvo.

— Sí, somos novios. ¿No lo sabes?

Levanté una ceja y me llevé a una mano a los labios.

— De acuerdo... —Murmuré confundido.

— En fin, ¿quieres ir a un sitio más privado? Creo que hace mucho frío aquí.

— Pues anda a la cabaña. No quiero acompañarte.

Me acosté en la arena y le di la espalda.

— ¿Así tratas a tus novias? —Preguntó en un tono de indignación— Vamos, cariño.

— No seas pesadaaaa...

— Bien. Nos quedaremos aquí. —Decidió finalmente— Pero con una condición.

Me tomó de la camisa y me besó. Quedé con los ojos abiertos y le respondí confuso. Luego se separó de mí y se sacó su remera azul, quedando solamente en sujetador. Volvió a besarme, pero me separé de ella exaltado.

— ¿Quieres acostarte conmigo? —Pregunté sin poder creérmelo.

— Bueno, sí...

— Pero eso está mal... —Contesté, rascándome la cabeza.

— ¿Porqué?

— Porque me gusta otra persona... —Murmuré—...Y no creo que sea bueno traicionarla...

Tomé del suelo su remera y se la entregué en las manos.

— ¡Susan! ¿Qué demonios crees que haces?

Miré en dirección a la cabaña y vi a Soan.

¿Soan?

Joan.

— Hola Joan. Te ves linda —Dije con vos risueña.

— Yo estaba... —Susurró Susan.

— ¿Estabas...? ¡Te aprovechas de Carter cuando él está borracho!

— ¡No lo hice!

— ¡¿Entonces por qué estás semi-desnuda?!

— ¡Eso no te incumbe!

— ¡Pelea de gatas! ¡Sí! —Exclamé.

Las dos giraron a verme, enfadadas.

— ¿Tal vez de patos...?

¿Porqué no te gusto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora