Capítulo 5

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Esa tarde mi padre llegó junto a unas flores muy hermosas que llevaban consigo los colores del atardecer, también cargaba con él una pequeña maleta, unas frazadas y un par de cosas más que mi familia había mandado para mí. Mi madre acomodo las flores, la habitación y fue a ducharse, en tanto, papá uso su celular para llamarle a mi abuela y hermanos. Dure hablando un par de horas con mi abuela y hermana, horas en las cuales lloramos, reímos, recordamos y planeamos, y ahí en esa habitación, en ese pequeño rincón de la inmensidad del mundo, con un teléfono en altavoz y junto a mi familia, sentía que era la persona más afortunada del mundo. La llamada finalizó cuando el teléfono de mi padre estaba a punto de apagarse por la batería baja, alcance a despedirme y pedir que le dijeran a mí hermano que lo quería y que le llamaría luego. Unos minutos después, una enfermera entro a revisar que todo estuviera bien, le llevo unos cuantos minutos y luego salió de la habitación, al verla irse de ahí recordé la conversación que tenía pendiente con mis padres, con la llamada lo había olvidado por completo, estaba tan feliz por estar de nuevo con ellos que sentí que el tiempo no había pasado. Veía a mis padres sonreír y hablar sobre lo que harían la abuela y mis hermanos para recibirme, estaban tan alegres, que no quería arruinar el momento, sin embargo, necesitaba saber por qué me fui. Carraspee para llamar su atención y desenredar el nudo en mi garganta.

-Mamá... creo que tenemos una conversación pendiente, la cual me prometiste cuando mi papá llegará, y él ya está aquí... yo de verdad necesito tener esta platica con ustedes, necesito saber que sucedió cuando... cuando me fui- dije con aflicción y tomando aire para poder terminar de pronunciar esas palabras.

El rostro de ambos se transformó, la pena y la tristeza se adueñaban de su semblante de nuevo, se miraron y sin decir nada tomaron asiento en las sillas junto a la camilla.

-Lo sé, mi cielo- sus palabras estaban acompañadas de una nota del abatimiento que cargaba consigo.

- ¿Quieres que lo cuente yo? ¿ambos? O ¿Solo tú, mujer? - dijo mi padre mientras le tomaba la mano, y besaba esta.

-Yo lo hago, no te preocupes, solo quería que estuvieras a mi lado- le soltó la mano a mi padre, acomodó con nerviosismo la blusa blanca que llevaba puesta, me miro directo a los ojos y comenzó hablar- bien hablemos hija, hmm... no sé ni por dónde empezar y más por qué todo paso tan rápido que sigo sin encontrarle los pies y la cabeza a esto, así que solo lo diré como paso- ella me miraba a los ojos pero algo en ella se perdió por unos segundos quedándose en silencio.

-Está bien, Ma-.

-Todo comenzó un sábado, para ser exacto el sábado 2 julio del 2011, estábamos tú papá y yo a punto de irnos a dormir ese sábado, cuando tocaste la puerta, llevabas un sobre contigo, fuiste hablar con nosotros a solas de aquel sobre, por eso esperaste hasta que todos se durmieran, no querías que los demás supieran sobre eso. En aquel sobre llevabas tú carta de aceptación de una universidad en california, no solo era eso, también te habían dado una beca, con la cual podrías estudiar astronomía, que siempre había sido tú sueño, incluso ya hasta ya tenías un plan para mudarte, nos lo contaste todo, estabas tan contenta y nosotros también, nos sentíamos tan orgullosos de ti, siempre fuiste tan lista, mi niña- unas lágrimas empezaron a recorrer su mejillas, su voz cada vez era más ahogada, así que tomo una gran bocanada de aire y continuo- pero para que te pudieras ir faltaba algo: dinero. No sé si recuerdes que teníamos un ahorro para emergencias, nos pediste dinero para poder irte, solo querías que te ayudáramos con una parte de este para lograr acomodarte en california hasta que encontraras trabajo y pudieras establecerte, aunque estábamos tan felices y orgullosos de ti, tuvimos que decirte, no, porque en aquel momento necesitábamos ese dinero. Las cosas no iban bien económicamente, no les habíamos querido decir para no preocuparlos, pero yo había perdido el trabajo, a tú padre no le estaba yendo nada bien con el suyo y estábamos llenos de deudas, no podíamos darte ese ahorro, porque lo necesitábamos, era de lo que estábamos viviendo y lo único que teníamos. Te contamos por encima lo que sucedía, aunque no tal cual te lo digo ahora, pero al menos te dimos una idea de lo que estaba pasando. Estabas muy triste, te quedaste un momento en silencio, y luego nos dijiste que entendías y que no insistirías, nos dolió tanto decirte que no porque tú carita nos dijo cuanto te dolía eso- mi madre lloró a un más fuerte al terminar de decir esas palabras, tomo un pañuelo, le tomo un par de minutos calmarse y continuar.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2020 ⏰

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