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Capítulo 26: Un pirata y una empedatriz

Situado en la isla de los perdidos

Narradora

Aquel lugar oscuro y mugroso seguía siendo el mismo, lugar en donde no había comida en buen estado, buenos lugares para vivir, ni seguridad, ni bondad, todo eso era la isla de los perdidos, lugar en donde por peores villanos abundaban.

Un pelirrojo que terminaba de vestirse se iba de aquella habitación para dejar sola a la chica con la que recién había tenido un reencuentro para satisfacer su cuerpo.

Él iba caminando a paso firme y lento mientras todos los habitantes de la isla los miraban temerosos, aquel miedo en que aquel príncipe villano fuera a hacerles daño, o él simple hecho de que les cortara la cabeza con una sola acción errónea que no le gustara.

Todos estaban aliviados porque la hija mayor de la familia Hearts ya no estuviera ahí atormentandolos con esa maldad y pensamientos psicópatas que hacia realidad cuando le daba la gana. Pero aquel alivio se esfumaba al recordar que el hijo menor de la Reina Roja seguía ahí viviendo en aquella isla desolada y oscura.

Aquel chico que simplemente sonreía con maldad pura y demostrando en sus ojos sed de sangre.

- ¡Hey! ¡Rompecorazones! - escuchó una voz femenina mientras él volteaba a ver a la dueña de esa voz para encontrarse con Verónica la hija de Yzma, que también era conocida por ser una psociopata, persona coqueta y narcisista - La Reina Malvada y los demás villanos nos mandan a llamar - dijo con rostro desinteresado

- Oh, ya veo - dijo con tono de voz aburrido - ¿Deberia importarme?

- Como odio cuando te pones así de irritante - dijo ella entredientes ganándose una sonrisa cínica del chico

- Con Claire es lo mismo - dijo él irónico

- Ella era menos molesta que tú, al menos si sabia como hacer las cosas bien cuando se lo proponía - dijo la muchacha con sorna provocando que el pelirrojo dejara de sonreír para verla fulminante, aquella mirada que el chico le daba a la pelinegra fue suficiente para que ella posara una sonrisa burlona, como amaba provocar molestia y esas emociones a las personas

No era un secreto que Liam era considerado la simple sombra de su hermana, todos creían y sabían que Claire era la que ponía las órdenes en el lugar, ella segura de sí misma sabiendo cuando intimidar a las personas para que la trataran como una Reina o cuando asesinar necesariamente a alguien para ganar más reputación y seguir mostrando esa maldad, respeto y admiración que algunos villanos sentían por ella, claro que también tenía la corona y el trono de ser la chica más coqueta y rompecorazones de la isla. Es por eso que todos sabían las razones por las cuales nunca meterse ni llevarle la contraria a la hija de la Reina Roja.

En cambio Liam solo era alguien impulsivo con sus acciones, terco, insensato, un chico que no pensaba nunca en las acciones que le jugarían una mala pasada más tarde, solo las hacia y a pesar de ser un chico coqueto y rompecorazones no le llegaba ni a los talones a su queridisima hermana o a el famoso pirata Harry hijo del Capitán Garfio junto a Nicholas hijo de Hades. Simplemente tenía el respeto de todos porque era hijo de la Reina Roja y hermano menor de Claire, no porque el lo consiguiera por sus propios métodos, simplemente esa era la realidad aunque nunca quisiera aceptarlo en su vida.

"Nunca pretendi ser mejor que tú, ni tampoco hacerte sentir como mi sombra, son solo estupideces que la gente dice, no les hagas caso a fin de cuentas todo lo que dicen ellos es una verdadera estupidez, hermanito"

Aquellas palabras que Claire le había dicho cuando Liam tenía 14 años y ella 15 era suficiente como para que dejara de tensar su mandíbula y se relajara. Después de todo, Claire tenía razón, solo era unas de las estupideces que Verónica decía para molestarlo y sacarlo de sus casillas. Ni siquiera dejaría que algún odio hacia su hermana fuera a presentarse, después de todo, él la quería, tanto que hasta sería capaz de arriesgar su vida por ella.