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Capítulo 4: Incómodo reencuentro

Narra Evie

Me encontraba con Doug y Claire en la clase de química. Y al frente de nuestra mesa estaba un guapo chico rubio mirando a la nada, lo cual dejaba ver su maravilloso rostro, así que me doy la vuelta hacia donde estaba Doug y le pregunto lo siguiente.

- ¿Hay chance de que herede algún trono? - le pregunté sin despegar mi vista hacia él - ¿De que sea... un heredero?

- Chad, el príncipe encantador junior - trata de explicarme Doug - El hijo de Cenicienta - lo miré sorprendida - Chad heredó el encanto, pero no... tiene lo necesario ¿Lo comprendes?

- Por lo que veo tiene más cara de idiota que de encantador - dijo Claire analizando a Chad mientras se encogía de hombros y seguía dibujando en su cuaderno

- No es tan feo - lo defendí para ver con atención al príncipe frente nuestro - Y tiene lo necesario y más - dije aún mirandolo hasta que una voz me llama

- Evie - habla el profesor frente a mi - Talvez esto sea un repaso para ti, ahora dime ¿Cuál crees que sea el peso atómico promedio de la plata?

- ¿El peso atómico? - pregunté nerviosa - No tiene que pesar mucho porque es un átomo ¿No? - reí nerviosa y Chad también lo hizo, pero el profesor me llama para que pase a la Pizarra y cuando voy agarró mi espejo ocultándolo - Entonces... Necesito saber cuál es el peso Atómico promedio de la plata - dije y el espejo me lo muestra - Sería... 106.905 x 0.5200 + 108.905 x .4800 lo cual Profesor... nos da 107.9 U.M.A

- Em... veo que es un gran error Subestimar a una... - lo interrumpi

- ¿Villana? No vuelva a hacerlo - le lanzo la tiza y al volver a mi lugar Chad me entrega un pequeño trozo de papel el cual había escrito "Te veo bajo las gradas a las 3" y yo solo le sonreí mientras sentía la mirada de reojo desinteresada de Claire que me había dedicado para luego seguir con lo suyo

Chad me llevaba de la mano hacia debajo de las gradas, cuando encontramos un lugar para hablar a solas.

- ¿Todos en tu familia son así de lindos? - dijo y yo me pongo nerviosa

- Quiero creer que soy la más linda del reino - dije y ambos reímos - ¿Hay muchos cuartos en tu castillo?

- Demasiados para contarlos - responde él y me acerqué como para darle un beso y luego me habla de nuevo - Que bien resolviste el problema de química hoy, todos los nerds se enamorarán de ti - dijo él riendo

- Soy mala en la escuela - dije simplemente sin importancia

- ¡Ay por favor! - exclamó sin creerlo

- Enserio es verdad... Pero soy muy buena cosiendo, cocinando y limpiando, igual que tú madre... Cenicienta pero mejor vestida - dije sonriendole mientras saco mi espejo - ¿Ves esto? Si pregunto dónde está algo lo averigua

- ¿Acaso es broma? - preguntó incrédulo y yo niego - ¿Dónde está mi teléfono? - dijo agarrando el espejo y se lo coloca en la oreja como intentando escuchar lo que podría decir, pero así no funcionaba

- No funciona para ti - dije y él me lo devolvio

- No importa, mi papá me comprara uno nuevo - dijo acomodandose la chaqueta con una sonrisa

- El Príncipe Encantador... - dije con una sonrisa y Chad asiente - Y Cenicienta... Y el Hada Madrina - dije y entrelazamos nuestras manos - Oye... Oí que su varita está en un aburrido museo ¿La dejan siempre ahí? - pregunté tratando de sacarle información

- Aah, me gustaría hablar más, pero... ¡Agh! Estoy ocupado, aunque... - dijo pensando en algo

- ¿Aunque?.... - me emociono un poco