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No tienen idea de lo feliz que me hace saber que les está gustando.

Les voy a confesar que me emociona mucho este capítulo, porque estamos casi llegado al final (entre otras cosas que si les digo es spoiler)

Muchas gracias por sus bonitos comentarios, espero lo disfruten mucho ;) ;)

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Capítulo 4

Hasta el momento el día de Wei Wuxian había sido tan normal como podría ser vivir en los Túmulos Funerarios. Había despertado relativamente temprano, o mejor dicho no había dormido en lo absoluto, pero eso es algo que Wen Qing no debía saber si quería evitar que lo pusiera a dormir con sus agujas, muchas gracias; tomó su desayuno en su no tan cómoda cueva junto a los amargos remedios que Wen Qing le obligaba a tomar para ayudar a cuidar la herida de su enfrentamiento contra Jiang Wanyin, antes de revisar el progreso de Wen Ning. Para cuando se siente lo suficientemente listo como para enfrentar el pequeño mundo que han creado allí puede escuchar las risas de A-Yuan.

Con una sonrisa en los labios sale para ver al pequeño niño correr entre los campos labrados, agitando en sus pequeñas manitas un juguete hecho a mano por alguno de sus familiares con algo de tela y madera. Puede escuchar a Wen Qing gritarle que no se acercara demasiado a la tierra que aún no han labrado, mientras la Abuela Wen lo vigila a la vez que arregla algunas túnicas raídas, posiblemente de alguno de los adultos que la rompió trabajando la tierra. Al notar su presencia en la boca de su cueva A-Yuan corre hacia él gritando su nombre alegremente antes de chocar contra sus piernas abrazándolas con fuerza hasta conseguir que lo cargue.

Ríe suavemente balanceando al niño de un brazo a otro escuchando su alegre charla sobre lo que habían hecho hasta ese momento, asintiendo hacia algunas personas que se detienen a saludarlo. A pesar de tener un mes viviendo juntos, algunos miembros de los remanentes Wen se mantenían aprensivos de hablar abiertamente con él, ya sea por la reputación ganada en la guerra o por el recuerdo de su despliegue de poder cuando los ayudó a escapar del Camino Qiongqi. Sea la razón que sea, no deja ni piensa dejar de saludarlos con respeto, agradecido al menos de que parecían lo suficientemente cómodos a su alrededor como para no correr a esconderse ante su presencia.

Aún le pesa todo lo que dejó detrás por protegerlos, obviamente jamás lo dirá en alto pero cada día extraña más el paisaje del Muelle de Loto, el olor de sus lagos, la risa de su Shijie al servirle su platillo favorito o el ceño fruncido de Jiang Wanyin. Extraña dormir en una cama real y no el pedazo de piedra con paja en el que finge descansar por las noches, sobre todo desearía poder darles una vida más digna a los Wen, pero dentro de sus posibilidades es lo mejor que puede hacer. Protegerlos y darles la falsa sensación de que están en un lugar al que pueden llamar hogar.

Sale de sus lúgubres pensamientos concentrándose en entretener al pequeño en sus brazos y luego de un largo rato de pasear con él, decide ayudar a labrar la tierra mientras discute con Wen Qing si deberían plantar papas o rábanos. Está casi seguro de que casi gana la discusión cuando siente una perturbación en las barreras que colocó a la entrada de los Túmulos Funerarios.

Inmediatamente teme lo peor por lo que se endereza mirando a Wen Qing con seriedad y ella no necesita nada más para entender el mensaje, rápidamente llama al resto guiandolos a sus viviendas, que apenas pueden llamar casas, mientras Wei Wuxian camina hacia las barreras preparándose para el peor de los escenarios. La última vez que tuvieron un visitante Jiang Wanyin había tratado de convencerlo de regresar a Muelle de Loto, lo que resultó en su supuesta batalla donde su hermano salió con un brazo roto y él con una herida que aún no sanaba; no puede imaginar que su hermano haya regresado, no tan pronto, por lo que teme se traten de otros cultivadores que no se habían creído su charada.

Gemelos de JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora