~ Mi Nombre Es Luna ~

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El camino a casa de Erika se me hizo extremadamente largo. Lo sufrí mucho debido al tacón en los zapatos que me dio Erika.
De igual forma intenté caminar lo mejor posible para verme natural.
Aprovechado el camino, llamé a mamá para decirle que ya estábamos en camino a su de Erika, terminé la llamada y unos 6 minutos después, por fin llegamos.
Creo que sobra decir que mis nervios estaban al límite.

Erika: Ok, sé que estas nerviosa, y yo igual. Pero vamos a hacer esto juntas.

Yo: Lo sé, lo sé... ¿pero es necesario usar los términos femeninos ya?

Erika: Creí que en el club de teatro nos enseñaron a vivir el personaje.

Yo: Yo solo recuerdo las obras mal hechas y la maestra estar siempre en su celular.

Erika: Jaja Si, de hecho así fue.
Pero sí, debes involucrarte ya en ser una niña. Ah E intenta actuar tu voz, para donar aún más femenina.

Yo: ¿Más?

Erika: Jeje Te amo.

Erika tocó lo puerta, y no sé porque en ese momento se me vino a la mente "mi nombre". No tuve ni 2 segundos para pensar algo, cuando una señora muy linda, de unos 38 años aproximadamente abrió la puerta, y detrás de ella dos señoras un poco mas mayores, de tal vez 43 y 48. Y una señora mucho más mayor de tal vez 87 años: La madre de Erika, Fabiola; sus tías Alicia y Lucia; y su abuela, Carmen.

Señora Fabiola: Bueno, miren quienes llegaron. Pasen, señoritas.

Yo: Buenas tardes, señora. Muchas gracias. - Dije, fingiendo una voz de mujer, que creo yo, es lo bastante conveniente.

Entramos a la casa, y noté un ambiente muy lindo, colores alegres, linda decoración, y donde se notaba una gran unión familiar.

Señora Carmen: ¿Y quién es esta bella niña?

Erika: Abuela, ella es... - Pauso unos instantes pensando. Decidí interrumpir lo más rápido posible, e intentado lucir tranquila y serena me presenté.

Yo: Mucho gusto, señora ¿Carmen? Si recuerdo bien... Soy Luna, Luna Rodríguez.

Señora Carmen: En efecto, soy la señora Carmen. Mucho gusto, hija.

Señora Alicia: Y dinos, Luna. ¿Cómo conoces a Erika?

Entre Erika y yo contamos toda nuestra historia, claro, exceptuando que yo era un chico.

Señora Lucia: Así que 3 años de relación ¿y apenas la traes a casa? Digo, su familia ya te conoce, Eri.

Luna: Es que soy algo penosa.

Señora Fabiola: ¿Penosa? Llevas hablando 15 minutos con nosotras sin problemas, hija.

Luna: Bueno, Erika me ayuda a calmar mis nervios.

Todas: ¡Aww!

Lucia: No la dejes ir, Eri. ¡Es la indicada!

Carmen: ¿Y por qué no nos cuentas de tu familia, Luna?

Luna: Pues, no hay mucho que decir. Solo vivo con mi madre y hermano, papá se fue de la casa hace 2 años, pero él aún paga todo.

Alicia: Ah Te entendemos, los hombres en esta casa suelen traer mala suerte.

Luna: Parece que en mi casa no tanto. Mi hermano es un gran chef, y mi abuelo materno lo es todo para mi madre. En general, somos muy unidos.

Carmen: Que alegría oír eso, cariño. Mi padre igual era todo para mi, hasta que falleció.

Luna: Lo siento mucho señora.

Carmen: Ya han pasado 40 años, y aún duele. Pero el tiempo nos hace más fuertes. Como el amor de mi nieta contigo.

Erika me volteo a ver, y yo solo le di un beso.

Todas: ¡Awww!

Fabiola: Bueno hermanas, mamá, hijas. Vamos a comer, deben venir hambrientas.

Erika: La verdad si, mami.

Carmen: ¿Pues qué esperan? Vamos.

El resto de la tarde fue muy lindo, tuvimos una comida deliciosa, luego ayude a lavar los trastes, después pasamos a platicar en la sala. Finalmente dieron las 5, era hora de irme. Me despedí de todas, y les agradecí la comida, su amabilidad y su aprobación.
Tomé mi mochila y salí con Erika, bajo la excusa "Te acompaño a la parada del autobús".

A unas cuadras de su casa, me cambié a mi ropa normal, Erika con un líquido mágico me quitó el maquillaje, colocó acetona y limó mis uñas para quitar totalmente el barniz, le di la ropa de niña, seguimos hasta la parada a esperar el autobús que me llevó a mi casa. Me despedí de la con un beso, y partí cansado a mi hogar.
Fue de las cosas más raras que he hecho en toda mi vida, pero por Erika haría lo que sea, sin excepciones.

Mientras tanto en casa de Erika

Erika: ¡Regresé!

Fabiola: Me agradó mucho. Es muy educado.

Erika: Lo sé, es tan... ¿Educado?

Alicia: Ajá. ¿Creíste que no lo notariamos?

Lucia: Tu "novia" tuvo una erección en cuanto te besó.

Erika: ¡Ay..! ¡Por favor! lo puedo explicar... Es que ustedes, y él, y yo...

Carmen: ¡Hija! Relajate. No estamos molestas.

Erika: ¿Ah no?

Alicia: ¿Por qué lo estaríamos?

Erika: Pues... Les mentí, no era chica, era chico. Y además por todo lo que ha pasado con los hombres aquí, pensé que ustedes no querrían que estuviera con un chico.

Fabiola: Ven hija, creo que necesitas ver algo.

La familia de Erika le enseñó que en realidad todos sus antepasados hombres fueron héroes de una forma u otra.

Carmen: Mira, ese es tu abuelo, mi esposo... Él murió salvando personas en el océano, pero nunca encontraron su cuerpo...

Erika: Creí que pensaron que los había abandonado.

Fabiola: Escucha, lo que digan las hermanas de tu padre, es mentira.

Erika: ¿Y por qué papá nunca llama?

Fabiola: Tu padre está trabaja en gobierno Estadounidense en asuntos confidenciales. Por nuestra seguridad, no puede estar en contacto directo con nosotras.

Erika: ¡Ohhhh! Eso explica muchas, muchas, cosas... Pero ¿por qué no dijeron nada sobre "Luna"?

Fabiola: Pues, queríamos ver que tan lejos es capaz de llegar tu novio. Y vaya que nos dejo sorprendidas. No cualquier hombre aguanta tanto tiempo los tacones.

Lucia: Y ahora hablando más enserio, Eri. No lo dejes ir, cualquier hombre pudo haberte dejado mal siendo un macho aquí, pero él hizo eso por ti. Y si no fuera por su amigo delator, no lo hubiéramos descubierto.

Carmen: Tal vez el hecho de que repitiera 5 veces la comida hubiera ayudado a descubrirlo...

Erika: Bueno, sí. Llevó tres años con él y siempre me ha hecho feliz. Es atento, amoroso, detallista, se preocupa por mi. Enserio lo amo...

Alicia: Ay, linda sobrina... No importa si es un chico o una chica, siempre y cuando estés feliz te vamos a apoyar.
Por cierto, ahora que sabemos que es chico. ¿Cómo se llama en realidad?

Amor, ¿Me Haces Un Favor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora