Capítulo tres

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ミ〔Hanae ♡™


—¿Eso pasó? —Atsushi escuchaba atentamente a Hanae mientras le contaba lo que había pasado en la reunión de Guild—. Ese tipo debió ser espeluznante.

—Un poco sí, pero sí era un poco lindo...

—¿Quién era lindo? —preguntó Kunikida detrás de los dos amigos de aquel lugar.

—¡Nadie! —dijeron ambos sobresaltados.

Atsushi y Hanae se miraron y rieron a lo bajo.

—Basta de holgazanear, Hanae —dijo esta vez más serio.

Kunikida se fue de aquel lugar y caminó hacia su lugar en la oficina.

—¿Crees que nos haya escuchado? —preguntó la peliazul.

—Me temo que sí.

Hanae soltó un suspiró cansado y trató de no ser aún más obvia sobre cómo se sentía.

—¿No crees que sería buena idea decirle a Kunikida lo que sientes por él? —preguntó el de cabellos grises.

—¿Quieres callarte? Él te podría escuchar —la peliazul lo miró de reojo.

—Pero deberías decirle, ¿qué es lo peor que podría pasar?

—Qué me rechace y no volvamos a hablarnos nunca más —hizo un puchero de tristeza—. Además, Kunikida es un hombre muy inteligente y recto. Dudo que quisiera salir con una niña como yo.

—Tendría que ser un completo tonto si te rechaza por algo así —frunció el ceño el pequeño Atsushi.

—No puedo creer que te lo esté contando. Guardé esto por mucho tiempo hasta que llegaste tú —la peliazul le sonrió—. Estoy feliz de que seamos amigos, Atsushi.

—Vas a hacer que llore —dijo riendo.

Atsushi la abrazó y golpeó suavemente su espalda.

—¿Y sabes qué, Atsushi? Tienes razón, no puedo quedarme con estos sentimiento, y aún si Kunikida me rechaza, le habré dicho la verdad.

—¡Sí, es exactamente lo que tienes que hacer! —gritó emocionado.

—¡Chicos! —gritó Kunikida—. ¡A trabajar!

Ambos se levantaron y caminaron hacia sus lugares en la oficina para escribir el reporte de la noche anterior la cual había sido una completa travesía sin resultados. Tanizaki y Hanae no encontraron por ningún lado a ese Chuuya Nakahara, así que tendrían que esperar otra oportunidad para recuperar la información sobre quien ofrecía la recompensa de Atsushi.

El día avanzaba normal en la oficina. Atsushi y Hanae seguían hablando y compartiendo chuches que habían robado del cajón de Ranpo rogando al cielo que no se enterara.

—Pienso que para encontrar a Chuuya debemos infiltrarnos en la Port Mafia —dijo Hanae quién se recostaba en el respaldo de su silla aburrida del trabajo.

—Sí, podríamos ser mafiosos por un día —respondió Atsushi divertido.

—Si fuese mafioso por un día, definitivamente robaría un montón de dulces —expresó Tanizaki quien también estaba disfrutando del aburrimiento y las golosinas de Ranpo.

—Si Kunikida los ve haciendo nada, les dará la paliza de su vida —dijo Yosano en cuanto entró a la oficina acompañado por Kenji.

—La vida es un riesgo —contestó Hanae.

ミ〔cologne ♡™ Osamu DazaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora